Archivo de Comerciantes de la BFXC, patrimonio documental de la Humanidad
El fondo documental preservado por la IBERO recibirá el reconocimiento Memoria del Mundo de la UNESCO.
El Archivo de Comerciantes está resguardado en cajas desacificadas para su conservación (Alberto Hernández/IBERO).
El Archivo de Comerciantes, preservado en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC) de la Universidad Iberoamericana recibirá el reconocimiento Memoria del Mundo México de la UNESCO como patrimonio documental de la Humanidad. Se le entregará el próximo 4 de marzo, en el marco de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FIL).
Este fondo documental (1757 a 1850) cuenta con información sobre las actividades comerciales en la Nueva España y su vinculación con el sistema económico mundial, mediante la importación de productos procedentes de reinos americanos, de Europa y Oriente, y cuenta con datos sobre la exportación de productos como azúcar, añil, la grana, cacao y algodón, entre otros.
Un total de 74 volúmenes de correspondencia escrita por diversas personas de origen vasco que se dedicaron al tráfico comercial en las principales plazas de los territorios de la monarquía hispánica; así como 65 libros contables, 12 libros sobre diversos temas, más 12 cuadernillos y hojas sueltas, que proporcionan información sobre ventas y cuentas corrientes, forman parte de este material histórico.
Este fondo documental es único en el mundo y con la información que brinda se han elaborado diversos artículos, libros y tesis —en México y en países de América Latina—.
Con esta distinción se le reconoce el compromiso que tiene la IBERO con la preservación del patrimonio documental que nos permite tener un mejor conocimiento de nuestra historia y, través de ella, de nuestro presente.
Archivo de Comerciantes yacía en La Lagunilla.
En la década de los 70, una joya documental se encontraba olvidada en el interior de una bodega en La Lagunilla (barrio en el centro de la Ciudad de México). Corría el año de 1975 y la IBERO estaba en plena instrumentación de la reforma académica, cuyo objetivo era conformar los departamentos como unidades de investigación, docencia y difusión.
En este contexto, la licenciada Teresa Franco, académica en ese momento del Departamento de Historia, informó que un familiar conocía a un vendedor que conservaba documentos que podrían interesar a la Universidad. Nadie sabía que en ese fondo se encontrarían dos archivos importantes: uno sobre haciendas en Tlaxcala y el de Comerciantes.
De acuerdo con la Dra. Cristina Torales, quien actualmente es académica del Departamento de Historia de la IBERO e integrante del equipo que en su momento se encargó de clasificar el material histórico, en una primera reunión se presentaron 20 materiales atractivos, pero que no permitieron tomar una decisión sobre su compra.
Fue por ello que solicitaron el material completo para su estudio. En una camioneta llegaron los libros, hojas sueltas y libros contables. “Nos los prestaron una semana y los revisamos en la casa de Tere Franco, quien prestó su garage. Ahí estuvimos un fin de semana clasificando, viendo el conjunto; nos dimos cuenta que no era sólo un archivo, sino varios”. De la revisión se observaron documentos que más tarde serían englobados en el Archivo de Comerciantes.
Torales Pacheco afirmó que este fondo documental que resguarda la IBERO es una mina de oro y supera, incluso, al alojado en el Archivo General de la Nación (AGN), donde hay pocos libros sobre el Consulado de la Ciudad de México —organización de comerciantes fundada desde el siglo XVI, que se consolidó como espacio rector de la economía en la Nueva España y sus vínculos con los grandes mercados comerciales: Europa y Asia—, y el tráfico mercantil.
“En el Archivo General de la Nación sólo hay unos cuantos libros, está muy incompleto el material. Por eso, para estudiar la importancia de México en la economía mundial a través documentos oficiales es muy pobre”, a pesar de que este Consulado funcionó durante más de 200 años. Aunque en ese momento la Universidad no tenía dinero, recordó Torales, sí se tenía la decisión por apoyar la investigación. Fue entonces que el Rector Ernesto Meneses aprobó la adquisición en octubre de 1976. De esta forma se convirtió en el primer fondo que la IBERO compró.
Esta decisión fue el punto de partida de los programas de investigación en el Departamento de Historia y de la misma Universidad Iberoamericana. Fue en 1982 cuando se consiguieron dos financiamientos para investigar los fondos de las haciendas de Tlaxcala y el Archivo de Comerciantes.
“Fueron dos grandes investigaciones, tanto por el financiamiento como por el impacto que generaron. Logramos que se publicaran y tuvieran trascendencia”. Informó que hay algunos volúmenes en Nueva York y en la Universidad de Princeton, pero no se compara con el material que tiene la IBERO.
Archivo con huella mundial.
La investigadora universitaria señaló que el Archivo de Comerciantes, investigación que le tocó dirigir gracias al financiamiento del Instituto Mexicano de Comercio Exterior, tiene un gran impacto a nivel mundial, pues se ha convertido en un punto de referencia fundamental en trabajos académicos, en el sentido de conocer la operación del comercio internacional desde México.
“A través de este archivo, lo que pudimos revelar es cómo estos comerciantes de México tenían un papel central en la economía mundial, el primer comerciante que estudiamos fue Francisco Ignacio de Yraeta, que ahora ya es famoso, ya es referencia en la historia, en su momento un desconocido. Para saber que era él nos pasamos casi un año estudiando el archivo. Además, intentábamos explicar cómo trabajaban estos grandes comerciantes mexicanos”.
“Les llamo mexicanos porque, aunque venían de Europa (en su mayoría del País Vasco), se hicieron novohispanos y sus descendientes se hicieron mexicanos. El poder explicar cómo operan estás empresas mercantiles nos permite apreciar el liderazgo que nuestro país tuvo en la economía mundial.
“En general, teníamos una visión de que éramos dependientes de los comerciantes españoles, que sólo nos dominaban; no era cierto, era al revés. Resulta que estos empresarios tenían un liderazgo a nivel mundial, y que podían realizar sus transacciones a nivel global, y lograban interconectar Asia y Europa y América”.
México se convierte en el vértice entre los mercados asiático y europeo. Esto nos cambia el panorama. Nuestro país ha sido fuerte desde siempre y el archivo lo demuestra, comentó Cristina Torales Pacheco.
BFXC, la labor por preservar el patrimonio de México.
Para la Dra. Cristina Torales, el premio que recibirá el Archivo de Comerciantes refrenda el compromiso de la IBERO con el resguardo del patrimonio de la nación, del que han salido al menos 10 tesis y varias publicaciones, además de ser referencia a nivel global. Por ello, es vital, aseguró, tener una política de protección y mantenimiento.
Al respecto, la directora de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC), Mtra. Teresa Matabuena, comentó que gracias a la labor del área que dirige por conservar, organizar, catalogar, prestar y difundir los acervos que conserva, “los trabajos de investigación son posibles”.
Dijo que “la Universidad ha invertido recursos en personal especializado para la organización y el manejo de los archivos, así como en la orientación y consulta de los mismos. Tiene instalaciones apropiadas y realiza trabajos de conservación preventiva de los mismos”.
Recordó que el reconocimiento de Memoria del Mundo México se da al fondo no sólo por el material que tiene, sino también por el trabajo realizado para la consulta, dentro y fuera de México, y su plena conservación.
De esta forma, el año pasado se contrató a especialistas para hacer un diagnóstico del archivo e indicar qué volúmenes se debían restaurar. En este momento, todo el fondo está estabilizado y tiene guardas de segundo y tercer nivel para su conservación; y está digitalizado.
Con estas medidas, y un ambiente controlado —temperatura y humedad—, se impide el deterioro de los documentos históricos, que además del Archivo de Comerciantes, comprende casi 60 fondos documentales más en el área de Acervos Históricos de la IBERO.
Por su parte, la Dra. María Eugenia Ponce Alcocer, investigadora de la BFXC, explicó que el compendio comercial está almacenado en cajas desacificadas y se ha usado papel japonés para restaurar algunas páginas afectadas por la tinta ferroválica con la que escribían en los siglos XVIII y XIX, pues al contener fierro perfora el papel.
La también especialista en este Archivo de Comerciantes, Mtra. María de Jesús Díaz Nava, aseguró que “se han hecho trabajos de restauración para su mejor conservación; también la encuadernación ha sido trabajada, se llama badana, es decir, piel de borrego o carnero.
Como parte de la estrategia de conservación, el fondo se digitalizó para evitar se manipulen los originales, pero se mantenga una de las labores primordiales de la BFXC: la difusión.
Dato.
Previamente fueron incluidos en el mismo programa la Colección de Porfirio Díaz, el Archivo Manuel González, el ejemplar 244 de la primera edición del Canto general de Pablo Neruda, así como el Archivo Alberto Salinas Carranza sobre la historia de la aviación en México, los cuales también se encuentran en los Acervos Históricos de la BFXC.
Ivonne Rodríguez /Iván Cabrera
Sitio Fuente: Ibero