Radiografía de… Fórmulas infantiles – sucedáneos de la leche materna

CUIDADO DE LA SALUD / ALIMENTACIÓN.-

¿Por qué estos productos contienen EXCESO DE AZÚCARES?

Fórmulas infantiles – sucedáneos de la leche materna (1 onza de polvo o 30 gramos)

Cada biberón de fórmula infantil de 180 mililitros (ml) que un bebé consume (equivalente a un biberón de 6 onzas) contiene en promedio 1 cucharada de azúcares añadidos.

Puede llegar a variar desde poco menos de 1 cucharada cafetera hasta 3 cucharadas cafeteras de azúcar añadida, dependiendo de la marca y de la etapa de la fórmula.

Un bebé consume de 6 a 8 biberones de fórmula al día, lo que significa que estaría consumiendo alrededor de 6 a 8 cucharadas cafeteras de azúcar diarias.

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Cuadro resumen de la radiografía de fórmulas infantiles / sucedáneos de la leche materna.

Estudios realizados en la Universidad del Sur de California en el laboratorio del doctor Goran han encontrado resultados similares, en donde se ha visto que las fórmulas infantiles pueden llegar a contener más del 20% de azúcares añadidos.

De acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para lactantes, es un exceso de azúcares. De hecho, la recomendación es no proporcionar azúcares añadidos a lactantes ni a niños menores de 2 años.

Lamentablemente, los alimentos para bebés no se contemplaron en la Norma Oficial Mexicana NOM-051, debido a que son regidos por normas distintas.

El hecho de que se le proporcionen azúcares añadidos a los bebés es grave, ya que se ha visto que el alto consumo de azúcar añadida tiene repercusiones metabólicas fuertes en la salud, generando peligrosos daños a corto, mediano y largo plazo.

El alto consumo de azúcares, especialmente en lactantes, impactará negativamente en su metabolismo.

En investigaciones se ha demostrado que el alto consumo de azúcares añadidos tiene una asociación directa con enfermedades como obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras, y en el caso de los bebés y niños pequeños los predispone a preferir alimentos dulces durante su crecimiento, ya que va moldeando el paladar y a largo plazo genera adicción.

Es preocupante que en nuestro país el 71.2% de los bebés reciben fórmula desde sus primeros meses de vida y que sólo el 28.8% recibe lactancia materna de forma exclusiva.

Otros.

Calorías:

De acuerdo con un estudio realizado por la Profeco, se observó que la mayoría de las fórmulas contienen más calorías de las que requiere un infante. Esto a largo plazo puede contribuir al sobrepeso u obesidad.

Cada biberón preparado de 3 onzas, o 90 ml, contiene alrededor de 150 calorías.

Un bebé de un mes consume 8 biberones de ese tamaño durante el día, lo que sería el equivalente a 1,200 calorías aproximadamente.

Conforme aumentan los meses de edad, el consumo de biberones y la cantidad de leche de fórmula usada es mayor.

Esto sobrepasa las recomendaciones de ingestión de energía para infantes, donde el promedio de consumo sugerido al día es entre 800 y 1,000 calorías, dependiendo de los meses de edad.

Un elemento importante a considerar es que la alimentación a través del biberón no permite que el bebé regule su flujo, sino que cuando se inclina el biberón su flujo cae por goteo. Esto también contribuye a que el bebé tenga un sobreconsumo de calorías.

Sodio:

Contiene un promedio de 45 miligramos (mg) de sodio por medida.

Es una cantidad baja para cada biberón preparado, pero considerando el consumo de biberones al día (entre 6 y 8) se podría llegar a un consumo total de sodio promedio de 360 mg diarios.

Grasa:

El tipo de grasas utilizadas en las fórmulas son principalmente de origen vegetal.

Algunas marcas usan aceites, pero lo más común es el uso de grasas vegetales, ya que se rancia menos rápido y no añade sabor al producto, como suele pasar con algunos aceites.

Lista de ingredientes:

Fructooligosacáridos, jarabe de glucosa, oligofructosa, miel, sólidos de maíz, grasas vegetales, lecitina de soya, vitaminas, minerales, aceite de pescado, sólidos de leche.

La mayoría de las fórmulas añaden azúcares como parte de sus ingredientes, pero no con la nomenclatura de “azúcar” sino como oligofructosa, jarabes, sólidos de maíz, miel, glucosas, etcétera.

También se añaden grasas vegetales, las cuales son un sinónimo de “manteca” vegetal, ya que cuando se utilizan aceites vegetales se especifica. Algunas también contienen aceites, pero en la mayoría se observan grasas vegetales más que aceites vegetales.

En una gran variedad de fórmulas también observamos que se añaden vitaminas y minerales, dado que son productos ultraprocesados, se tienen que añadir para que no sólo sea un producto con ingredientes refinados.

Sin embargo, esto no lo hace un producto adecuado por la adición de los otros ingredientes, pues sigue siendo un producto ultraprocesado que es consumido desde los primeros meses de vida.

Publicidad:

De acuerdo con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos para la Leche Materna, se establece claramente que las fórmulas infantiles NO se deben promocionar de ninguna forma ni por ningún medio.

De igual forma, en nuestro país existen varias normas bajo las cuales se encuentran altamente reguladas, en donde se estipula que NO se debe realizar ningún tipo de comercialización de fórmulas infantiles en ningún espacio.

También está determinado que NO debe haber distribución de fórmulas infantiles en hospitales, centros de salud ni en ningún otro lugar, incluyendo las donaciones de fórmulas en situaciones de emergencia.

Asimismo, está claramente establecido que todo trabajador de la salud que atiende a mujeres embarazadas y recién nacidos está obligado a promover y orientar con respecto a la lactancia materna e impulsar su práctica de forma exclusiva los primeros 6 meses de vida y hasta por 2 años de forma complementaria.

Desafortunadamente en nuestro país el Código no se ha instrumentado de manera correcta, muchos trabajadores de la salud desconocen la recomendación oficial y distribuyen fórmulas en hospitales.

Existe una gran gama de trabajadores de la salud, particularmente pediatras y neonatólogos, que recetan fórmula infantil sin una justificación médica científicamente sustentada.

Por otro lado, las etiquetas de las fórmulas infantiles son confusas y contienen información que desorienta a padres de familia. La información es imprecisa e inductiva.

En algunas etiquetas tampoco se establecen claramente los azúcares añadidos, lo que no permite que padres de familia conozcan lo que realmente están proporcionando a sus bebés, dejándoles sin herramienta alguna para protegerlos.

Además, sigue habiendo publicidad de fórmulas en medios masivos de comunicación, y las madres y sus familias se encuentran expuestas a este tipo de publicidad, lo que desincentiva la práctica de la lactancia materna.

Por otro lado, el uso de fórmula requiere de capacidad económica que muchas veces no se tiene en el hogar para comprar latas de fórmula por alrededor de 2-3 años y en ocasiones tampoco existen condiciones de higiene y acceso a agua potable para su innocua preparación, lo que hace vulnerables a los bebés que reciben fórmula láctea, haciéndolos propensos al riesgo de muerte por infecciones gastrointestinales.

Una de las prioridades de los países es la protección a la infancia, particularmente a los bebés. Es importante que los gobiernos estén atentos a este tipo de publicidad para poder regularla y que las familias puedan tomar decisiones basadas en información veraz, no basada en engaños o inducciones confusas.

Nuestra valoración:

Evitar su consumo, por ser un producto ultraprocesado que desplaza la lactancia materna.

Te proponemos:

Leche materna.

Leche materna: Además de contener todos los nutrientes que el bebé necesita para su óptimo crecimiento, contiene inmunoglobulinas, células vivas como macrófagos y otros componentes protectores importantes para combatir infecciones.

Precio:

Envase de 370 g: $125 a $300 pesos, aproximadamente, dependiendo de la etapa y de la marca.
Un bebé puede consumir hasta 4 latas por mes. (consultado el día 29 de julio 2021)

Leche materna: gratis.

Consejos para extraer y almacenar la leche materna durante el trabajo.

Materiales:

- Bolsa estéril o contenedor limpio
- Recipiente con hielo

Preparación:

1. Busca un lugar apropiado para poder extraer la leche.
2. Extraer la leche del seno materno se puede hacer con la mano. La técnica es presionar suavemente pero con firmeza con palmas y dedos el seno desde su base hasta la punta. Se pueden ir deshaciendo poco a poco los nódulos en donde está almacenada la leche, de forma suave y con movimientos circulares.
3. Vierte la leche en la bolsa estéril o el recipiente limpio.
4. Una noche anterior se puede meter al congelador un recipiente con agua a la mitad y dejar toda la noche, éste te servirá para que guardes la bolsa estéril que contenga la leche. De preferencia, el contenedor debe ser con tapa de rosca. Al siguiente día no olvides llevar contigo el contenedor.
5. Una vez que hayas extraído la leche en la bolsa estéril o el recipiente limpio, sella bien y colócalo en el recipiente con el hielo para que la leche materna se mantenga en óptimas condiciones durante algunas horas.

La información contenida en esta radiografía de producto, podría tener modificaciones debido a la reformulación que la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados realiza constantemente. Te sugerimos que verifiques la fecha de publicación de la radiografía.

Producto consultado el 29 de julio de 2021.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor