La OMS recomienda el lenacapavir inyectable para prevenir la infección por el VIH

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD.

Principales novedades normativas anunciadas en la conferencia de la Sociedad Internacional del Sida de 2025.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica hoy unas nuevas directrices en las que recomienda la administración inyectable de lenacapavir, dos veces al año, como opción adicional de profilaxis previa a la exposición frente a la infección por el VIH. Se trata de una importante recomendación normativa que podría redefinir la acción mundial frente a esta infección. Las directrices se han presentado en la 13.ª Conferencia de la Sociedad Internacional del Sida sobre Ciencia y VIH (IAS 2025) que se celebra en Kigali (Rwanda).

Al ser la primera terapia preventiva autorizada con esta indicación que se puede administrar cada seis meses, el lenacapavir de acción prolongada es una alternativa muy eficaz a los comprimidos orales diarios y a otras opciones de corta duración. Gracias a que se inyecta solo dos veces al año, puede ser un gran avance para proteger a las personas expuestas al riesgo de infectarse por el VIH, sobre todo si tienen dificultades para seguir un tratamiento diario, están estigmatizadas o carecen de acceso a servicios de salud.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha declarado: «Aunque aún no disponemos de una vacuna contra el VIH, el lenacapavir es una muy buena opción: se trata de un antirretrovírico de acción prolongada que, según los ensayos, previene la infección en casi todas las personas de riesgo. La publicación de las nuevas directrices de la OMS, junto con la reciente aprobación del tratamiento por parte de la FDA, permite dar un gran paso adelante para ampliar el acceso a esta poderosa herramienta. La OMS está comprometida a colaborar con los países y los asociados para que esta nueva terapia se administre con la mayor rapidez y seguridad posibles».

Las nuevas directrices se publican en un momento crítico en que los avances por prevenir la infección por el VIH se han estancado. En 2024 se registraron 1,3 millones de nuevas infecciones, que afectaron sobre todo a grupos clave y prioritarios, como los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas transgénero, los consumidores de drogas inyectables, las personas privadas de libertad y los niños y adolescentes. La recomendación de la OMS sobre el lenacapavir es una apuesta firme por la ampliación y diversificación de las medidas de prevención, ya que ofrece una nueva opción para que cada persona cuide de su salud conforme a sus circunstancias.

La simplificación de las pruebas elimina un obstáculo importante.

La OMS recomienda en estas directrices un enfoque de salud pública para detectar el VIH mediante pruebas rápidas, a fin de facilitar la administración de profilaxis inyectable de acción prolongada antes de la exposición, tanto con lenacapavir como con cabotegravir. Este procedimiento es más sencillo, evita pasos complejos y costosos y ayuda a salvar un importante obstáculo al acceso que permitirá la dispensación a través de farmacias, consultorios y servicios de telesalud.

Próximos pasos: un llamado a la aplicación.

El lenacapavir se suma a otras opciones de profilaxis previa a la exposición recomendadas por la OMS, como los comprimidos orales que se toman a diario, el cabotegravir inyectable y el anillo vaginal con dapivirina, como parte del conjunto de recursos cada vez más amplio para poner fin a la epidemia causada por el VIH. Aunque, por el momento, el acceso al lenacapavir fuera del contexto de los ensayos clínicos sigue siendo limitado, la OMS insta a los gobiernos, los donantes y los asociados mundiales del ámbito de la salud a comenzar a incorporarlo sin demora en los programas nacionales de prevención combinada, al tiempo que se recopilan datos esenciales sobre su uso, el cumplimiento por los usuarios y sus efectos en condiciones reales.

Otras recomendaciones formuladas por la OMS en la IAS 2025.

Por primera vez, las directrices terapéuticas de la OMS incluyen la recomendación clara de prescribir cabotegravir o rilpivirina inyectables de acción prolongada como alternativa para los adultos y adolescentes en los que se haya logrado una supresión vírica completa con antirretrovíricos orales y que no tengan una infección activa por el virus de la hepatitis B. Gracias a este enfoque se atiende mejor a las personas que viven con el VIH y presentan dificultades para tomar medicamentos orales a diario.

Las directrices actualizadas sobre la integración de la prestación de servicios incluyen recomendaciones para incorporar los servicios que se prestan a las personas con infección por el VIH en la atención a enfermedades no transmisibles, como la hipertensión y la diabetes, así como en la atención a la salud mental para tratar la depresión, la ansiedad y los trastornos por consumo de alcohol, junto con intervenciones destinadas a favorecer el cumplimiento del tratamiento antirretrovírico. Asimismo, las nuevas directrices sobre el manejo de infecciones de transmisión sexual asintomáticas recomiendan la realización de pruebas de detección de gonorrea y clamidia a los grupos clave y prioritarios.

En el caso de las personas infectadas por el VIH que tienen viruela símica (mpox) y no han iniciado un tratamiento antirretrovírico o lo han interrumpido durante un periodo prolongado, se les recomienda encarecidamente que empiecen el tratamiento de inmediato. Además, se aconseja realizar pruebas de detección del VIH lo antes posible a toda persona en la que se haya confirmado mpox o de quien se sospeche que puede presentar esta enfermedad. En los procedimientos operativos normalizados de la OMS también se insiste en la necesidad de realizar pruebas de detección del VIH y la sífilis a todas estas personas.

Habida cuenta de la problemática general de los programas de lucha contra el VIH y de la variabilidad actual de la financiación, la OMS ha publicado también nuevas orientaciones operacionales para garantizar la continuidad de los servicios prioritarios de atención a los afectados. Las orientaciones ofrecen un marco gradual que permite a los países establecer prioridades, evaluar riesgos, monitorear las interrupciones y adaptar los sistemas a fin de mantener los resultados de salud y conservar los logros alcanzados.

La Dra. Meg Doherty, Directora del Departamento de Programas Mundiales sobre VIH, Hepatitis e ITS de la OMS y próxima Directora de Ciencia, Investigación, Evidencia y Calidad para la Salud de la Organización, ha declarado: «Contamos con las herramientas y los conocimientos necesarios para poner fin al sida como problema de salud pública. Lo que necesitamos ahora es aplicar decididamente estas recomendaciones con criterios de equidad y con ayuda de la población».

El VIH sigue siendo un importante problema de salud pública en todo el mundo. Se calcula que, a finales de 2024, 40,8 millones de personas estaban infectadas, el 65 % de ellas en la Región de África de la OMS. Aproximadamente 630 000 personas fallecieron por causas relacionadas con este virus en todo el mundo, y unos 1,3 millones lo contrajeron, entre ellas 120 000 niños y niñas. El acceso al tratamiento antirretrovírico sigue en aumento: en 2024, 31,6 millones de personas estaban en tratamiento, frente a 30,3 millones en 2023.

En un momento en que la financiación destinada al VIH y la salud en general se está reduciendo, las nuevas directrices actualizadas de la OMS ofrecen estrategias prácticas y basadas en la evidencia para seguir avanzando. Al ampliar las opciones de prevención y tratamiento, simplificar la prestación de servicios e impulsar la integración con otros servicios de salud, permitirán actuar frente al VIH con más eficacia, equidad y resiliencia. Es el momento de aplicar estas medidas sin demora para obtener beneficios reales.

Sitio Fuente: OMS