Radiografía de… Chorizo de pavo Fud

CUIDADO DE LA SALUD / ALIMENTACIÓN.-

- Producto con exceso de sodio y grasas saturadas.
- Contiene nitrito de sodio, asociado a cáncer.
- No es totalmente de pavo, contiene grasa de cerdo y soya texturizada.

Chorizo de pavo Fud (200 gramos).

Sodio:

Una porción de 30 gramos (g) contiene 240 miligramos (mg) de sodio, lo que cubre el 12% de la recomendación diaria para un adulto y el 16% para un niño, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Es importante moderar el consumo de sodio en la dieta habitual, ya que el alto consumo se ha asociado con padecimientos como presión alta y enfermedades cardiovasculares.

Para algunos consumidores, el chorizo es un producto de consumo cotidiano, sólo que no prestamos tanta atención a las cantidades tan elevadas de sodio que contienen las presentaciones comerciales. Hay que tener particular cuidado cuando hay altas cantidades de sodio presentes en una porción de 30 g, lo que podría utilizarse apenas en un mollete. En el caso de huevos revueltos con chorizo se utiliza una porción estimada de 60 g y en dicho caso se estarían consumiendo 480 mg de sodio, entre una tercera o cuarta parte de lo recomendado para un día.

Energía:

Cada porción aporta 61 calorías.

De acuerdo con las recomendaciones de ingestión de nutrimentos para la población mexicana, donde el promedio de consumo al día es de 2,000 calorías en adultos y 1,579 calorías en niños,3 una porción de 30 g cubre el 3% y 4% del consumo calórico total diario para adultos y niños respectivamente.

Grasas:

Contiene 4.3 g de grasa total por porción, de la cual 1.4 g es grasa saturada.

La cantidad de grasa total cubre el 60.4% las calorías totales de cada porción y el 20.6% de las calorías totales son de grasa saturada.

Prácticamente, más de la mitad del producto es grasa y una quinta parte es grasa saturada.

Es importante cuidar el alto consumo de estos nutrimentos, especialmente las grasas saturadas. Su alto consumo se ha asociado con enfermedades como aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares.

Ingredientes:

Cárnicos (carne de pavo, grasa de cerdo), agua, soya texturizada, mezcla de chiles y especias, mezcla de vinagre, sal yodada, cloruro de potasio, lactato de potasio, eritorbato de sodio, nitrito de sodio.

El segundo ingrediente es grasa de cerdo y el tercero es soya texturizada.

Contiene 4 aditivos, de los cuales uno es asociado directamente con cáncer (nitrito de sodio).

Aditivos:

Nitrito de sodio. Ha sido claramente comprobado en estudios como cancerígeno para humanos.

Los estudios son tan contundentes que la OMS emitió un comunicado especial para los consumidores con respecto al impacto cancerígeno de este aditivo.

Se ha visto que tiene efectos crónicos en los seres humanos, puede causar cáncer (tumorígeno), afecta la genética (mutágeno), causa efectos adversos reproductivos (fertilidad, toxicidad para el feto) y los defectos de nacimiento sobre la base de datos de los animales. Atraviesa la barrera placentaria en animales. Es tóxico. Aunado, causa irritación a las vías respiratorias y el envenenamiento sistémico con síntomas paralelos a los de la ingestión.

También se han detectado asociaciones directas con cáncer gástrico.

Etiquetado:

Este producto tiene EXCESO DE SODIO Y GRASAS SATURADAS.

Se presenta como un producto de pavo, pero contiene grasa de cerdo y soya texturizada.

Dada la presentación del empaque, los consumidores podrían creer que es un embutido aceptable y un tanto saludable por ser de pavo, pero por ningún lado es visible que contiene ingredientes de cerdo y soya.

Con el etiquetado, los consumidores tampoco lograrían detectar que contiene nitrito de sodio, un aditivo que ha sido comprobado ser cancerígeno.

Nuestra valoración:

Evitar. Consumo no recomendado por contener ingredientes cancerígenos.

Te proponemos:

Hacer tu propio chorizo casero o adquirir algún chorizo tipo artesanal sin aditivos.

Se prepara una mezcla, ya sea de carne molida de pavo buena calidad o de soya para vegetarianos, con una salsa de chiles, vinagre, yerbas finas, sal y pimienta.

Por: Xaviera Cabada.

Sitio Fuente: El Poder del Consumidor