Transformando el mundo a través del juego

NIÑ@S / JUEGOS.-

El juego no solamente es importante en la infancia, también es una herramienta para continuar fortaleciendo las capacidades sociales en la adultez.

Niñas y niños jugando.

Diversas investigaciones en los últimos años han demostrado con evidencia científica los enormes beneficios que tiene el juego en el desarrollo de niñas, niños y adolescente, y cómo influye en la construcción de una sociedad más sana que permite vivir de mejor forma en comunidad.

¿Por qué es importante el juego en el desarrollo de niñas, niños y adolescentes?

Diversos estudios realizados a lo largo de 30 años han dejado claro que el periodo más importante en el desarrollo de los seres humanos comprende desde el nacimiento hasta los 8 años de edad.

El juego, en este sentido, constituye una de las formas más importantes en las que los niños y las niñas obtienen conocimientos y competencias esenciales para su desarrollo cognitivo. Niñas y niños juegan para dar sentido al mundo que les rodea, para darle significado. El juego es además una actividad divertida que les invita a una participación activa física, social y emocional.

A través del juego los niños y las niñas aprenden a encontrarse con otros y otras, aprenden a socializar, a inventar juegos, establecer reglas, a hacerlas respetar, siempre en grupo. De esta manera, experimentan el establecimiento de acuerdos, se comprometen a cumplirlos y establecen consecuencias para quienes no los cumplen. Y este proceso lo realizan jugando, divirtiéndose. De los juegos que inventan pasan a disfrutar de los juegos que tienen reglas previamente establecidas, una experiencia básica para convivir en sociedad.

De acuerdo con Stuart Brown, médico, psiquiatra e investigador clínico y fundador del Instituto para el Juego (Play Core), el juego es una actividad que nació hace millones de años, el cual es esencial para nuestra sociabilidad, adaptabilidad e inteligencia. Su utilidad ha sido demostrada científicamente: el juego está directamente relacionado con el desarrollo del córtex prefrontal, la región cerebral responsable de gran parte de lo que es la cognición. Literalmente, ayuda a modelar el cerebro, crea nuevas posibilidades cognitivas y estimula la consciencia.

En términos generales, la acción de jugar cumple con satisfacer una de las necesidades básicas del ser humano, la de expresar la propia imaginación, su curiosidad y creatividad, permitiéndonos disfrutar y utilizar nuestra capacidad imaginativa e innovadora para solucionar problemas, recursos necesarios para afrontar el mundo actual. Conclusiones de estudios realizados por el investigador y psicólogo Peter Gray, demuestran que el juego en sí ha sido una fuerza positiva para sostener el igualitarismo en la sociedad.

Para la doctora Susan Linn, psiquiatra y terapeuta de niños, autora del libro Consuming Kids, jugar es un componente fundamental para una niñez sana y está profundamente ligado a la creatividad. La habilidad de jugar es central para desarrollar la capacidad de tomar riesgos, experimentar, pensar de forma crítica, actuar en lugar de reaccionar y, sobretodo, es el ambiente en el que se adquieren habilidades motoras, estéticas, sociales, entre otras. La creatividad por su parte, explica Linn, se caracteriza por la originalidad, el pensamiento crítico y la capacidad tanto de reconocer la dificultad de un problema como la búsqueda de soluciones.

Por otro lado, una investigación realizada por el doctor Brown encontró que en hombres homicidas había un rasgo en común: tenían graves déficits de juego durante toda la vida, llegando a la conclusión de que fomentar el lado lúdico de la naturaleza humana promueve un comportamiento social no violento. Como se ha visto, la naturaleza dual, individual y comunitaria, se sustenta en gran parte por la inclusión del juego, por lo cual es importante fomentarlo desde el nacimiento hasta la vida adulta.

El aprendizaje temprano se contempla en la segunda meta del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 en materia de educación, afirmando que “todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria”.

¿Cómo pueden padres, madres y cuidadores incentivar el juego?

Como consecuencia de la crisis sanitaria por la COVID-19, muchas familias comenzaron a compartir espacios interiores en sus hogares. Más allá de las dificultades que esto puede representar, existe una ventaja con respecto al tiempo de calidad que se puede generar con niñas y niños. El juego es una excelente herramienta como un contraataque eficaz a actitudes negativas y sus consecuencias que la pandemia ha producido.

La organización Healthy Children, desarrollada por la Academia Americana de Pediatría, propone que esos momentos y espacios se miren como una oportunidad para conectar a través de juegos simples. Entre las estrategias que sugiere para lograr integrar el juego en la dinámica familiar, incluye:

- El juego de pretender. Los muñecos y peluches pueden ser una gran herramienta para comprobar la salud emocional y el bienestar de niñas y niños. La clave está en escuchar las explicaciones cuando sus muñecos están en una situación particular. Al fingir que un oso de peluche llora, ríe o se encuentra enojado, podemos preguntar a los niños qué es lo que causa este sentimiento.

- Creatividad con manualidades. Trabajar en proyectos de arte y dibujo con niñas y niños fomenta la flexibilidad, el pensamiento colaborativo y la interacción social, además de impulsar la creatividad y la sensibilidad. Este tipo de actividades contribuyen al desarrollo de emociones, intuición e imaginación.

- Clasificar y construir. Este tipo de actividades, como separar objetos por colores, armar bloques y solucionar rompecabezas ayuda a niños y niñas a desarrollar la atención y las habilidades motrices gruesas y finas. El realizar este tipo de juegos en familia fomenta el lenguaje y el pensamiento social, la lógica y la inteligencia espacial.

El papel de los videojuegos.

Debido al incremento del tiempo que estamos pasando dentro de casa, el uso de dispositivos móviles también ha aumentado. Las pantallas pueden ser aliadas de la educación a distancia, pero una vez que las labores escolares terminan, puede ser difícil determinar cuánto tiempo es demasiado frente una tableta, computadora o teléfono móvil.

Los videojuegos forman parte normal del juego de niñas, niños y adolescentes, pero su uso excesivo puede detonar problemas como depresión, ansiedad, timidez y agresión. Los menores que presentan trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) pueden ser particularmente vulnerables.

El «trastorno por videojuegos» ya se considera una enfermedad mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de reconocer que es un problema mental al incluirlo en su próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11), que no se actualizaba desde 1992.

Padres, madres y cuidadores pueden estar atentos a señales que pueden alertar sobre una relación poco saludable entre niñas, niños y adolescentes con estas actividades:

- Está obsesionado con los videojuegos, se pone triste, irascible o ansioso cuando no se le permite jugar.
- Desea siempre jugar más y no puede jugar menos o dejar de hacerlo.
- Ya no está interesado en otras actividades que solía disfrutar.
- Miente sobre la cantidad de tiempo que pasa jugando videojuegos.
- Usa los videojuegos para aliviar el mal humor.

Algunas estrategias que padres, madres y cuidadores pueden considerar para prevenir los malos hábitos ligados al uso de videojuegos incluyen:

- Mantenerse al tanto del tiempo que pasan los menores frente a dispositivos y pantallas.
- Establecer un plan con horarios de uso.
- Mantener los videojuegos en áreas comunes y en la medida de lo posible involucrarse en esta actividad y jugar juntos.

A manera de conclusión, podemos decir que el juego no se ha considerado como una herramienta fundamental para vivir, sin embargo nos puede ofrecer las habilidades necesarias para enfrentar un mundo cambiante. Nos brinda la posibilidad de adaptarnos y la apertura para explorar lo inesperado, la sabiduría del juego es particularmente necesaria para ayudarnos a enfrentar el contexto actual en el que vivimos: la pandemia y a una sociedad constantemente polarizada.

Te invitamos a fomentar el juego no solamente en niñas, niños y adolescentes, también en la vida adulta y en todo tu entorno social.

Así que… ¡A jugar se ha dicho!

Recursos: Consulta nuestra guía de juguetes para realizar una compra informada y consciente.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor