El difícil equilibrio entre la vida personal y la profesional

En la actualidad, la vida profesional exige tanto tiempo y dedicación que muchas veces el entorno familiar se ve perjudicado.

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Existen en la actualidad múltiples tensiones que surgen cuando se trata de equilibrar la vida personal y la laboral. No solo en cuestiones sobre el tiempo que dedica cada persona a cada ámbito (lo que resulta un elemento clave), sino también en los diferentes problemas desde lo social y cultural, como la discriminación por género y las políticas de derecho laboral.

Para que las empresas consigan alcanzar sus proyectos y los trabajadores puedan gozar de una saludable vida personal, son necesarias políticas de gobierno que beneficien a ambas partes pero además, la comunidad de cada país debe repensar los roles sociales de forma más dinámica: hoy en día ya no es el hombre quien se dedica a trabajar y la mujer la encargada de la crianza de los niños, sino que ambos deben realizar las mismas actividades a la par.

Las empresas prefieren profesionales sin cargas familiares pero ese modelo es insostenible a largo plazo.

Según informó El País, el problema de la relación trabajo-familia radica en que el entorno laboral está pensado en los años 50’, en donde las mujeres se quedaban en el hogar y solo un integrante del núcleo familiar trabajaba. Los centros de trabajo deben adaptarse a la nueva realidad.

Por este motivo, las empresas en muchas ocasiones prefieren jóvenes profesionales sin familiares a cargo, ya que estos pueden dedicarse cien por ciento a la actividad laboral, pero esta postura es insostenible a largo plazo, debido a que una sociedad está compuesta por diferentes franjas etarias y todos sus representantes tienen el derecho a trabajar en óptimas condiciones.

Anne-Marie Slaughter, es una de las referentes sobre esta problemática y ha lanzado el libro Unfinished Business: Women Men Work Family que trata sobre la cultura del trabajo en la sociedades actuales y los dramas que esta conlleva. No solo es un referente por sus conocimientos, sino que también ha demostrado sus teorías en la práctica renunciando como directora de planificación del Departamento de Estado estadounidense para volver a su trabajo como profesora en Princeton para estar más cerca de su familia.

Los trabajadores que se encuentran afectados por esta nueva cultura del trabajo son todos: desde cirujanos hasta empleados de un restaurante. Estos sacrifican horas de sueño y tiempo en familia para poder trabajar más, especializarse y seguir trabajando, lo que ha generado una epidemia de estrés a nivel mundial.

Si quieres saber más sobre este tema, puedes acceder al documento “Conciliación del trabajo y la vida familiar” de la Organización Internacional del Trabajo.

El equilibrio entre estos dos mundos es posible. Si bien, como dijimos, requiere de un replanteo de los roles sociales y las políticas públicas, el cambio debe comenzar paulatinamente por las acciones de cada individuo.

A continuación, algunas recomendaciones para hacer posible el equilibrio entre la vida personal y la profesional:

- Considerar cuáles son las verdaderas cosas importantes en la vida y cuáles son los valores que sirven como guía.
- Es importante pensar en el futuro y cómo quiero vivirse, haciendo qué y con quién.
- Luego de saber qué se espera en un futuro y qué se considera importante, hay que comenzar a establecer prioridades
- Las responsabilidades deben ser compartidas, no solo en el trabajo por medio de la delegación, sino especialmente en el hogar.
- Mejorar la productividad en el trabajo es una buena herramienta para dedicar menos tiempo extra y comenzar a disfrutar más del tiempo libre
- La clave: mantener claro los límites y saber hasta dónde puede mi vida profesional afectar mi  vida personal y viceversa.

Sitio Fuente: Universia México