Radiografía de… Levité Piña-Coco (1 litro)

CUIDADO DE LA SALUD.

- ¡Aguas! Contiene grandes cantidades de azúcares y aditivos.
- Contiene 9½ cucharadas cafeteras de azúcar añadida, lo que representa casi el 200% del máximo sugerido para un día por la OMS para un adulto y del 211% y 253% para un niño o niña.
- Para ser una simple “agua con sabor” la cantidad de azúcares es EXCESIVA.

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Levité Piña-Coco (1 litro):

Azúcar:

47.5 gramos de azúcares añadidos, lo que equivale a 9½ cucharadas cafeteras de azúcares, los cuales regularmente están compuestos principalmente jarabe de maíz de alta fructosa y jarabe de maíz (endulzantes con mayor impacto metabólico ante su consumo, ya que están compuestos primariamente de fructosa).

Esta cantidad de azúcar cubre del 211% al 253% de lo que sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS) para niños y niñas con respecto al consumo de azúcares libres, que es “se reduzca aún más la ingesta de azúcares libres a menos del 5% de la ingesta calórica total”. Para un adulto cubre el 190% de la sugerencia total para todo un día.

Sodio:

80 mg (miligramos) por envase.

Esta cantidad representa el 4% del sodio total recomendado para un adulto (2,000mg) y el 5.3% de lo que se recomienda para un niño o niña.

El sodio es frecuentemente añadido para diluir los sabores intensamente dulces y hacerlos más tolerables al paladar.

Ingredientes:

Azúcares, saborizante, ácido cítrico, ácido málico, sorbato de potasio, glucósidos de esteviol (5.6 mg / 100 ml) y citrato de sodio.

Contiene 7 ingredientes en total, 5 de ellos son aditivos.

Para ser “agua” la cantidad de ingredientes es elevada. Esta bebida es básicamente azúcar con aditivos. Además de las grandes cantidades de azúcares contiene un edulcorante no calórico, que induce al gusto por sabores intensamente dulces.4

De acuerdo con la norma oficial de etiquetado, NOM-051 SCFI/SSA1-2010, cuando un producto es elaborado con azúcar de mesa (sacarosa), la nomenclatura es azúcar.

Cuando el producto es elaborado con otros diferentes endulzantes o mezcla de endulzantes, la nomenclatura es “azúcares”.

“Los azúcares” más utilizados por el mercado son el jarabe de maíz de alta fructosa y el jarabe de maíz.

Etiquetado:

La parte frontal del etiquetado muestra el nombre del producto en el centro, rodeándole imágenes de fruta piña y coco.

Justo abajo del nombre de la marca hay una leyenda que es parte de su eslogan: “el agua ligera” Levité (en otro estilo de letra), sabor piña-coco (en letras mucho más pequeñas).

Su apariencia es de agua, ya que es transparente.

En la parte lateral de etiquetado se muestra la información nutrimental, la cual está expuesta en un color poco contrastante (es blanca y el fondo es azul cielo) y es sumamente pequeña para lograr leer con facilidad (1 mm).

Aunado a que la información es casi imposible de leer, las cantidades que se proporciona son para una porción de 200 ml y el envase contiene 5 porciones.

Este tipo de etiquetado es engañoso e inclusive genera un riesgo para la población. Si una persona con diabetes decidiera consumir esta bebida en la creencia de que es “agua con sabor”, estaría en riesgo a que dicha bebida eleve sus niveles de glucosa en sangre.

Para toda la población la ingesta de una bebida de esta índole genera un riesgo, pero hay poblaciones que pueden ser mayormente afectadas (niños, niñas, mujeres embarazadas, personas con sobrepeso u obesidad, intolerancia a la glucosa, diabetes, hipertensión o con enfermedades cardiovasculares).

Hay estudios que han demostrado que el consumo de una bebida azucarada al día aumenta el riesgo de obesidad en niños en un 60%,5 diabetes tipo 2 en un 26%,6 enfermedades cardiovasculares en un 20%, gota en un 75% y síndrome metabólico en un 50%.7

Lo que debería ser de mayor preocupación, tanto para el Estado como para los consumidores, es la publicidad engañosa que genera la percepción de que es simplemente “agua con algo de sabor”. Esto deja totalmente sin herramientas a la población para conocer el contenido real de la bebida y que al consumirlo su contenido genera riesgos a la salud, ya que el equivalente de azúcar es de 9 ½ cucharadas cafeteras de azúcares (consumo contraindicado para la población en general). El falta de conocimiento es generalizado ―desde estudiantes, madres y padres de familia, niños y adultos en general, hasta profesionales― (inclusive algunos trabajadores de la salud).

Corresponde al Estado generar políticas públicas que favorezcan a la población y así tener suficientes elementos para el buen cuidado de la salud.

Es por ello que hace dos años los refrescos y bebidas azucaradas fueron agravados por un impuesto, sin embargo el impuesto no fue lo que los académicos proponen (20%),8 sino tan sólo de un 10%. La sociedad civil y la academia siguen persistiendo en que el impuesto se incremente, para que esto tenga mayores impactos positivos a la población.

Nuestra valoración:

Niños y niñas, pacientes con obesidad, enfermedades cardiovasculares y diabetes: evitar.

Adultos: su consumo puede ser esporádico.

Te proponemos:

Agua fresca natural.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor