Las gallinas se sonrojan cuando sienten emociones

CIENCIAS DE LA VIDA / ZOOLOGÍA / CONDUCTA ANIMAL.-

Este rubor similar al humano se mitiga si está acostumbrada a convivir con personas.

Una gallina doméstica en El Berrueco, Madrid (España). / Rafael Bastante - Europa Press

Las gallinas exhiben enrojecimiento facial, un fenómeno similar al rubor humano, como indicador de su estado emocional. Se aprecia especialmente cuando está ante su comida preferida o por miedo.

Un estudio publicado en Applied Animal Behaviour Science revela fascinantes descubrimientos sobre las emociones de las aves de corral, centrándose en las gallinas como protagonistas de una compleja vida emocional.

Investigadores liderados por la etóloga Delphine Soulet de la Universidad de Tours llevaron a cabo una investigación innovadora que arroja luz sobre la expresión emocional de las gallinas, un tema que ha sido subestimado durante mucho tiempo.

Durante el estudio, se observó que las gallinas exhiben enrojecimiento facial, un fenómeno similar al rubor humano, como indicador de su estado emocional.

Miles de imágenes.

Se filmaron seis gallinas Sussex en diversas situaciones, desde actividades naturales como el baño de polvo hasta situaciones controladas como la alimentación y la captura.

Los investigadores analizaron miles de imágenes fijas de las aves, enfocándose en la cresta, mejillas, lóbulo de la oreja y carúnculas para evaluar el nivel de enrojecimiento durante estas situaciones.

Los resultados preliminares sugieren que un menor enrojecimiento en las mejillas y lóbulos de las orejas puede indicar calma y alegría, mientras que un mayor enrojecimiento facial se asocia con una mayor excitación, como la emoción por la comida favorita o el miedo.

Cómodas con los humanos.

Además, se estudió el efecto de la habituación en 13 gallinas Sussex durante un período de cinco semanas. Las "gallinas habituadas" son las que han sido expuestas y familiarizadas con la presencia humana, lo cual se refleja en una menor respuesta emocional de estrés o miedo, en comparación con las gallinas no habituadas.

Se observó que las gallinas habituadas mostraban significativamente menos miedo y enrojecimiento facial en presencia de humanos en comparación con las gallinas no habituadas. Este hallazgo indica que la habituación puede mejorar el bienestar de las gallinas en entornos de interacción con los humanos.
Variaciones afectivas

Este hallazgo sugiere asimismo que los cambios en el enrojecimiento facial reflejan variaciones en los estados afectivos de las gallinas y pueden servir como un marcador para evaluar la calidad de la relación humano-gallina.

Este estudio destaca la importancia de comprender la expresión emocional en los animales, en este caso, las gallinas, y subraya la necesidad de valorar su sensibilidad emocional.

Estos hallazgos abren nuevas perspectivas en la investigación del bienestar animal y en la comprensión de las interacciones sociales y jerarquías entre las aves de corral, desafiando las percepciones tradicionales sobre la complejidad emocional de las gallinas.

También son empáticas.

Un estudio de 2017 publicado en la revista Animal Cognition reveló entonces que las gallinas son capaces de experimentar empatía.

Cuando se expuso a las gallinas a un estímulo aversivo (un soplido de aire) que afectaba a sus pollitos, las gallinas mostraron signos de angustia, como un aumento en la frecuencia cardíaca y la temperatura de la cresta y las mejillas.

Esto sugiere que las gallinas no solo son capaces de reconocer el sufrimiento de sus congéneres, sino que también son capaces de experimentar una respuesta emocional ante ello.

Complejidad cognitiva.

La conclusión de este estudio previo, desarrollado por Lori Marino, es que las gallinas son tan complejas cognitiva, emocional y socialmente como la mayoría de las otras aves y mamíferos, y que existe la necesidad de realizar más investigaciones no invasivas comparativas del comportamiento con estas aves de corral, así como un replanteamiento de los puntos de vista actuales sobre su inteligencia. La nueva investigación realizada ahora avanza considerablemente en esa dirección.

Por: Redacción T21.

Sitio Fuente: Levante / Tendencias21