El peligro invisible de los microplásticos en la cadena alimentaria
CIENCIAS DE LA VIDA / ECOLOGÍA.
Los microplásticos se han convertido en uno de los problemas ambientales más urgentes del siglo XXI. Estas diminutas partículas de plástico, de menos de 5 milímetros de diámetro, están presentes en océanos, ríos, suelos e incluso en el aire que respiramos. Lo preocupante es que ya no solo afectan a la fauna marina, sino que han entrado de lleno en la cadena alimentaria humana, con posibles consecuencias para nuestra salud.
¿Qué son los microplásticos y de dónde provienen?
Los microplásticos se generan a partir de la degradación de objetos plásticos más grandes —bolsas, botellas, fibras textiles—, así como de productos diseñados intencionalmente en ese formato, como los microgránulos de cosméticos o exfoliantes. Una vez liberados al medio ambiente, son prácticamente imposibles de eliminar.
Según estudios recientes, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, y una parte significativa acaba fragmentándose en microplásticos que terminan en mares y cultivos.
¿Cómo llegan los microplásticos a nuestros alimentos?
La vía más conocida es el consumo de pescado y marisco: moluscos, crustáceos y peces ingieren microplásticos presentes en el agua, que luego terminan en nuestros platos. Pero no es la única ruta:
- Sal de mesa: se han detectado partículas plásticas en sales de origen marino.
- Frutas y verduras: algunas investigaciones muestran que las raíces de plantas pueden absorber microplásticos del suelo.
- Agua potable: tanto el agua embotellada como la de grifo contienen microplásticos en diferentes concentraciones.
- Aire: la inhalación también supone una fuente de exposición diaria.
Impacto en la salud humana.
Aunque la investigación aún está en desarrollo, los expertos advierten que los microplásticos pueden actuar como vehículos de sustancias tóxicas, metales pesados y contaminantes químicos que se adhieren a su superficie. Entre los posibles riesgos se incluyen:
- Alteraciones en el sistema endocrino.
- Respuestas inflamatorias y estrés oxidativo en tejidos.
- Efectos potenciales sobre la fertilidad y el desarrollo embrionario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado la necesidad de estudios más profundos, pero subraya que la presencia de microplásticos en alimentos y bebidas es motivo de preocupación global.
¿Qué se está haciendo para reducir este problema?
La Unión Europea y otros organismos internacionales han comenzado a legislar para limitar el uso de plásticos de un solo uso y prohibir los microplásticos añadidos intencionalmente en cosméticos. Además, se están desarrollando tecnologías de filtrado avanzadas para reducir la presencia de partículas en el agua potable.
Sin embargo, la clave está en reducir el consumo de plásticos y fomentar la economía circular: reciclar, reutilizar y apostar por materiales alternativos más sostenibles.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings