La marihuana como medicina
CIENCIAS DE LA SALUD.
Cannabis sativa, también conocida como marihuana, es una planta que, desde hace siglos se ha utilizado con diversos fines que van desde el uso terapéutico, hasta el lúdico o ritual.
Actualmente, se trata de una droga ilegal en la mayoría de los países; sin embargo, es una de las de mayor uso. En nuestro país, 8.6% de la población entre 12 y 65 años ha consumido marihuana alguna vez, según muestra la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (2016-2017).
El doctor Óscar Prospéro García, investigador del Laboratorio de Canabinoides de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que los efectos placenteros que provoca son causados principalmente por la sustancia llamada delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que la planta sintetiza.
Esta especie vegetal contiene otras 500 sustancias químicas, incluidos más de 100 compuestos a los que se les conoce como cannabinoides.
Nuestro sistema endocannabinoide.
Nuestro cerebro, de manera natural, produce otros componentes que, aunque no son de la misma naturaleza química que los que se encuentran en la planta, tienen los mismos efectos. A éstos se les conoce como endocannabinoides (eCBs). Se encuentran en todo el cuerpo: en el sistema nervioso, el intestino, la piel, el sistema inmunológico y el cerebro, entre otros órganos.
A esta red se le llama sistema endocannabinoide, el cual modula diversas funciones del organismo, como la percepción del dolor, la inflamación, el aprendizaje, la memoria, el control de emociones, los cambios de humor y el apetito, así como procesos a nivel neuronal, digestivo, inmunológico y reproductivo, y autorregulatorios como la temperatura y el nivel de azúcar en la sangre, entre otros.
El cerebro es el órgano que regula las funciones de nuestro cuerpo. Para lograrlo, secreta sustancias químicas conocidas como neurotransmisores, que le permiten comunicarse y coordinar a las neuronas.
Para que un neurotransmisor envíe información a una neurona, ésta debe tener un receptor, una especie de mano que “lo cacha”. Cada neurotransmisor se une a un receptor específico; es decir, un receptor de dopamina no recibirá a ningún otro neurotransmisor.
Cuando una persona consume marihuana, los receptores que pertenecen al sistema endocannabinoide permiten que los cannabinoides contenidos en la planta se unan al organismo. Esto es la base de todos sus efectos psicoactivos y de la mayor parte de las potenciales aplicaciones medicinales. Se menciona que tiene efectos benéficos en trastornos digestivos, el control de
la ansiedad, depresión e insomnio. Sin embargo, la generación de medicamentos aprobados basados en cannabinoides aún está en una etapa inicial.
La lista de reportes médicos basados en informes anecdóticos es larga, mientras que la lista de afecciones que se han estudiado adecuadamente en ensayos clínicos es corta, afirma el investigador.
En México, el uso de la Cannabis está aprobado para la investigación, pero existen restricciones que limitan su realización.
Si se desea llegar a resultados concluyentes sobre los posibles usos de esta planta, es necesario que
los grupos de investigación tengan apoyo para llevar a cabo los estudios sobre sus efectos en la población mexicana. Hasta que esto no suceda, las frecuentes expectativas creadas sobre potenciales medicamentos no alcanzarán a cruzar la frontera hacia lo estrictamente científico o clínico, concluye Óscar Prospéro García.
Por: Consuelo Doddoli / Elizabeth Cruz.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM