Los dispositivos de concentración de peces fondeados eliminan la incertidumbre en la pesca

FAO.

Una tecnología sencilla aumenta las capturas y los ingresos de las comunidades costeras de Mozambique.

El azul penetrante del océano baña suavemente las playas vírgenes de la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique. Pero su deslumbrante belleza oculta lo difícil que resulta para los pescadores locales ganarse la vida con él.

Para Mário Sadique, pescador de 52 años y padre de 12 hijos del distrito costero de Mecufi, el mar ha sido durante mucho tiempo una fuente vital de alimento e ingresos, y un desafío incesante.

“Pesco para mantener a mi familia, pero a veces es difícil atrapar algo o el tiempo es muy malo como para salir al mar”, dice Mário. “También me dedico un poco a la agricultura para complementar el suministro de alimentos y los ingresos de mi familia”.

Divorciado y único sostén de sus 12 hijos —seis de los cuales tienen entre tres y ocho años y aún viven con él—, Mário soporta una pesada carga.

Sus viajes de pesca solían ser arduos. Tres veces por semana remaba durante dos horas en su canoa tradicional para llegar a aguas más profundas, donde pasaba la noche pescando atún y otras especies de alta mar, y a menudo no regresaba hasta la tarde del día siguiente. A pesar de su esfuerzo, las capturas solían ser escasas, en parte por la falta de artes de pesca adecuadas y en parte por la disminución de los bancos de peces cerca de la costa.

En un mal día, a veces volvía con apenas un kilo de pescado, apenas suficiente para alimentar a su familia, mucho menos para vender.

La imprevisibilidad del mar lo obligaba a cambiar constantemente de zona, confiando casi exclusivamente en el instinto y la suerte del pescador.

Un proyecto piloto puesto en marcha por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) junto con el Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Pesca de Mozambique instaló ocho DCPf para cuatro comunidades de la provincia. Estos dispositivos, compuestos por bloques de hormigón para anclarlos y una serie de cadenas, boyas y materiales de concentración, atraen a los peces, lo que facilita su captura.

--

La FAO capacitó a técnicos nacionales y pescadores en la construcción y el despliegue de los DCPf. Izquierda/arriba: © FAO/Isilda Mabasso. Derecha/abajo: © FAO/María Legaristi Royo.

Para el proyecto en Cabo Delgado, los componentes de atracción de los DCPf están hechos de materiales orgánicos sostenibles, como frondas de cocotero y cuerdas. Funcionan porque los microorganismos o las algas se adhieren al material de atracción. Los peces más pequeños se alimentan de ellos y, a su vez, estos atraen a peces más grandes. En los entornos tropicales, la sombra que proporcionan los DCPf también atrae a los peces.

“La idea de instalar DCPf era permitir que los pescadores en pequeña escala accedieran a las abundantes poblaciones de atún en alta mar, ya que hay una fuerte presión pesquera en las aguas costeras”, afirma Jon Lansley, Oficial de industrias pesqueras de la FAO.

Como parte del proyecto, la FAO capacitó a técnicos nacionales y pescadores en la construcción y el despliegue de los DCPf. Dieciséis pescadores también aprendieron nuevos métodos para pescar alrededor de estos dispositivos. Además, se les proporcionó equipo básico, como sedales, anzuelos y señuelos.

Gracias al apoyo financiero del Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (Norad), el proyecto ha dado como resultado un aumento de las capturas, mayores ingresos y menos tiempo en el mar.

-

Los pescadores que trabajan habitualmente alrededor de los DCPf han informado de una mejora significativa en las capturas. © FAO/Isilda Mabasso

Capturas más abundantes y confiables.

Los sencillos pero revolucionarios DCPf han permitido a Mário pescar en un lugar estable, acortar sus viajes y aumentar drásticamente sus capturas, que han pasado de entre uno y cinco kilos por viaje a un promedio de unos 20 kilos, lo que ha incrementado considerablemente sus ingresos. En un buen día, puede ganar hasta 3 000 MZN (47 USD) en una sola salida.

“Gracias a los DCPf, por fin supe que no volvería a casa con las manos vacías”, afirma Mário.

Esta nueva estabilidad le ha permitido a Mário asegurar que haya comida en la mesa e invertir más en la educación de sus hijos.

Desde que se instalaron los dispositivos, Mário y más de 100 pescadores que faenan regularmente alrededor de los DCPf han informado de una mejora significativa en las capturas, y los niveles de extracción se mantienen sostenibles, ya que los pescadores utilizan canoas pequeñas y no salen al mar todos los días.

Si bien siguen existiendo desafíos como las condiciones meteorológicas extremas, por ejemplo el ciclón Chido que azotó la zona en diciembre de 2024, los pescadores se encuentran en una mejor posición para recuperarse de estas crisis.

El atún, en su mayoría de gran tamaño, que los pescadores pueden capturar ahora es muy valorado, especialmente por los restaurantes y hoteles de la capital provincial, Pemba. Esta captura contribuye a mejorar la estabilidad económica de la comunidad pesquera y a una mejor nutrición.

La FAO se está preparando para instalar más DCPf y distribuir 100 equipos de aparejos a los pescadores locales como parte de un nuevo proyecto en 2025.

Sitio Fuente: FAO