¿Una misma cultura de neandertales y Homo sapiens?

ANTROPOLOGÍA E HISTORIA / ARQUEOLOGÍA.-

¿Los humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens) fueron rivales de los neandertales? ¿O, por el contrario, conformaron una misma cultura?

Un estudio pionero aporta datos reveladores sobre esta cuestión en el caso de los Homo sapiens y los neandertales que coexistieron en lo que hoy es la zona central de Israel durante el Paleolítico medio.

Ilustración simbólica sobre el concepto de cultura y tecnología compartidas por el neandertal y el Homo sapiens. Imagen: Efrat Bakshitz

El estudio lo ha realizado un equipo encabezado por Yossi Zaidner, de la Universidad Hebrea de Jerusalén en Israel.

La nueva investigación sobre el yacimiento arqueológico de la cueva de Tinshemet, en la zona central de Israel, revela que en el Paleolítico medio, los neandertales y los Homo sapiens de la región no solo coexistieron, sino que interactuaron activamente, compartiendo tecnología, estilos de vida y hasta costumbres funerarias.

Estas interacciones fomentaron el intercambio cultural, la complejidad social y las innovaciones en el comportamiento, como unos rituales funerarios específicos y el uso del ocre con fines decorativos expresando ideas de manera simbólica.

Mediante la integración de datos procedentes de cuatro campos clave (producción de herramientas de piedra, estrategias de caza, comportamiento simbólico y complejidad social), los autores del estudio han llegado a la conclusión de que distintos grupos humanos, incluidos neandertales, preneandertales y Homo sapiens, mantuvieron interacciones significativas. Estos intercambios facilitaron la transmisión de conocimientos y condujeron a la progresiva homogeneización cultural de las poblaciones.

La investigación sugiere que estas interacciones estimularon la complejidad social y las innovaciones en el comportamiento. Por ejemplo, las costumbres funerarias formales aparecieron hace unos 110.000 años en la región. Esta tendencia pionera fue probablemente uno de los resultados de la intensificación de las interacciones sociales.

Un descubrimiento sorprendente de la cueva de Tinshemet es el amplio uso de pigmentos minerales, sobre todo ocre, que posiblemente se emplearon para la decoración corporal. Esta práctica pudo servir para definir identidades sociales y distinciones entre grupos, al margen de la anatomía de cada especie.

Los descubrimientos hechos en este estudio indican, en definitiva, que las conexiones humanas, y no el aislamiento, fueron un motor esencial de los avances tecnológicos y culturales en esa época.

La excavación de la cueva de Tinshemet, dirigida por Yossi Zaidner, así como por Israel Hershkovitz de la Universidad de Tel Aviv en Israel y Marion Prévost de la Universidad Hebrea de Jerusalén, está en marcha desde 2017.

El nuevo estudio se titula “Evidence from Tinshemet Cave in Israel suggests behavioural uniformity across Homo groups in the Levantine mid-Middle Palaeolithic circa 130,000–80,000 years ago”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Human Behaviour.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings