Día Mundial del Sueño

'Dormir bien es un sueño alcanzable'

-
¿Por qué no nos caemos de la cama?.

Un día antes de la Hora del Planeta (19 de marzo) se celebra el Día Mundial del Sueño (18 marzo), con la meta compartida de apagar las luces, pensando en la Tierra y pensando en nosotros. Todos necesitamos una tregua...

"Dormir bien en un sueño alcanzable", es el lema con el que el World Sleep Day se propaga este viernes por 68 países, con la participación activa de la Sociedad Española del Sueño. El objetivo es mentalizar a la población de lo vital que resulta para la salud las ocho horas diarias de reposo absoluto, una meta cada vez más lejana en este mundo 24/7 que hemos creado.

Según un estudio del grupo de investigación Big Health, uno de cada tres británicos duerme poco y mal. La falta de sueño se traduce en una pérdida de 14 días de trabajo al año y del equivalente a 130.000 millones de euros en términos económicos. El 60% de quienes padecen trastornos del sueño no hace nada por evitarlo y pagan todos los días una elevadísima factura personal...

El 60% sufre caídas de los niveles de energía, el 48% padece cambios repentinos de humor y el 35% lo paga en sus relaciones personales. El 46% tiene problemas de concentración, el 38% se siente incapaz de acabar las tareas y el 27% reconoce que se siente somnoliento en el trabajo.

"Dormir bien no es una opción, sino un requisito fundamental", advierte el profeso Colin Espie, co-fundador de Big Health y profesor de Medicina del Sueño en la Universidad de Oxford. "Las consecuencias de una mala noche de descanso no sólo nos afectan físicamente, sino mental y emocionalmente. Físicamente nos sentimos letárgicos, mentalmente perdemos concentración y memoria, y emocionalmente nos volvemos irritables, con lapsos de hiperactividad seguidos de bajones".

Colin Espie y su grupo de investigación han contribuido al desarrollo de un programa, Sleepio, convertido también ahora en aplicación, que se ofrece con la alternativa a la socorrida píldora. "Los somníferos no garantizan un buen descanso, no atacan el problema de fondo y tienen efectos secundarios", asegura Espie, partidario de aplicar terapias cognitivo-conductales, de la mano de un especialista o asistido por programas como el suyo (aunque requiera el uso de uno de los principales enemigos del sueño: la ubicua tecnología).

Los pensamientos negativos, los horarios, el estilo de vida y el dormitorio son en su opinión las cuatro patas de la mesa de un buen sueño. En cuatro semanas, centrada cada uno en uno de los aspectos básicos, cualquiera puede crear la condiciones ideales para u buen descanso. Aunque el primer paso, en un día tan especial, consiste en evaluar nuestro propio sueño con la encuesta del World Sleep Day, que ha detectado pautas muy comunes en todos los países desarrollados.

El Día Mundial del Sueño se celebra a conciencia dos semanas antes del adelanto de los relojes (del 27 al 28 de marzo) que supone también un trastorno generalizado. La calidad del sueño se resentirá un 10% durante las dos o tres semanas siguientes, en las que tendremos una sensación de jet lag. Una semana antes, deberíamos ir ajustando nuestros relojes personales, y hacer un esfuerzo por adelantar el momento de ir a la cama, para que el cuerpo y la mente se vayan adaptando gradualmente y de antemano al cambio.

Otro consejo de experto es evitar la tentación de la gran dormida del domingo, que causa una gran disrupción a nuestro reloj interno. La mejor manera de recuperar el sueño perdido es introducir un ritual y una rutina, día a día, noche a noche... Y apagar las luces antes. Lo agradecerá el planeta, lo agradeceremos todos.

Sitio Fuente: El Mundo/Carlos Fresneda