“Vivir en tercera persona”: el desconcertante síndrome de sentirse espectador de la propia vida

NEUROCIENCIAS / PSICOLOGÍA.-

En los últimos años, ha ganado visibilidad un fenómeno psicológico que muchos describen con una frase inquietante: “Siento que estoy viviendo en tercera persona”.

Esta sensación, que puede parecer sacada de una película o un videojuego, es en realidad un síntoma real y profundamente perturbador que afecta a miles de personas en todo el mundo. Los expertos lo asocian con un trastorno conocido como despersonalización-desrealización, un síndrome que desafía nuestra comprensión de la conciencia y la identidad.

¿Qué significa “vivir en tercera persona”?

Quienes lo experimentan afirman sentirse como si observaran su propia vida desde fuera, como si su cuerpo, sus acciones o sus emociones no les pertenecieran del todo. “Es como ver una película en la que yo soy el protagonista, pero no tengo el control remoto”, comenta Laura, de 28 años, diagnosticada con el trastorno de despersonalización-desrealización (TDD).

La experiencia puede ir acompañada de una pérdida de conexión emocional, distorsión del tiempo, o una sensación de irrealidad del entorno —como si el mundo fuera una maqueta o un escenario. No es que la persona no sepa quién es, sino que siente como si su yo estuviera desconectado de su cuerpo o de su mente.

Las causas: un mecanismo de defensa del cerebro.

Los neurocientíficos explican que el “vivir en tercera persona” no es una locura, sino una respuesta extrema del cerebro ante el estrés o el trauma. En situaciones de peligro o sobrecarga emocional, el sistema nervioso puede activar una especie de “modo observador” para protegerse del dolor o la ansiedad intensa.

El doctor Alan Phillips, neuropsicólogo de la Universidad de Cambridge, lo resume así:

“La despersonalización es como si el cerebro pulsara el botón de ‘pausa emocional’. Se distancia de la experiencia para reducir el sufrimiento.”

Este fenómeno también puede verse potenciado por trastornos de ansiedad, depresión, consumo de drogas, fatiga extrema o falta de sueño. En algunos casos, puede aparecer de forma aislada tras un episodio traumático o una crisis existencial.

Lo que revela la ciencia del cerebro.

Los estudios de neuroimagen muestran alteraciones en regiones del cerebro vinculadas al autoconocimiento y la percepción corporal, como la corteza prefrontal, el corte cingulado anterior y las áreas temporoparietales. En particular, se observa una desconexión entre los sistemas emocionales (amígdala e ínsula) y las áreas racionales, lo que explicaría por qué los pacientes saben que están vivos, pero no lo sienten.

¿Tiene cura el síndrome de vivir en tercera persona?

Aunque no existe una “cura” definitiva, el tratamiento suele combinar psicoterapia cognitivo-conductual, técnicas de mindfulness y, en algunos casos, medicación ansiolítica o antidepresiva. El objetivo es reconectar cuerpo, mente y entorno, ayudando al paciente a recuperar el sentido de realidad y pertenencia.

También se ha demostrado útil la terapia de exposición interoceptiva, que enseña a tolerar sensaciones corporales intensas sin miedo, y la práctica de actividades físicas o artísticas, que devuelven anclaje al presente.

Un fenómeno cada vez más visible.

Las redes sociales han contribuido a dar visibilidad al síndrome, con miles de usuarios compartiendo testimonios en plataformas como Reddit o TikTok, describiendo esa extraña sensación de “vivir en tercera persona”. Aunque no todos los casos implican un trastorno clínico, el aumento de estrés, el exceso de pantallas y la desconexión emocional moderna parecen actuar como detonantes.

En una era donde la vida se narra constantemente desde fuera —a través de selfies, stories y vídeos—, el síndrome de despersonalización también plantea una pregunta más profunda: ¿Hasta qué punto seguimos siendo protagonistas de nuestra propia historia?

Sitio Fuente: NCYT de Amazings