La Tierra pudo ser inhabitable si esto hubiera ocurrido
ASTRONOMÍA.
Nuestro planeta, la Tierra, sería inhabitable si una supertierra se hubiera integrado al Sistema Solar en los tiempos de su formación.
JoeLena/Getty Images.
Los científicos le llaman «supertierras» a planetas, muy comunes en la Vía Láctea, que son más grandes que el mundo, pero no tan masivos como Neptuno. A pesar de que nuestra galaxia es rica en ese tipo de astros, en el Sistema Solar no hay ninguno de esos. Sin embargo, suponiendo que lo hubiera, al parecer nosotros seríamos los ausentes, pues la Tierra sería inhabitable.
Un equipo de científicos del Florida Institute of Technology (Estados Unidos) quiso saber qué ocurriría si en nuestro sistema solar existiera una supertierra, y lo que descubrieron es impresionante. En efecto, buscando cómo influyen los exoplanetas en las órbitas de otros, los investigadores encontraron que una supertierra hace que sus compañeros planetarios experimenten movimientos extraños y climas extremos.
Específicamente, lo que los científicos hicieron fue simular por ordenador el hipotético escenario en el cual una supertierra se uniera a la danza en torno al Sol. En su trabajo, el planeta estaría entre las órbitas de Marte y Júpiter.
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Parte de lo interesante, según un artículo de Space,com, es que esto podría haber sido posible, si la formación del Sistema Solar hubiera seguido otro curso. Para nosotros, afortunadamente no pasó.
¿Qué pasaría si hubiera una supertierra en el Sistema Solar?
En caso de una que supertierra hubiera entrado a formar parte de nuestro sistema planetario, su influjo gravitatorio habría desestabilizado a los mundos rocosos más pequeños, como la Tierra, la cual, a razón de esto, sería inhabitable.
Dado que la órbitas serían verdaderamente excéntricas, las condiciones de sus mundos también pasarían por alteraciones, siendo las climáticas las que en esencia nos impedirían estar aquí. Por ejemplo, sucederían periodos glaciales con mucha frecuencia.
En fin, lo que este trabajo nos muestra, entre más cosas, es que gracias a la atípica formación del Sistema Solar, respecto a lo común en la Vía láctea, tenemos otra razón que favorece a la vida.
Por: Alberto Milo.
Sitio Fuente: National Geographic en Español