Infografía: Nuestro pasado en el Códice Chimalpahin

HISTORIA.-

Uno de los relatos históricos más significativos del México prehispánico.

El códice Chimalpahin, uno de los relatos históricos más significativos acerca del México prehispánico, regresó a manos mexicanas tras un extenso recorrido por distintos propietarios después de un largo tiempo.

Este documento ha pasado de mano en mano desde el siglo XVII, cuando el historiador Carlos de Sigüenza y Góngora recolectó diversos manuscritos acerca de la historia de los pueblos indígenas y la fundación de sus ciudades como parte de un acervo histórico señala el doctor Gabriel Kenrick Kruell, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.

En 2014 el Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), adquirió los manuscritos del códice Chimalpahin mediante negociaciones con la casa de subastas de la Bible Society en Londres en donde el manuscrito permaneció almacenado por más de un siglo.

Los manuscritos fueron elaborados por Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin y Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, ambos historiadores de origen indígena de la Nueva España.

Cada uno de estos relatos se encuentran escritos tanto en español como en náhuatl. De entre su extensa variedad de historias podemos encontrar la fundación de México-Tenochtitlan.

Esta nos cuenta las distintas peripecias del viaje de 250 años que realizaron los mexicas, guiados por la deidad Huitzilopochtli, desde Aztlán –lugar mítico de donde se señala que provenían-, en busca del lugar “donde el águila grita, despliega sus alas al sol y come, el lugar en que nada el pez y es desgarrada la serpiente”.

Este relato forma parte importante de la historia de México y resulta bastante significativo, pues dicha imagen es lo que actualmente podemos observar en el escudo nacional.
Aunque buena parte del Códice esté en español y ya se encuentra digitalizado gracias a los esfuerzos de recuperación del INAH, es poco probable que pueda ser leído, ya que la escritura del siglo XVI y XVII es diferente a nuestra escritura actual. Esto se debe a que muchas palabras eran escritas con otras letras y las convenciones ortográficas de esta época eran distintas.

Digitalización.
La consulta directa de este manuscrito es restringida por su antigüedad de más de 400 años, es por eso que el INAH lo digitalizó para que su consulta sea más accesible a todo púbico. Actualmente los tres volúmenes del códice se encuentran digitalizados.

El trabajo de la paleografía.
Al consultar este documento puede parecer imposible leerlo. Por esa razón se hace el trabajo de paleografía, el cual se realiza a los documentos antiguos para descifrar letra por letra todas las palabras y darle un significado; el análisis del tipo de letra también ayuda a datar, fechar el documento y determinar por quién fue escrito.

Fuente histórica.
Una de las cosas más importantes en la labor de difusión de este documento es su posible uso como fuente histórica, es decir, que puede ser utilizado para conocer y abordar aspectos del pasado de los mexicanos. Por ejemplo, la vida política, social y cotidiana, que nos ayudan a comprender parte de nuestra historia y patrimonio.

Por Marisol Reyes/Luz Oliva.

Sitio Fuente: Ciencia UNAM