Licuefacción del terreno: Un fenómeno destructivo en los terremotos

CIENCIAS DE LA TIERRA / GEOLOGÍA.-

La licuefacción del terreno es uno de los fenómenos más devastadores que pueden ocurrir durante un terremoto.

Este proceso, donde el suelo sólido se comporta temporalmente como un líquido, ha sido responsable de daños catastróficos en edificios, infraestructuras y vidas humanas. Comprender cómo ocurre y cómo podemos mitigar sus efectos es clave para mejorar la resiliencia de las zonas sísmicas.

La licuefacción ocurre cuando el suelo saturado de agua pierde su resistencia y rigidez debido al movimiento sísmico. En condiciones normales, los granos de suelo están en contacto, formando una estructura estable. Sin embargo, durante un terremoto, las vibraciones generan un aumento repentino de la presión del agua intersticial (agua atrapada entre los granos), separando los granos y reduciendo la cohesión del suelo.

El resultado: el suelo sólido se comporta como un fluido, incapaz de soportar estructuras encima de él.

¿En Qué Condiciones se Produce la Licuefacción?

No todos los suelos ni todos los terremotos generan licuefacción. Se requiere una combinación específica de factores:

1. Tipo de Suelo: Suelos arenosos o limosos, con partículas sueltas, son los más propensos. Suelos arcillosos, más cohesivos, tienden a resistir.

2. Saturación de Agua: Es esencial que el suelo esté completamente saturado de agua, algo común en áreas cercanas a cuerpos de agua o con alta capa freática.

3. Intensidad del Sismo: Solo los terremotos de cierta magnitud (generalmente superior a 5,5 en la escala de Richter) generan suficiente energía para desencadenar este fenómeno.

4. Duración de las Vibraciones: Movimientos sísmicos prolongados aumentan la probabilidad de licuefacción.

Impactos de la Licuefacción.

Cuando ocurre la licuefacción, las consecuencias pueden ser graves y generalizadas. Entre los principales impactos se encuentran:

1. Colapso de Edificaciones.

La licuefacción puede hacer que los cimientos de edificios pierdan estabilidad, provocando inclinaciones o colapsos totales. Ejemplos notables incluyen los daños en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, durante el terremoto de 2011.

2. Daños en Infraestructuras.

Carreteras, puentes, tuberías subterráneas y líneas ferroviarias son especialmente vulnerables. El desplazamiento del suelo puede fracturar estas estructuras, interrumpiendo servicios críticos.

3. Deslizamientos de Tierra.

En terrenos inclinados, la licuefacción puede desencadenar deslizamientos de tierra que arrasan todo a su paso.

4. Emisión de Arenas y Barro.

El agua y las partículas de arena pueden emerger a la superficie, creando depósitos de barro que cubren grandes áreas y complican las tareas de rescate.

Casos Históricos de Licuefacción.

Terremoto de Niigata, Japón (1964)

Uno de los ejemplos más estudiados. La licuefacción causó el colapso de numerosos edificios y puentes. En fotos icónicas, se ven edificios inclinados pero intactos debido a que el suelo bajo ellos perdió firmeza.

Terremoto de Loma Prieta, EE. UU. (1989)

En la Bahía de San Francisco, la licuefacción dañó severamente infraestructuras portuarias y contribuyó al colapso de la autopista Nimitz.

Terremoto de Sulawesi, Indonesia (2018).

En Palu, la licuefacción provocó que barrios enteros se deslizaran y quedaran sepultados, causando miles de muertes.

¿Cómo Prevenir los Daños por Licuefacción?

Aunque no se puede evitar la licuefacción, es posible mitigar sus efectos con estrategias de ingeniería y planificación:

1. Estudios Geotécnicos.

Realizar análisis detallados del suelo antes de construir en zonas sísmicas permite identificar áreas propensas a la licuefacción.

2. Mejora del Terreno.

Técnicas como la compactación dinámica, el drenaje del agua subterránea o la inyección de cementos en el suelo pueden reducir su vulnerabilidad.

3. Cimentaciones Especializadas.

Construir cimientos más profundos o en pilotes que atraviesen capas susceptibles de licuefacción y se anclen en estratos más firmes.

4. Regulaciones Urbanísticas.

Evitar la construcción en zonas altamente vulnerables o aplicar normativas de diseño sísmico que consideren este fenómeno.

Investigaciones y Tecnologías Emergentes.

Científicos e ingenieros están desarrollando nuevas tecnologías para predecir y mitigar la licuefacción:

- Modelos Computacionales: Simulaciones avanzadas que predicen cómo un terremoto afectará diferentes tipos de suelo.
- Sensores en Tiempo Real: Dispositivos que monitorean la presión del agua en el suelo y advierten sobre el riesgo de licuefacción antes de un terremoto.
- Nanotecnología: Uso de nanopartículas para reforzar el suelo y aumentar su resistencia.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings