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Exposición revela el lenguaje sonoro conventual durante la Colonia

MUSEOS.-

- Sonoridades conventuales. Campanas, rezos y alabanzas divinas se compone de 30 piezas; se presenta el Museo de Arte Religioso, Ex Convento de Santa Mónica, en Puebla
- Da cuenta de la comunicación mediante un sistema de sonidos y silencios que estaban registrados en los libros de reglas y constituciones de cada orden religiosa.

En el marco de la exposición se llevará a cabo un ciclo de conferencias. Foto Museo de Arte Religioso Ex Convento de Santa Mónica-INAH.

Durante la época colonial los conventos y templos católicos de Puebla y en general de toda Hispanoamérica se centraron en el uso de las campanas para recordar a los habitantes de los pueblos y ciudades sus obligaciones piadosas, así como para anunciar acontecimientos extraordinarios. Lo mismo ocurría al interior de los conventos de mujeres donde la comunicación era sonora.

Las horas de trabajo colectivo y las actividades de la comunidad en los coros y actos religiosos estuvieron reguladas mediante un sistema de sonidos que estaban registrados en los libros de reglas y constituciones de cada orden. Parte de ese universo acústico integra la exposición Sonoridades conventuales. Campanas, rezos y alabanzas divinas, que se exhibe en Museo de Arte Religioso, Ex Convento de Santa Mónica, en Puebla, el cual forma parte de la red de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Compuesta por una treintena de objetos, entre los que destacan los lienzos de santa Rosalía y san Nicolás Tolentino, pintados en el siglo XVIII por Juan de Villalobos, así como un medallón, un carillón festivo (conjunto de campanas dispuestas en escala musical), un clavicordio, un armonio, campanas y partituras, la exposición da cuenta de la importancia de los sonidos en el ámbito conventual.

La curadora Rosalva Loreto, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), informó que la exposición busca mostrar cómo los conventos de monjas crearon un elemento diferenciador en la sonoridad ritual católica, a través de la musicalidad, los cantos y las alabanzas dirigidas a Dios.

La muestra está organizada en tres núcleos temáticos: El espacio y el orden de la sonoridad conventual; Poder, prácticas sonoras y musicales, y Alabanzas y amor divino.

En el primer apartado se hace referencia a las sonoridades externas e internas, donde lo mismo están presentes los sonidos de las campanas situadas en los grandes campanarios de los templos conventuales masculinos y de la catedral, que el tañido de las pequeñas esquilas de los conventos femeninos.

“Cuando en algún convento femenino se celebraba su fiesta patronal, una profesión, el deceso de alguna monja o la elección de una nueva priora, se anunciaba con repiques desde muy temprana hora de la mañana, y desde los campanarios de los conventos masculinos se respondía con tañidos haciendo las veces de saludos, de esa forma se comunicaba a la sociedad lo que estaba pasando dentro de los muros del convento”, explicó la investigadora.

En la primera parte de la muestra se incluyen los cuadros que pertenecen al santoral litúrgico de las agustinas y se representan dos modelos de sonoridad: la de las aves que acompañan a san Nicolás Tolentino y la del tañido de una mandolina de santa Rosalía; también se pueden observar los diferentes tipos de campanas conocidas, como esquilas, esquilones, esquilitas, carillones y tablas, que sirvieron para el sistema comunicativo sonoro dentro de los monasterios.

En el segundo apartado, Poder, prácticas sonoras y musicales, se muestran los cánticos que se escuchaba en espacios semiabiertos y en los locutorios donde se interpretaban villancicos y motetes (composición polifónica nacida en el siglo XIII para ser cantada en las iglesias) que hacían referencia a temas bíblicos. Las abadesas eran las encargadas de organizar todas las actividades sonoras, ya sea mediante la oralidad, los tañidos o la interpretación musical.

En este módulo hay una escenificación de la profesión de una agustina y se exponen las constituciones y las tomas de hábito; asimismo, se muestra un piano cuadrilongo, un armonio, una guitarra de siete cuerdas y una mandolina, así como partituras que eran utilizadas en los días festivos.

En el tercer núcleo, Alabanzas y amor divino, se aborda el silencio, el cual  también formaba parte de la comunicación; a partir de la ausencia de sonidos se llega a las locuciones que desembocan en manifestaciones clásicas de afecto que permitían a las monjas tener un comportamiento moral y de actitud hacia la vida, y en la muerte, el acceso a la gloria por haber sido elegidas de Dios. En esa sección exhibe la obra anónima El Cantar de los cantares o Jardín del Rey Salomón.

Finalmente, en la sala multimedia se presenta una proyección en la que se da movimiento y sonoridad a la alegoría El Cantar de los cantares, en el que los árboles se mueven, las aves vuelan, las mariposas aparecen en un primer plano, en resumen, una iconografía del amor divino.

Como parte de la exposición habrá una serie de conferencias. El 24 de mayo a las 16:00 horas, el maestro Edward Pepe, de la Universidad de Yale, dictará la ponencia Música de tecla para instituciones femeninas novohispanas; el 6 de julio el doctor Gustavo Mauleón, de la BUAP, ofrecerá la conferencia Prácticas litúrgicas y musicales en el Convento de Santa Mónica.

El 10 de agosto, también a las 16:00 horas, la maestra Adriana Alonso, del Instituto de Investigaciones Estáticas de la UNAM, impartirá el tema El Convento de Agustinas Recoletas de Santa Mónica, un proyecto secular ante la consolidación de una identidad de carácter regular, y el 31 de agosto el compositor Daniel Jiménez, de la BUAP, hablará en ese mismo horario, sobre el paisaje sonoro de El Cantar de los cantares. La entrada es libre.

La exposición Sonoridades conventuales. Campanas, rezos y alabanzas divinas permanecerá hasta el próximo 2 de septiembre en el Museo de Arte Religioso, Ex Convento de Santa Mónica (calle 18 Poniente, número 103, Centro Histórico de Puebla). Horario: martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas. Costo: 45 pesos, entrada es gratuita a personas de la tercera edad, niños menores de 13 años, estudiantes y maestros con credencial vigente.

Sitio Fuente: INAH