El poder de… La papa
CUIDADO DE LA SALUD
- Consumir papa apoya a los pequeños productores de México.
- Lo ideal es guardar las papas en un lugar seco y obscuro, en bolsa de papel.
- Las papas contienen una variedad de antioxidantes -carotenos y flavonoides- y su poder antioxidante es mayor en cáscaras rosadas como en la papa de cambray.
¿Qué es la papa?
La papa (Solanum tuberosum L.) es el tubérculo de la planta que pertenece a la familia de floríferas de las solanáceas, del género Solanum, formado por más de otras mil especies, como el tomate y la berenjena.
Es originaria de América, específicamente de la región sur, en donde se ubica la zona andina, que comprende los países de Perú, Ecuador, Bolivia y Chile. Aunque también se ha podido demostrar que algunas variedades silvestres son originarias de México. (Conpapa, 2013)
La papa está ubicada entre los primeros cuatro cultivos de mayor importancia en el mundo, sólo después del arroz (Oriza sativa L.), trigo (Triticum aestivum L.) y maíz (Zea mays L.).
En México es el 7º cultivo más importante. Se produce todo el año a nivel del mar o en altas altitudes. Se cultiva en 22 estados de la República y se concentra en el norte y noroeste. Sonora, Sinaloa, Veracruz, Nuevo León, México y Puebla concentraron el 73.5% del volumen producido en 2012 (SIAP, Sagarpa).
La gran mayoría de la papa que se produce en México (más de 1.7 millones de toneladas al año) se consume a nivel nacional. Sólo el 1.6% se exporta, aunque en 2013 se importaron más de 230 mil toneladas, de las cuales más de la mitad son papas preparadas congeladas.
La variedad más consumida en México es la Alpha, aunque también contamos con variedades criollas como López, Leona y Amarilla de Puebla.
Este cultivo tiene un fuerte impacto económico en las en las zonas rurales donde se desarrolla por lo que consumir papa apoya a los pequeños productores.
¿Qué nutrimentos te aporta?
La principal característica nutrimental de la papa es ser una excelente fuente de energía al mismo tiempo que provee vitaminas, minerales y fibra.
Una papa de tamaño mediano contiene una gran cantidad de potasio y casi la mitad de la vitamina C necesaria a diario para los adultos.
También es una fuente importante de vitaminas del complejo B y minerales, como el fósforo y el magnesio.
Una papa mediana con cáscara contiene casi 2 gramos más de fibra que una papa pelada.
Además, contienen una variedad de antioxidantes, entre los que se encuentran los carotenos y los flavonoides, que como hemos descrito en otras radiografías protegen a las células de la oxidación de sus membranas por acción de los radicales libres, evitando algunas enfermedades crónico-degenerativas.
El poder antioxidante es mayor en las cáscaras rosadas como en la papa de cambray.
Además, investigaciones del Institute of Food Research en el Reino Unido mostraron que la papa contiene kukoaminas, que ayudan a disminuir la presión arterial.
¿Cuánto cuesta?
Su precio tiene un amplio margen de variación. De acuerdo con la herramienta “Quién es quién en los precios” de la Profeco se puede encontrar el kilo de papa entre $10 y $20 pesos.
¿Cómo se recomienda almacenarla y consumirla?
Es importante evitar comprar papas con coloración verdosa, ya que contienen solanine, un componente que llega a ser tóxico para el ser humano causando dolor de cabeza y diarrea, entre otros síntomas.
Se recomienda guardar las papas en un lugar seco y oscuro, en una bolsa de papel, y no en el refrigerador, ya que el desdoblamiento del almidón en azúcares afectará su sabor y color.
La mejor forma de prepararlas es al vapor o hervirlas, ya que a altas temperaturas se ha visto que se forma acrilamida, una sustancia química utilizada en diversos procesos industriales, pero mayoritariamente presente en el cigarro y en ciertos alimentos que fueron calentados a una temperatura superior a 120 grados centígrados y clasificada como posible carcinógeno humano.
Una forma de disminuir la formación de estos compuestos es blanquear las papas antes de exponerlas a altas temperaturas, es decir, sumergirlas en agua hirviendo antes de cocinarlas. Además, el hecho de freírlas aumenta su densidad calórica y el contenido de grasas recalentadas que dañan nuestras células.
Una excelente manera de consumir la papa es mezclar con aceite de oliva crudo y hierbas aromáticas, como perejil, romero, hojas de laurel, eneldo o cebollín, así como en las recetas siguientes.
Además se recomienda conservar la cáscara para aumentar el consumo de fibra.
¿Sabías qué?
Contrario a lo que se piensa, la papa no debe considerarse una verdura debido a su alto contenido en almidones que le brinda un contenido calórico mayor.
En nutrición se clasifica en el grupo de los Cereales y Tubérculos.
Sitio Fuente: El Poder del Consumidor