¿Quién fue María Elena Caso?
Su vida entre estrellas de mar.
Un 18 de diciembre de 1915 nació María Elena Caso Muñiz, la mujer que abrió camino en el estudio de la biodiversidad marina de México.
A 92 años de su natalicio, en Ciencia UNAM la recordamos como la mexicana que pasó su vida entre estrellas de mar.
María Elena se formó en la Facultad de Ciencias de la UNAM cuando la Biología Marina estaba en sus inicios como ciencia. Quienes la conocieron, o han seguido su legado, la recuerdan como un ejemplo de entrega a su vocación científica.
Se dedicó por más de 50 años al estudio de los equinodermos, los animales marinos de piel con espinas como los erizos, ofiuras, pepinos, lirios y estrellas de mar.
Hija de Don Antonio Caso y Josefina Muñoz. Un suceso clave en la vida de María Elena fue el encuentro con el español Enrique Rioja Lobianco, una de las figuras más destacadas del estudio de los organismos marinos, quien llegó a México en 1939 exiliado durante la Guerra Civil en su país.
Ella todavía pensaba en su tema de tesis cuando él le propuso trabajar con equinodermos y aquí arranca la historia de sus inolvidables aportes a la ciencia.
Con el doctor Rioja creó el Laboratorio de Hidrobiología, el cual se convirtió en el Departamento de Ciencias del Mar y Limnología del Instituto de Biología, semilla de lo que más adelante sería el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
En busca de equinodermos.
Los equinodermos solo habitan en los mares. Imagina a la doctora María Elena Caso trasladándose de la Ciudad de México hasta llegar a la costa de Baja California o a Mazatlán, adentrándose al mar en lancha para recolectarlos. Ella nunca buceó, pues en aquella época no se habían inventado los tanques de buceo, ni la UNAM contaba con sus buques de investigación oceanográfica.
Sus primeras investigaciones, con ayuda de su maestro Enrique Rioja, marcaron el estudio sistemático y ordenado de los equinodermos en México. De sus viajes de recolección de esta fauna marina, logró reunir un conjunto de especies que en 1991 dio origen a la Colección Nacional de Equinodermos, bajo resguardo en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, la cual lleva su nombre.
Una vez que la Universidad contó con buques de investigación oceanográfica, la doctora Caso participó en varias campañas. Sus colaboradores cercanos recuerdan que “ella siempre estaba presente en cubierta a las primeras horas de la madrugada para presenciar los primeros muestreos.”
María Elena se entregó totalmente a la ciencia; nunca contrajo matrimonio, ni tuvo hijos. Murió en 1991. Su alumno y colaborador cercano, el doctor Alfredo Laguarda Figueras, junto con el doctor Francisco A. Solís Marín, han continuado su labor de recolección, estudio y divulgación del valor de los equinodermos. El legado de María Elena Caso sigue vigente.
Por Claudia Juárez.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM