Los líquenes son mucho más jóvenes de lo que creíamos

BOTÁNICA.-

Aunque no nos hayamos dado cuenta, probablemente todos hayamos visto alguna vez un liquen. Son una combinación de alga y hongo viviendo juntos casi como si fueran un único organismo, y son frecuentes en rocas y árboles.

Liquen. (Foto: (c) Matthew P. Nelsen, Field Museum).

Precisamente, dado que pueden crecer en rocas desnudas, los científicos creyeron que los líquenes fueron alguno de los primeros organismos que se establecieron en tierra procedentes del agua, cambiando la atmósfera del planeta y preparando el terreno para las plantas modernas. Sin embargo, un nuevo estudio encabezado por Matthew Nelsen, del Museo Field, que ha analizado el ADN de las algas y los hongos que forman los líquenes, ha mostrado que estos se desarrollaron probablemente millones de años después de las plantas.

Hace unos 485 millones de años, el mundo era muy diferente de lo que vemos hoy en día. Apenas vivía nada sobre tierra firme. Pero los líquenes pueden vivir en condiciones extremas. Pueden crecer en rocas desnudas y las descomponen, ayudando a crear el suelo que necesitan las plantas complejas con raíces (plantas vasculares). Así que los científicos pensaron que los líquenes debían haber llegado a tierra firme antes que estas últimas, haciendo el entorno más hospitalario para ellas. Pero Nelsen y sus colegas ponen esto en cuestión.

Nelsen no buscaba esto, sino que su interés inicial era examinar la relación alga-hongo que permite que existan los líquenes. Estos son producto de una simbiosis, una relación en la que dos especies viven juntas y de la que ambas se benefician.  En este caso, las algas, o más bien las verdeazuladas que llamamos cianobacterias, proporcionan alimento, mientras que los hongos las envuelven y crean un refugio para ellas. Las preguntas eran cuándo aparecieron los líquenes y cuántas veces los hongos desarrollaron la capacidad de formar relaciones simbióticas con algas, cuestiones que en el pasado no estaban claras.

Para averiguarlo, examinaron también la historia evolutiva de ambos organismos. Los fósiles de líquenes son difíciles de distinguir y se pueden confundir con aquellos de las plantas más antiguas. Si cogemos los más antiguos que se conocen, resulta que son más jóvenes que los fósiles de plantas complejas más primitivas. Con los fósiles disponibles, extrapolaron las edades de los árboles de familia de los hongos y algas que forman líquenes. Compararon estos árboles de familia con las edades de las plantas fósiles y determinaron que los líquenes aparecieron probablemente mucho después de las plantas complejas.

Por: Redacción.

Sitio Fuente: NCyT