Skimming y Scanning: ¿qué son y cómo te benefician?
EDUCACIÓN.
Si escuchas los términos skimming y scanning probablemente te parezcan dos palabras que no te digan nada en especial. Sin embargo, si eres estudiante, opositor o necesitas leer y memorizar conceptos, se convierten en dos métodos ideales para mejorar tu productividad.
Skimming y scanning: ¿cómo optimizan ambos métodos tus horas de estudio?
Como estudiante u opositor, seguro que pasas muchas horas delante de los libros y los apuntes. Ahora bien, ¿son todas productivas? Es probable que no. De hecho, es posible que leas una enorme cantidad de conceptos que no memorizarás, hecho que te hará perder mucho tiempo por no estudiar de forma efectiva, eficiente y ordenada.
¿Cómo se puede mejorar la productividad en el estudio? Una forma atractiva es con la optimización de la velocidad de lectura. Pero, ojo, hay que leer rápido, y a su vez saber y entender lo que se lee. Y ahí es donde entran en juego los ya citados skimming y scanning. Para explicarnos mejor, los analizamos uno a uno.
Qué es la técnica skimming.
Comenzamos con la técnica skimming. Este método de estudio se utiliza para extraer las ideas más importantes de un texto. Ahora bien, para ello, iremos directamente a los primeros y últimos párrafos, igual que a los títulos, subtítulos y epígrafes de cada apartado, analizando la estructura del contenido a desarrollar.
Es decir, hemos de obtener de forma rápida una idea general de los conceptos, las fechas y los datos. Para ello, sin profundizar en el mensaje, los identificaremos a lo largo del texto de forma dinámica.
Con el método skimming la velocidad lectora aumenta hasta cuatro veces. Eso sí, para manejarlo con soltura se requiere mucha práctica.
Recuerda que, aunque facilita una imagen global, reduce la comprensión lectora, por lo que no sirve para un estudio en profundidad. Eso sí, sirve para analizar contextos y repasar.
Qué es la técnica scanning.
En lo que se refiere a la técnica scanning, se realiza una lectura exploradora, como si fuera una especie de escaneo. Es decir, este proceso se utiliza generalmente para localizar datos concretos. Imagina que necesitas una fecha específica o buscas un término en un diccionario.
Esta técnica evita que pierdas tiempo leyendo textos muy largos. Con un movimiento ocular rápido, irás pasando de página a toda velocidad hasta que encuentres la información específica que necesitas. Por eso es muy útil para repasos, para contrastar datos y para solucionar dudas concretas que surjan mientras estudias.
La mejor opción para optimizar ambas técnicas es combinarlas. Es decir, a través del skimming, buscas el apartado específico en el que se encuentra una información concreta. Luego, por medio del scanning, vas directo al dato localizado que requieres.
Dominar técnicas como el scanning y el skimming es relativamente sencillo. Como prácticamente todo, el manejo ideal se obtiene por medio de la práctica. Con una concentración adecuada y un conocimiento exhaustivo de sus procesos, las podrás utilizar con soltura para optimizar las horas de estudio y obtener un rendimiento máximo.
Recuerda, estas técnicas suelen ser útiles en una primera fase y combinadas con otros procesos y herramientas de estudio. Para sacar el máximo, tanto scanning como skimming son procesos que te ayudarán como métodos óptimos para alcanzar la excelencia académica.
Sitio Fuente: Universia México