Así es como los microplásticos pueden crear nubes y modificar el clima de la Tierra
CIENCIAS DE LA ATMÓSFERA.
Podrían afectar los patrones de precipitación, los pronósticos meteorológicos, el modelado climático e incluso la seguridad de la aviación.
Los microplásticos que alcanzan una determinada altura iniciarían procesos atmosféricos capaces de modificar el clima de la Tierra. / Crédito: Friedrich Teichmann en Pixabay.
Los microplásticos, directamente relacionados con los desechos industriales generados por la actividad humana y que están implicados en algunos de los problemas ambientales más graves que aquejan al planeta, también podrían producir nubes y modificar directamente el clima. Según un nuevo estudio, las partículas microplásticas pueden crear cristales de hielo a temperaturas de 5 a 10 grados Celsius, generando los mismos efectos que se producen naturalmente cuando se desarrollan nubes en la atmósfera.
Una investigación publicada en la revista Environmental Science and Technology y liderada por científicos de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, ha comprobado que los microplásticos tienen una fuerte incidencia en la atmósfera: al llegar a determinados sectores, son capaces de producir fenómenos similares a los generados naturalmente durante la formación de nubes. Esta condición podría estar modificando el clima de la Tierra, afectando a las precipitaciones, los pronósticos meteorológicos, el modelado climático y hasta la seguridad del transporte aeronáutico.
Puede decirse que los microplásticos son omnipresentes en el medio ambiente: ríos, mares, costas, bosques y todo tipo de entornos naturales sufren su presencia, junto al impacto en la propia fauna, flora y hasta en el ser humano, principalmente debido a la desidia ambiental y a la voracidad sin límites del desarrollo industrial y tecnológico. En ese escenario, su relevancia atmosférica se reconoce cada vez más.
Formación de nubes.
Debido a sus concentraciones atmosféricas, los científicos debaten actualmente si los microplasticos pueden actuar como partículas nucleantes de hielo en la atmósfera, propiciando la formación de nubes. Según una nota de prensa, los investigadores a cargo del nuevo estudio lograron demostrar a través del análisis de datos y experimentos que los microplásticos pueden cumplir esa función, actuando como aerosoles microscópicos que facilitan la formación de cristales de hielo en las nubes, a temperaturas que oscilan entre 5 y 10 grados Celsius.
"A lo largo de las últimas dos décadas de investigación sobre microplásticos, los científicos han descubierto que están en todas partes: esta es otra pieza de ese rompecabezas. Ahora está claro que necesitamos tener una mejor comprensión de cómo interactúan con nuestro sistema climático, porque hemos podido demostrar que el proceso de formación de nubes puede ser desencadenado por microplásticos", explicó en el comunicado la científica Miriam Freedman, autora principal del estudio.
Aún no es posible determinar exactamente el significado de este hallazgo para el clima del planeta, pero es probable que los microplásticos ya estén teniendo un impacto. “Sabemos que el ciclo de vida completo de estos artículos de plástico que usamos todos los días podría estar cambiando las propiedades físicas y ópticas de las nubes de la Tierra y modificando el clima de alguna manera, pero aún tenemos mucho por aprender sobre su impacto preciso”, indicó Heidi Busse, otra de las científicas que participó de la investigación.
Posibles efectos a continuar investigando.
Por ejemplo, los microplásticos podrían estar implicados en la formación de nubes de fase mixta, que integran agua líquida y congelada y pueden generar tormentas más intensas. Además de la influencia en términos de tormentas más potentes, los microplásticos también podrían estar ligados a cambios en la dispersión de la luz, derivando en una relevancia mucho mayor en nuestro clima.
Los investigadores también descubrieron que el envejecimiento ambiental, que son los procesos fotoquímicos naturales que experimentan las partículas de aerosol con el tiempo, pueden cambiar significativamente la forma en que las partículas microplásticas interactúan con los gases y vapores en la atmósfera, agregando un nuevo ingrediente con potencial aún desconocido.
Por: Pablo Javier Piacente.
Sitio Fuente: Levante / Tendencias21