Entre 2 y 6 por ciento de los mexicanos padece vitiligo

CIENCIAS DE LA SALUD / DERMATOLOGÍA.-

- El rechazo que enfrentan afecta su calidad de vida, indica Ana Florencia López Ornelas

- Ante cualquier cambio en la piel que persista por más de dos semanas, se debe acudir al médico, remarca en ocasión del día mundial de esa enfermedad que se conmemora hoy.

Las personas que tienen vitiligo -enfermedad crónica caracterizada por generar manchas blancas en la piel- enfrentan mucho rechazo de la sociedad, pero debe subrayarse que no es contagiosa.

Así lo afirma la académica de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM e integrante de la Clínica de Oncodermatología de la FM en el Hospital General de México, Ana Florencia López Ornelas, quien llama al respeto e inclusión de los pacientes con este padecimiento, que se calcula representan entre el 2 y el 6 por ciento de la población mexicana.

“Lo más importante es entender que no se contagia, que hay personas que por más que les den tratamiento, no van a mejorar y son muy valiosas. Como médicos sabemos que no pasa nada, cada persona tiene características únicas y tenemos que hacerles sentir que ellos tienen algo que las hace diferentes, pero no es malo”, subraya la especialista, con motivo del Día Mundial del Vitiligo, que se conmemora el 25 de junio.

Destaca también que es importante visibilizar su salud emocional pues el rechazo que sufren afecta su calidad de vida. “Hay pacientes con piel muy blanca, a los que prácticamente no se les notan las manchas y aun así, se aíslan, porque todo el mundo los cuestiona o los agrede”, asegura.

El vitiligo, prosigue, forma parte del grupo de padecimientos conocidos como psicodermatosis, que son “como un círculo vicioso”. Los pacientes tienen una carga genética que les hace presentar vitiligo, esto los estresa y en su cuerpo aumentan ciertas hormonas que hacen que su sistema inmunológico esté más activo y empeore.

“A veces los médicos olvidamos que tenemos que trabajar como equipo y a los pacientes les da miedo cuando les hablamos del psicólogo o psiquiatra y se niegan a acudir, pero es importante dar ese tratamiento completo porque si no, pueden gastar miles de pesos en los medicamentos y no va a mejorar, hasta que no veamos la parte emocional”, agrega.

López Ornelas explica que esta es una enfermedad de la que se desconocen sus causas exactas. Lo que sí se sabe es que una persona con padres o hermanos con ella tiene más riesgo de padecerla, aunque también la presentan quienes no tienen ningún antecedente familiar.

Además, influyen factores ambientales como el contacto con ciertos productos químicos, como los hidrocarburos. Hoy en día hay estudios que apuntan a que ciertos tintes de cabello la podrían ocasionar.

De igual forma, el estrés físico está entre las causas de este padecimiento. “Los melanocitos, que son las células que producen pigmento en nuestro cuerpo, no tienen- la misma capacidad para adaptarse al estrés oxidativo, que es cuando estas células se exponen a determinados estímulos ya sea radiación solar, químicos, entre otros.

“Normalmente el cuerpo puede reparar los daños que suceden, pero las personas con vitiligo tienen cierta incapacidad para realizar esas reparaciones”, detalla la especialista.

Atención temprana.

El padecimiento, refiere, se caracteriza por la aparición de manchas blancas y se presentan porque los linfocitos T “se confunden” y atacan a los melanocitos.

La experta señala que a nivel mundial entre el 1 y 2 por ciento de la población sufre esta enfermedad. La India es el país en que se registra con más frecuencia, seguida de México y Japón.

Además, se registra en personas de todas las edades, aunque lo más común es que surja entre los 10 y los 30 años. “Muchas veces pueden tener un solo episodio, se controla, pero ya hay un antecedente y en cualquier otro momento de la vida se puede desencadenar. Hay pacientes que una vez que empiezan, siguen toda su vida con manchas”.

Por ello, la universitaria resalta que ante cualquier cambio en la piel que persista por más de dos semanas, se debe acudir al médico de primer contacto o al dermatólogo, pues mientras más rápido se reciba atención, hay más posibilidades de quitarlas.

“Sabemos que cuando las personas llevan más de seis meses con estas manchas, la probabilidad de repigmentar la piel es menor al 50 por ciento”, reitera.

El tratamiento depende del momento de la enfermedad en que se encuentren: se puede recetar cortisona en crema o tomada, derivados de limón llamados psoralenos, entre otros. En pacientes con muchos brotes de vitiligo o que no responden al tratamiento, se les realizan estudios tiroideos, para descartar que padecimientos de este tipo los estén causando.

“Hay ciertos subtipos de vitiligo que no responden bien al tratamiento: cuando es en un solo segmento; cuando se presenta en las puntas de los dedos, no vuelven a pintarse; alrededor de la boca también cuesta mucho trabajo repigmentar”, puntualiza.

Enfatiza que los pacientes con esta enfermedad están en mayor riesgo de presentar cáncer de piel, por lo cual tienen que utilizar protector solar y no deben exponerse a la radiación solar.

Hábito.

López Ornelas manifiesta que usar protector solar debe ser un hábito, una medida de autocuidado de toda la población, pues es lo único que puede hacerse para prevenir el cáncer de piel. Además, es la mejor crema antiarrugas y antimanchas. Se debe aplicar, idealmente, tres veces al día: 08:00, 12:00 y 16:00 horas.

En México, detalla, los protectores señalan que tienen 50+ factores de protección pues los de 100 factores ya no se comercializan debido a que las personas confiaban en que los protegían durante todo el día y no es así.

Recomienda también que al estar en albercas o en la playa, se apliquen bloqueadores “resistentes al agua” cada 40 minutos y cada 80 minutos si son muy “resistentes al agua”. No existen productos que sean “a prueba de agua”, advierte.

Sitio Fuente: Boletín UNAM-DGCS-479