Avanza la construcción del dron nuclear que volará por Titán
ASTRONÁUTICA.
El dron Dragonfly, que, si no surgen retrasos, partirá de la Tierra en 2028 a bordo de una nave que lo llevará a Titán, una luna de Saturno, está ya en una fase bastante avanzada de construcción.
En un túnel de viento de la NASA, los ingenieros Max Wolbeck y Daniel Peterson, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, instalan y ajustan los rotores en una versión simplificada de prueba del Dragonfly. Foto: NASA
Dragonfly, un helicóptero robótico del tamaño de un automóvil, energizado nuclearmente, y que está siendo construido para la NASA en el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, Estados Unidos, explorará Titán mediante vuelos aéreos, aprovechando que la atmósfera de ese mundo es más densa que la de la Tierra y su fuerza de gravedad es menor que la reinante en nuestro mundo. Una aeronave tiene mucho más fácil volar en Titán que en la Tierra.
El viaje hasta Titán durará seis años. Una vez allí, el Dragonfly pasará más de tres años investigando terrenos distintos en los que vaya aterrizando vuelo tras vuelo. Su sofisticado instrumental científico le permitirá profundizar en la geología y la química de ese fascinante astro. Entre otras cosas, es fascinante porque, pese a ser muchísimo más frío que la Tierra, posee una química notablemente similar en bastantes aspectos a la que se cree que tuvo la Tierra antes del surgimiento de vida en ella. Estudiar la química actual de Titán puede aportar datos nuevos y reveladores sobre la química prebiótica que en la Tierra preparó el escenario para la aparición de las primeras formas de vida.
Tal como subraya Elizabeth “Zibi” Turtle, investigadora principal del equipo del Dragonfly en el APL, Dragonfly ha ido mucho más allá del simple esquema en una pantalla de ordenador que era al principio. Ahora, esta audaz idea de exploración se está transformando en realidad a medida que los ingenieros construyen partes del dron. Esta realidad también se palpa en las salas blancas y los túneles de viento, donde ya se ponen a prueba componentes del Dragonfly.
Entre las pruebas más recientes, figuran análisis aerodinámicos de los rotores del Dragonfly y pruebas de durabilidad del revestimiento que aislará el helicóptero de las gélidas temperaturas de Titán.
La carga útil científica también está tomando forma, con componentes de los instrumentos siendo sometidos a pruebas adicionales y otros siendo ya ensamblados.
También se están evaluando ya los sistemas de vuelo.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings