Controlar la presión arterial podría reducir el riesgo de demencia
CIENCIAS DE LA SALUD / MEDICINA PREVENTIVA.
Reducir la hipertensión disminuye de forma sustancial la posibilidad de sufrir demencia y deterioro cognitivo, según los resultados de un ensayo clínico de fase 3 con más de 30 000 pacientes en zonas rurales de China, publicados en Nature Medicine.
Los investigadores observaron que los pacientes intervenidos lograron una mejoría en el control de su PA. / Freepik
Investigadores del Southwestern Medical Center (Dallas, EE UU) han comprobado en un estudio que reducir la presión arterial ayuda a disminuir el riesgo de demencia y deterioro cognitivo.
Los resultados del ensayo clínico en fase 3 con 33 995 pacientes con hipertensión de pueblos de la China rural, publicados en Nature Medicine, resaltan la importancia de la adopción generalizada de un control más intensivo de presión arterial en pacientes hipertensos para reducir la carga global de enfermedad por demencia.
El equipo de Jiang He, del departamento de Epidemiología en el centro estadounidense, utilizó la ayuda de ‘médicos de aldea’ –profesionales comunitarios sin formación médica– para controlar la presión arterial de pacientes mayores de 40 años en más de 163 zonas rurales de China.
Resultados.
El grupo de intervención, compuesto por un total de 17 407 pacientes, recibió medicación antihipertensiva y asesoramiento para medirse la tensión en casa, así como pautas para cambiar su estilo de vida. Entre los cambios, se les recomendaron dietas para bajar de peso, reducción de la ingesta de sodio y moderación en el consumo de alcohol.
Un total de 17 407 pacientes recibió medicación antihipertensiva y asesoramiento para medirse la tensión en casa, así como pautas para cambiar su estilo de vida
Por otro lado, las personas del grupos de control solo recibieron formación y la medición de su presión arterial en un centro sanitario.
Tras cuatro años, los investigadores observaron que los pacientes intervenidos lograron una mejoría en el control de su presión arterial por debajo de 130/80 mm HG, con respecto a los de control. Además, redujeron sustancialmente el riesgo de demencia por cualquier causa en un 15 % y el deterioro cognitivo en un 16 %.
“Esto concuerda con un informe histórico publicado el año pasado en The Lancet, que destacaba que la hipertensión arterial no tratada era uno de los catorce factores de riesgo que explican casi la mitad de los casos de demencia en todo el mundo”, comenta al SMC UK Julia Dudley, directora de investigación de Alzheimer’s Research UK, que no participa en el estudio.
Un factor de riesgo añadido.
Actualmente, no existe una correlación directa entre la demencia y la hipertensión, “ya que los mecanismos de la demencia son mucho más complejos”, comenta a SINC el investigador del Instituto Cajal-CSIC Ricardo Martínez Murillo, que tampoco participa en la investigación de Nature Medicine.
No obstante, la hipertensión sí que supone un riesgo añadido a otros factores que influyen en el desarrollo de esta condición mental como pueden ser el tabaquismo o la diabetes.
Cuanto menor es el riego sanguíneo en el cerebro, la supervivencia neuronal baja, lo que se traduce en un deterioro de la conexión entre neuronas
“Una hipertensión prolongada produce alteraciones que podrían desembocar en demencia debido a trastornos sencillamente vasculares como una menor irrigación de sangre al cerebro” asegura Martínez.
Esto se debe a que cuanto menor es el riego sanguíneo en el cerebro, la supervivencia neuronal cae, lo que se traduce en un deterioro de la conexión entre neuronas.
Además, a partir de los 40, hay que empezar a controlar la tensión arterial, apunta el investigador español, ya que pueden surgir otro tipo de afecciones vasculares como el infarto cerebral -Ictus- o los infartos lacunares, que son como “bombas de racimo” que van minando áreas del cerebro.
Más casos de demencia para 2050.
Los investigadores estiman que el número global de personas con demencia aumentará de 57,4 millones en 2019 a 152,8 millones para 2050, con un mayor impacto en países de ingresos bajos y medios.
Estudios previos sugerían que las intervenciones en el estilo de vida, como llevar una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente, podrían ser la manera más efectiva de reducir la creciente incidencia global de la demencia.
Solo unos pocos ensayos controlados han evaluado el efecto de los medicamentos que reducen la presión arterial sobre el riesgo de demencia
Los investigadores también encontraron que las personas con hipertensión no tratada tenían un 42 % más de riesgo de desarrollar demencia a lo largo de su vida que los participantes sanos.
Sin embargo, solo unos pocos ensayos controlados han evaluado el efecto de los medicamentos que reducen la presión arterial sobre el riesgo de demencia, y ninguno lo ha considerado como un criterio de valoración principal del ensayo.
Ampliar el estudio.
“Será importante ver si esta reducción del riesgo se mantiene durante más tiempo que el periodo de seguimiento de cuatro años del estudio y si se observan efectos similares en otras poblaciones que reciben el mismo tratamiento”, declara al SMC UK James Leiper, director de Investigación de la Fundación Británica del Corazón.
La demencia es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo, por lo que los resultados de este ensayo en el que se han utilizado tratamientos para la hipertensión tradicionales podrían reducir el riesgo de esta enfermedad cognitiva, según los autores. Fuente: Marcos D. Oliveros.
Por: Marcos D. Oliveros.
Sitio Fuente: SINC