4 errores por los que no logras una escucha activa de tus alumnos

EDUCACIÓN.-

Conseguir una elevada participación de los estudiantes durantes las clases es un objetivo que busca cualquier docente. Sin embargo, en demasiadas ocasiones las distracciones, la falta de motivación y otros factores hacen difícil a los profesores la tarea de transmitir conocimientos. De hecho, se considera que escuchar es la habilidad más demandada del siglo XXI.

4 errores por los que no logras una escucha activa de tus alumnos. Fuente: Shutterstock

Aunque algunos docentes tienen una facilidad innata para conseguir una escucha activa, lo habitual es que se consiga gracias a la aplicación técnicas básicas que seguramente ya conozcas. En este artículos vamos a mostrarte los 4 errores más comunes en los que se suele incurrir en esta materia, y cómo solventarlos.

No sintetizar.

Las exposiciones largas dificultan el aprendizaje. La importancia de saber resumir, y de esquematizar los conocimientos, es máxima, puesto que los alumnos aprenden a discernir las ideas más importantes de las que lo son menos, además de a prestar menor atención a lo que resulta accesorio. Sintetizar ayuda a atraer la atención, lo que implica una escucha activa, y mantiene tanto al profesor como a los estudiantes involucrados con el mensaje que se quiere transmitir. Un error común es el de explicar lecciones y temarios de forma verbal sin que el alumno sepa la extensión de éstos; es preferible que conozca cuánto duran para ¡programar’ su atención durante un periodo de tiempo concreto.

No promover la interacción con los alumnos.

A veces para conseguir una escucha activa, sencillamente hay que promoverla. Muchos alumnos terminan por adoptar una actitud pasiva cuando entran en el aula porque tienen asumido que su opinión no es tenida en cuenta, ya sea porque no se considera válida u oportuna, o porque el profesor cree que la información debe ser transmitida de manera jerárquica, sin otra alternativa.

Promover la interacción de los alumnos no solo contribuye a mejorar el clima de aprendizaje y a establecer lazos entre los propios estudiantes y el profesor, sino que genera una transmisión horizontal de conocimientos. Existen muchas formas de contribuir a esa interacción, como realizar preguntas a la audiencia durante la exposición o establecer turnos de preguntas y respuestas al final de las clases.Junto con la realización de investigaciones por parte de los alumnos sobre distintos temas, o la realización de debates periódicos, tiene además el efecto de fomentar el espíritu crítico.

No establecer contacto visual.

Los alumnos, como oyentes, se comportan como cualquier otro tipo de audiencia exigente, y uno de los errores más importantes que se pueden cometer cuando se está hablando en clase es el de no mirar a los ojos a los estudiantes. No hacerlo reduce la interactividad y perjudica a la transmisión de conocimiento.

Para obtener una escucha activa se puede mirar a un punto indeterminado del grupo de alumnos o establecer a uno o dos como referencia al que dirigirse asiduamente. Es preferible memorizar, dentro lo posible, el texto, en lugar de leerlo bajando constantemente la mirada. Un error común por parte de los profesores, cuando están explicando algo que se encuentra, por ejemplo, en una infografía de la pizarra, es del de dar la espalda a los alumnos; casa poco deberíamos girarnos y recuperar el contacto visual.

Subestimar la importancia de la oratoria.

La oratoria es el arte de hablar en público, lo que no quiere decir que para ser un buen docente sea necesario dominarlo. Sin embargo, seguir una serie de consejos básicos y trucos para perder el miedo a hablar en público puede contribuir a favorecer una escucha activa y a mejorar la transmisión de conocimientos. Una de las bases de la oratoria es el uso de la voz. Emplear un tono monocorde aleja la atención, mientras que usar una voz activa, que cambia poniendo énfasis en algunas palabras y frases, la atrae.

Es aconsejable caminar en lugar de permanecer estático y usar algunos gestos con las manos para enfatizar aspectos concretos, aprovechando la fuerza de la comunicación no verbal. Para mejorar las habilidades orales resulta muy interesante grabar las propias presentaciones y discursos, de manera que luego se puedan analizar los puntos débiles y tratar de mejorarlo.

Sitio Fuente: Universia México