El asteroide "asesino de ciudades" se alejará en 2032, pero podría volver en cualquier momento, e incluso acompañado
COSMOLOGÍA / ASTRONOMÍA.
2024 YR4 y otros asteroides como 887 Alinda no son actualmente un peligro para la Tierra: sin embargo, los astrónomos no están seguros sobre cómo podrían evolucionar sus órbitas en las próximas décadas.
Una imagen de radar del asteroide Alinda tomada en enero de 2024. / Crédito: NASA/JPL.
2024 YR4 se perderá en 2032 lejos de la Tierra, pero al acercarse será expulsado de su órbita y ya no volverá cada cuatro años. Sin embargo, a pesar de esta desviación su órbita aún cruzará la nuestra, pero no con tanta frecuencia. Podría volver en 2052, y será crucial seguir observándolo junto a otros asteroides potencialmente peligrosos.
En un artículo publicado en The Conversation, el científico Martin Connors, Profesor de Astronomía, Matemáticas y Física de la Universidad de Athabasca, en Canadá, analiza la trayectoria y el comportamiento del asteroide 2024 YR4, más conocido como "asesino de ciudades", destacando que las últimas observaciones han reducido drásticamente la probabilidad de un impacto contra la Tierra en 2032.
Connors explica que este objeto, clasificado como un asteroide cercano a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), fue detectado en un primer momento con datos que sugerían un riesgo de colisión, generando alarma en la comunidad científica y en el público en general. Incluso, hasta fue convocado "de urgencia" el Telescopio Espacial James Webb (JWST) para estudiarlo en profundidad.
Tranquilidad a corto plazo.
Sin embargo, al incorporar nuevos datos y mejorar los modelos orbitales, se concluyó que las incertidumbres inherentes a las mediciones iniciales se han minimizado, descartándose un impacto directo para esa fecha. Más allá de esto, el científico aclara que aunque 2024 YR4 no representará una amenaza inminente para nuestro planeta en 2032, la naturaleza de este tipo de cuerpos implica que sus órbitas pueden volver a cruzarse con la de la Tierra en el futuro.
Este comportamiento cíclico se debe a las dinámicas orbitales, en las que pequeñas perturbaciones gravitacionales, por ejemplo provocadas por encuentros cercanos con planetas u otros cuerpos del Sistema Solar, pueden alterar ligeramente la trayectoria de estos asteroides. Algo similar sucede con 887 Alinda, que es un millón de veces más masivo que 2024 YR4 y podría causar un evento de extinción global: pasó cerca de nuestro planeta en enero de 2024, pero por el momento se mantiene fuera de la órbita terrestre.
Alerta permanente.
De esta manera, incluso cuando se descarta un impacto en un futuro próximo, es fundamental continuar con la vigilancia y el monitoreo periódico de estos cuerpos, ya que sus trayectorias cercanas pueden ofrecer pistas sobre cambios en sus órbitas a mediano y largo plazo. Por ejemplo, existiría una posibilidad de que 2024 YR4 regrese en 2052 y tampoco puede descartarse que 887 Alinda modifique su órbita en las próximas décadas.
En definitiva, la comunidad científica debe mantener un enfoque preventivo. Aunque la reducción en el riesgo inmediato para 2024 YR4 es motivo de alivio, el estudio de este y otros asteroides cercanos a la Tierra muestra que el planeta se encuentra en una especie de “zona de cruce” constante con objetos que, en otras circunstancias, podrían haber causado impactos devastadores.
Por: Pablo Javier Piacente / T21.
Sitio Fuente: Levante / Tendencias21