¿Podemos detener las tormentas? Científicos crean un método para debilitar fenómenos climáticos extremos
CIENCIAS DE LA TIERRA Y TECNOLOGÍA.
La ciencia avanza a pasos agigantados, y ahora los investigadores han logrado un hallazgo que podría cambiar la forma en que entendemos y enfrentamos los fenómenos climáticos extremos.
En un estudio publicado por The Journal of Geophysical Research: Atmospheres, científicos de la Universidad Nacional de Australia han descubierto un método para debilitar las tormentas, huracanes y ciclones antes de que alcancen su máxima intensidad. Este enfoque, basado en inyectar partículas, ha abierto la puerta a una nueva era de control climático.
El proceso de «asesino de tormentas»
El método desarrollado por los científicos australianos se basa en la inyección de partículas específicas en las tormentas al comienzo de su formación. Este proceso se centra en dos tipos de partículas. Las pequeñas, que inicialmente aumentan la energía del ciclón, y las más grandes, que actúan como un «enfriador» del aire caliente que alimenta la tormenta. Esto crea una «piscina fría», lo que debilita la tormenta antes de que se desarrolle por completo.
Este proceso tiene como objetivo reducir la energía de los fenómenos climáticos de manera eficiente, aprovechando el poder de las partículas para intervenir antes de que la tormenta alcance su punto máximo. Por ejemplo, se necesitarían alrededor de 4 toneladas de partículas por hora para debilitar una tormenta de 200 kilómetros de radio. Aunque parece un desafío, los científicos están dando pasos firmes hacia la posibilidad de controlar el clima.
Próximos pasos: pruebas en tormentas de alta mar.
Después de este prometedor descubrimiento, los científicos planean probar su método en tormentas que se desarrollen en alta mar, lejos de las costas y sin riesgo para las zonas habitadas. Esto les permitirá perfeccionar el sistema de dispersión de partículas y asegurarse de que el proceso no cause efectos secundarios imprevistos. En las siguientes etapas, se realizarán simulaciones controladas para entender mejor cómo las partículas interactúan con las tormentas en diversas condiciones.
El fracaso del «Project Stormfury».
El «Project Stormfury», que tuvo lugar entre 1962 y 1983, es un ejemplo de intentos fallidos de controlar huracanes. Este proyecto trató de disolver tormentas con yoduro de plata, pero no tuvo éxito, ya que no se comprendía completamente la dinámica de los fenómenos. El fracaso de este proyecto dejó claro que controlar el clima no es tarea fácil.
A lo largo de los años, surgieron propuestas aún más impactantes, como el uso de explosivos nucleares o remolcar icebergs para desviar el curso de las tormentas. Sin embargo, debido a los peligros involucrados, estas ideas nunca se llevaron a cabo. A pesar de los fracasos pasados, el nuevo enfoque basado en partículas ofrece un rayo de esperanza para quienes buscan prevenir o mitigar los efectos devastadores de las tormentas.
¿El futuro del control climático?
Aunque este nuevo descubrimiento es aún incipiente, ofrece una nueva perspectiva sobre cómo podríamos reducir la fuerza de las tormentas y otros fenómenos climáticos extremos. Si las pruebas resultan exitosas, podríamos estar a punto de presenciar una nueva era en la lucha contra los desastres naturales. Si bien el camino está lleno de desafíos, el avance es prometedor y podría marcar el comienzo de un futuro donde el control del clima sea una realidad.
Por: Alberto Vázquez.
Sitio Fuente: Agencia ID