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El legado tóxico del DDT perdura en el fondo del mar

CIENCIAS DEL MAR / OCEANOGRAFÍA / CONTAMINACIÓN.-

En las décadas de 1940 y 1950, el sector marítimo frente a la costa de Los Ángeles fue usado como vertedero para el mayor fabricante del país del pesticida DDT, una sustancia química de la cual ahora se sabe que daña a los seres humanos y a la fauna.

Debido a la tenaz química del DDT y sus productos tóxicos de descomposición, esta contaminación sigue asolando las aguas costeras de Los Ángeles más de medio siglo después.

Un punto del fondo marino inspeccionado en el marco de la línea de investigación seguida por el nuevo estudio. Foto: Schmidt Ocean Institute

Aunque legales en su momento, estos vertidos han acabado constituyendo una fuente de muchos problemas. Además, un cierto secretismo mantuvo los vertidos fuera del radar de la opinión pública y hasta de la comunidad científica durante muchos años. Poco a poco, se han ido averiguando detalles de esta contaminación a escala industrial del medio marino. Uno de los focos principales es un vertedero situado a unos 24 kilómetros de la costa, cerca de la isla Catalina. La inquietud de los científicos y del público hacia este vertedero ha ido en aumento en los últimos años, sobre todo desde 2020, cuando el periódico Los Angeles Times publicó el primero de una serie de reportajes sobre el legado tóxico de los vertidos marinos en la región.

Desde 1948 hasta al menos 1961, las barcazas contratadas por Montrose Chemical Corporation, fabricante de DDT, salían del puerto de Los Ángeles en dirección a la isla Catalina y bombeaban residuos de fabricación cargados de ácido sulfúrico y hasta un 2% de DDT puro directamente al océano Pacífico.

Se calcula que unas 100 toneladas de DDT acabaron en los sedimentos de la plataforma de Palos Verdes.

También se ha relacionado la contaminación provocada por el DDT en la plataforma de Palos Verdes con problemas de salud de la fauna marina local, incluyendo leones marinos, delfines, peces del fondo del mar e incluso cóndores costeros de California (probablemente por alimentarse de cadáveres de mamíferos marinos contaminados).

En 2011, David Valentine, investigador de la Universidad de California en Santa Bárbara, utilizó un robot submarino para redescubrir los vertidos de la corporación Montrose cerca de la isla Catalina, en un lugar que ahora se conoce como Vertedero 2.

Valentine y otros investigadores han ayudado a cartografiar el alcance de los vertidos. Hasta la fecha, han encontrado sustancias químicas relacionadas con el DDT en una zona del fondo marino mayor que la ciudad de San Francisco.

Se ha venido ignorando si esa contaminación permanece en el lugar o si se desplaza por el medio submarino de forma que suponga un peligro para la vida marina o los seres humanos.

Ahora, una nueva investigación, realizada por científicos de la Universidad Estatal de San Diego y del Instituto Scripps de Oceanografía, adscrito a la Universidad de California en San Diego, ha revelado que los peces de aguas profundas y los sedimentos del fondo marino recogidos cerca del vertedero marino de la isla Catalina están contaminados con numerosas sustancias químicas relacionadas con el DDT.

Lo descubierto por el equipo de investigación, encabezado por Margaret E. Stack, de la Universidad Estatal de San Diego en California, Estados Unidos, sugiere que las sustancias químicas relacionadas con el DDT que se vertieron en el océano hace décadas aún pueden estar penetrando en las redes tróficas marinas.

El estudio, financiado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, se titula "Identification of DDT+ in deep ocean sediment and biota in the Southern California Bight". Y se ha publicado en la revista académica Environmental Science & Technology Letters.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings