Increíble quinta misión del sistema Starship

ASTRONÁUTICA.-

El mundo de la astronáutica nos tiene acostumbrados a espectaculares imágenes y sorprendentes resultados, pero pocas veces tanto como lo ocurrido en Bocas Chica el 13 de octubre.

Foto: SpaceX.

Por primera vez en la historia, la primera etapa de un cohete superpesado fue capturada en el aire sobre la misma torre de lanzamiento desde la que partió.

Esta proeza, que mucho consideraban imposible, se llevó a cabo al primer intento, abriendo el camino hacia la completa reutilización del sistema Starship de la compañía SpaceX, fundamental para los futuros proyectos de retorno a la superficie lunar y la colonización de Marte.

Después de considerables retrasos para solventar algunas de las anomalías del vuelo anterior, y de lidiar con la burocracia norteamericana para la concesión de la licencia de despegue, la quinta misión Starship estuvo lista para su lanzamiento con el objetivo de llevar dicha nave, intacta, hasta la superficie oceánica al otro lado del mundo.

Pero en esta ocasión, y en vista del descenso con precisión milimétrica de la anterior primera etapa, SpaceX decidió intentar también su recuperación controlada mediante los brazos de la propia torre de despegue.

El lanzamiento se llevó a cabo desde Boca Chica, a las 7 y 25, hora local, del 13 de octubre.

Los 33 motores del Booster número 12 se encendieron normalmente y elevaron su carga, la nave Ship 30, hasta la altitud prevista.

La etapa superior encendió entonces sus seis motores, mientras el enorme cohete se separaba e iniciaba el retorno a la Tierra.

El Booster volvió a encender brevemente 10 de sus motores para orientarse correctamente y frenar su avance, dirigiéndose al punto de origen.

Los controladores aprobaron su captura en cuanto comprobaron que todo iba bien a bordo del cohete y en la propia torre de lanzamiento.

La última fase del descenso supuso el encendido de los 13 motores centrales a un kilómetro de altitud, y después el traspasado del gobierno a los tres más centrales, que controlaron la maniobra final.

El vehículo se situó en el lugar apropiado con la velocidad adecuada y pudo finalmente ser atrapado por los dos brazos de la torre de lanzamiento.

Mientras tanto, la Ship 30, en una ruta suborbital, recorrió una parte de la circunferencia de la Tierra, iniciando por fin el descenso hacia el océano Índico.

La nave sufrió el infernal rozamiento atmosférico, pero muchos menos daños que en la misión anterior, gracias a las mejoras en el sistema de protección térmica, en especial a las aletas de control.

Por fin, a menos de un kilómetro de altura, encendió tres de sus motores y pasó de una posición horizontal a otra vertical, amerizando suavemente en el agua.

El vehículo estalló cuando se tumbó, aconteciemiento visible desde una boya cercana, lo cual confirma la enorme precisión alcanzada a la hora de alcanzar la zona de aterrizaje.

Una vez revisados los resultados, SpaceX decidirá que hacer durante su próximo vuelo, que podría ocurrir antes de acabar el año.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT Amazings