Herencia tóxica: Cómo el DDT afecta a las generaciones posteriores décadas después de su uso
CIENCIAS DE LA TIERRA / CONTAMINACIÓN.
Aunque su utilización ha sido prohibido en numerosos países desde hace décadas, el DDT (dicloro difenil tricloroetano) sigue teniendo un impacto significativo en la salud humana y ambiental.
Este pesticida, símbolo del progreso agrícola del siglo XX, ha demostrado ser un legado tóxico que afecta no solo a quienes estuvieron directamente expuestos, sino también a sus descendientes.
Foto: Roel Coutinho/Wikimedia Commons.
¿Qué es el DDT y por qué se prohibió?
Desarrollado en la década de 1940, el DDT fue ampliamente utilizado para controlar insectos transmisores de enfermedades como la malaria, así como plagas agrícolas. Su eficacia fue tal que le valió a Paul Hermann Müller el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1948. Sin embargo, a partir de los años 60, estudios comenzaron a mostrar sus efectos dañinos en la fauna, especialmente en aves, y posteriormente en humanos.
El libro Silent Spring de Rachel Carson (1962) despertó la conciencia ambiental sobre los efectos colaterales del DDT, lo que llevó a su prohibición en Estados Unidos en 1972. Desde entonces, muchos otros países lo han prohibido, aunque todavía se usa en algunos lugares con fines de control vectorial.
Persistencia y bioacumulación: las claves del problema.
El DDT es un compuesto organoclorado, altamente persistente en el medio ambiente. Puede permanecer en el suelo y en los tejidos animales durante décadas. Al ser lipofílico, se acumula en la grasa corporal y se transmite fácilmente a través de la placenta y la leche materna.
Esta característica lo convierte en un contaminante ideal para el estudio de efectos a largo plazo y a nivel intergeneracional.
Consecuencias en las generaciones posteriores: lo que dice la ciencia.
1. Alteraciones endocrinas y reproductivas.
Diversos estudios han identificado que la exposición prenatal al DDT o a su metabolito DDE puede afectar el desarrollo hormonal de los descendientes. Un estudio del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (2017) encontró que mujeres expuestas al DDT durante el embarazo tenían hijas con mayor riesgo de obesidad y menarquia precoz.
En hombres, se ha observado una reducción en la calidad del esperma y alteraciones en los niveles de testosterona en hijos y nietos de mujeres expuestas.
2. Aumento del riesgo de cáncer.
Un estudio de la Universidad de California (2021) reveló que las nietas de mujeres expuestas al DDT tenían un riesgo significativamente mayor de desarrollar cáncer de mama, incluso si ellas mismas nunca estuvieron expuestas directamente. Esto apunta a una posible modificación epigenética heredable.
3. Efectos neurológicos y cognitivos.
Investigaciones recientes muestran vínculos entre la exposición prenatal al DDT y trastornos del neurodesarrollo, como el TDAH y el autismo. Un estudio publicado en Environmental Health Perspectives (2018) asoció niveles elevados de DDE en sangre materna con un mayor riesgo de autismo en sus hijos.
Mecanismos epigenéticos: la herencia más allá del ADN.
Los efectos del DDT sobre las generaciones posteriores parecen estar mediados por mecanismos epigenéticos. Estos incluyen la metilación del ADN y modificaciones en histonas que pueden alterar la expresión génica sin cambiar la secuencia del ADN.
Es decir, el DDT no solo afecta al individuo directamente expuesto, sino que “marca” el genoma de manera que puede transmitir disfunciones a la descendencia.
¿Qué se puede hacer?
A pesar de la prohibición, el DDT persiste en ecosistemas y cuerpos humanos. Entre las acciones necesarias destacan:
- Monitoreo continuo de residuos de DDT y DDE en poblaciones vulnerables.
- Investigación en epigenética para desarrollar terapias preventivas.
- Educación pública sobre la exposición a contaminantes persistentes.
- Apoyo a alternativas más seguras en el control de vectores.
El DDT es un recordatorio de que las decisiones químicas del pasado pueden tener un precio genético a pagar por generaciones futuras. Entender y divulgar los efectos transgeneracionales de este pesticida no es solo un ejercicio académico: es una urgencia sanitaria y ambiental. La ciencia nos ofrece una advertencia clara, y es nuestra responsabilidad actuar en consecuencia.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings