Cloud computing, el presente y futuro de los profesionales

ORIENTACIÓN LABORAL.-

El COVID-19 nos ha descubierto el teletrabajo y lo importante que es el cloud computing en distintos sectores. Es el presente y futuro, así que fórmate y mejora tu perfil laboral.

Algunos lo llaman computación en nube, otros el cloud o la nube, pero todos se refieren a lo mismo: un suministro de recursos informáticos de forma remota a través de Internet.  Amazon lo vio claro y creó AWS (Amazon Web Services), Microsoft también con Azure y Google Cloud fue una de las que más apostó por ello desde el primer momento.

Qué es el cloud computing.

La computación en nube, en español, es la distribución de recursos IT bajo pedido o demanda, los cuales se usan a través de Internet y a cambio de un pago por usarlos. Estos recursos IT representan servidores o máquinas equipados con sus procesadores, memorias RAM, GPUs, SSDs/HDDs, etc., en los que se instalan aplicaciones o que se crean para un fin concreto.

Años atrás, teníamos que comprarlo todo en físico: un servidor dedicado si queríamos tener un acceso local para guardar y compartir información, un NAS para algo similar u ordenadores potentes. Teniendo en cuenta que la informática se queda obsoleta muy rápido, nos encontrábamos con equipos anticuados que solo ocupaban sitio y que empezaban a dar problemas.

Además de ser un gasto económico enorme, era poco flexible porque no todos necesitaban la misma potencia, ni gastarse tanto dinero (o no podían). De esta forma, surge el cloud computing como solución para dotar, de forma remota, a quien lo necesite de herramientas o de servicios para su trabajar.

Beneficios de la computación en nube.

En primer lugar, es más ágil porque los servidores a los que vamos a acceder son bastante potentes, dependiendo la agilidad de nuestra conexión a internet y de lo pesada que sea la herramienta/aplicación. Podemos usar servicios tecnológicos espectaculares en cuestión de minutos, obteniendo una libertad plena para probar ideas y a un coste bajo.

Otro de los beneficios es la vanguardia o innovación: según lo que contratemos, podremos acceder a máquinas potenciadas con hardware novedoso y potente, lo que se traduce a poder usar aplicaciones o software sin ralentizaciones. Antes, comprabas un servidor y se quedaba anticuado; ahora, accederás a máquinas actualizadas.

Por ejemplo, cuando vamos a alquilar un coche, siempre nos darán uno reciente; nunca uno antiguo y con muchos kilómetros. Aquí ocurre lo mismo: accederemos a servidores punteros, pero sus prestaciones siempre van a depender de lo que paguemos.

En tercer lugar, es un servicio flexible porque obtendremos los recursos que necesitamos: ni más, ni menos. Esto es importante si pensamos a largo plazo porque, si todo va bien, el negocio crecerá y las demandas de cloud computing serán mayores.

Una de las claves de su éxito es la reducción de gastos gracias a la existencia de centros de datos y servidores. Solo vamos a pagar por los recursos utilizados, por lo que nos ahorraremos tener que comprar servidores dedicados, servicios de montaje, servicios de mantenimiento, servicios de instalación, etc.

Por último, nos beneficiamos de las posibilidades que da Internet: implementar aplicaciones TOP en minutos. Podemos acceder a servidores alojados en distintas ubicaciones geográficas, y es que Amazon, Microsoft o Google tienen servidores por medio planeta.

Tipos de cloud computing.

Al ser un servicio tan amplio, las empresas tecnológicas encargadas de centros de datos, servidores y superordenadores han diversificado sus servicios de cara a venderlos de forma más clara, racional y precisa.

SaaS.

Es uno de los más conocidos y se trata de una metodología en la que el servicio es software: aplicaciones o herramientas basadas en el cloud. Una de sus ventajas es que solo necesitaremos una conexión a Internet y un navegador web para acceder a esas aplicaciones: los editores de texto o tablas (Word o Excel) que ofrece Google, por ejemplo.

Simplemente tendremos que iniciar sesión con nuestra cuenta, no necesitaremos un PC potente ni nada por el estilo. Enfocándolo a videojuegos, encontramos SaaS (Software as a Service) en Xbox Game Pass, PS Now, NVIDIA GeForce NOW o Google Stadia.

PaaS.

La plataforma como servicio se diferencia en que proporciona al consumidor/profesional/empresa toda una plataforma cloud para desarrollar y comercializar aplicaciones. En este sentido, nos ofrecen toda una serie de hardware para desarrollar y crear nuestra aplicación simplemente con una conexión a Internet.

Este es el cloud que tanto se ha viralizado en relación con la IA, el Big Data, Blockchain, bases de datos, cómputo, networking, etc. Y es que una de las claves para toda la optimización está en la Inteligencia Artificial, pero no entraremos de lleno porque exige un enfoque totalmente individualizado y extenso.

IaaS.

En este caso, la IaaS (Infraestructura como servicio) se trata de un servicio que se presta a las empresas consistente en recursos informáticos completos: servidor, redes, almacenamiento, etc. La clave de este servicio está en que se paga conforme se usa, de ahí su escala “on demand”.

La IaaS tiene la ventaja de la flexibilidad de la que hablábamos porque las empresas no tienen que comprar un hardware (invertir en inmovilizado), sino que se ahorran ese dinero con este cloud computing.

Según su privacidad.

Si hablamos de la privacidad del cloud computing, encontramos 3 tipos: público, privado y el híbrido. Las diferencias entre éstos son las siguientes:

- Cloud privado. Se trata de un servicio por el que se pone a la disposición de una empresa una especie de centro de datos propio, pero que se dimensiona según la demanda. Esto ayuda a tener control, seguridad, acelerar el despliegue y tener cierta flexibilidad. Es un entorno exclusivo en el que no tendremos a nadie más accediendo al hardware que nos han asignado.
- Cloud público. Es una alternativa muy flexible y escalable en la que se comparte ese centro de datos que decíamos antes con otros vecinos (empresas). El problema es que el rendimiento se puede ver afectado por el uso y no es mucho más barato que el privado, especialmente cuando evoluciona la plataforma.
- Cloud híbrido. Combina recursos de cloud computing privados con otros públicos.

Qué formación necesito para trabajar en la nube.

Desde dentro del sector, se recomienda contar con, al menos, un módulo formativo o FP relacionado con la informática o telecomunicaciones. Luego, es muy recomendable tener un Grado de Ingeniería Informática, el cual permite tener unos conocimientos básicos avanzados y nos servirá para poder especializarnos en cloud computing para tener muchísimas salidas laborales.

Sin embargo, no nos servirá simplemente con tener un Grado de Ingeniería Informática, sino que lo ideal es completar dicha carrera universitaria con un máster de cloud computing para entender cómo funcionan los DataCenter Virtuales, los entornos profesionales, etc.

¿Cómo trabajar en el mundo cloud computing?

Se trata de un mundo muy especializado que requiere cierta formación y una especialización en un proveedor, como puede ser Amazon Web Service, Microsoft Azure o Google Cloud Platform.

Empezando por AWS, es uno de los proveedores más atractivos en los que formarse porque la demanda de profesionales supera a la oferta; de hecho, los certificados AWS son uno de los mejores pagados y los profesionales especializados en este proveedor lograrán encontrar trabajo. Las certificaciones de AWS tienen varios niveles, por lo que tenemos que conocerlos para saber en qué queremos trabajar.

Microsoft Azure ha logrado mucha relevancia y su presencia se ha aumentado en las empresas, siendo un proveedor muy demandado para cloud híbrido porque Microsoft lo ha planteado muy bien. Entre las certificaciones Azure, podemos destacar Azure Solutions Architect Expert o Azure Administrator Associate, siendo Azure Fundamentals la formación base.

Terminando con GCP, es el servicio que más fuerte está despegando, siendo una especialización que se está pagando muy alto. Igual que las anteriores, hay distintos niveles de certificación que van desde algo básico hasta roles más dominantes.

Salidas laborales de Cloud Computing.

Las salidas laborales que encontramos en cloud computing es muy variada, solicitándose ingenieros software, arquitectos de Cloud, administradores, consultores, técnicos, y otros ingenieros. Tener especialización en Inteligencia Artificial o en Big Data también está muy demandado, y para preservar la integridad de los sistemas también se requiere de analistas de ciberseguridad.

Respecto a la formación anteriormente descrita, decir que muchas empresas ofrecen cursos de formación internos, por lo que no os preocupéis por si no cumplís todos los requisitos a la hora de echar un CV.

Sitio Fuente: Universia México