Las universidades europeas también están amenazadas por los recortes académicos de Trump

CIENCIA Y SOCIEDAD.-

Están recibiendo advertencias de pérdida de financiación si no se alinean con sus postulados climáticos y de diversidad.

Laboratorio de Ciudades del Futuro en ETH Zurich. / © ETH Zurich / Carlina Teteris.

La presión de Estados Unidos sobre las universidades para que se alineen con la ideología del gobierno Trump ha llegado a Europa, donde instituciones de Suiza, España y Países Bajos pueden perder financiación a importantes proyectos de investigación. Australia también está afectada.

La administración de Donald Trump ha extendido su influencia más allá de las fronteras estadounidenses, implementando una serie de medidas que afectan directamente a instituciones académicas europeas.

Estas acciones forman parte de una estrategia amplia para alinear la investigación científica y los programas universitarios con las nuevas directrices políticas de su gobierno, generando tensiones y desafíos en el ecosistema científico global.

El Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) de Zúrich, la universidad de Einstein, se ha convertido en un símbolo de esta presión. Hace unos días, las autoridades estadounidenses enviaron un cuestionario confidencial al ETH, exigiendo información detallada sobre proyectos financiados por EE. UU. para verificar su alineación con las políticas de la administración Trump.

Aunque el ETH se ha negado a revelar los proyectos específicos señalados, se especula que las preguntas se centran en temas climáticos, justicia medioambiental y políticas de diversidad e inclusión, áreas que Trump ha priorizado en su agenda de recortes.

Esta medida no es aislada: universidades en Australia, Canadá y Países Bajos han recibido requerimientos similares, lo que sugiere un patrón coordinado.

También en España.

En Países Bajos, la Universidad de Wageningen recibió cuestionarios de agencias estadounidenses, aunque las autoridades académicas han recomendado no responderlos. En España, la Biblioteca Ignasi Iglesias-Can Fabra de Barcelona enfrentó amenazas de recorte de fondos por sus políticas de diversidad, tras un requerimiento de la embajada estadounidense en Madrid. Estas acciones reflejan un intento de exportar la agenda política de Trump, que busca eliminar programas considerados "ideológicamente sesgados" en temas como género, clima o equidad racial.

En Francia, el gobierno ha respondido proactivamente: Philippe Baptiste, ministro de Investigación, destaca la "libertad científica" como un valor europeo frente a la interferencia política. Simone de Montmollin, presidenta de la Comisión de Ciencia del Parlamento suizo, ha criticado también la intromisión estadounidense como una amenaza a la autonomía académica.

El instrumento principal de presión es la financiación. Instituciones como el ETH de Zúrich reciben anualmente 2,5 millones de francos suizos (2,8 millones de dólares) de agencias estadounidenses como la NOAA y los NIH. Estas subvenciones están ahora bajo escrutinio, con cláusulas que exigen demostrar adherencia a las directrices de "America First". En Australia, el Grupo de las Ocho —coalición de universidades líderes— ha alertado asimismo que el recorte de fondos podría paralizar investigaciones médicas y de defensa críticas.

La incertidumbre generada por estas políticas de la Administración Trump ha dañado la confianza en las colaboraciones transatlánticas. La amenaza es real: el "Project 2025", un documento conservador que guía las políticas de Trump, propone reducir los costos indirectos de investigación —como infraestructura y administración— del 60% al 15%, lo que afectaría a universidades con proyectos complejos, ya sean de Estados Unidos o de otros países.

Por: Redacción T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21