Patrimonio documental, vital en el desarrollo sostenible y en los derechos humanos: López Leyva

INVESTIGACIONES BIBLIOGRÁFICAS.-

- Andrea Giovine Yáñez dijo que las instituciones patrimoniales, culturales y de memoria adquieren un papel fundamental

- Eduardo Matos Moctezuma habló sobre el acervo documental y la memoria colectiva.

El patrimonio documental se ha ido ampliando para incluir, junto con manuscritos impresos y documentos valiosos en bibliotecas y acervos, productos audiovisuales de producciones digitales y tradiciones orales, explicó el coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva.

En ocasión del Congreso Internacional Patrimonio documental en transformación, recalcó que, en general, se considera un elemento vital en el desarrollo sostenible y en las garantías inalienables, especialmente en los derechos a la expresión y a la información.

Además de los Estados, las comunidades y las personas pueden participar en la adopción de medidas para protegerlo, preservarlo y hacerlo accesible, acotó.-

En tanto, la directora del Instituto de Investigaciones Bibligráficas (IIB), Andrea Giovine Yáñez, explicó que la velocidad de los avances tecnológicos, el ritmo acelerado en el consumo de imágenes e información, el desarrollo de inteligencias artificiales entrenadas con nuestra memoria documental y lograr un equilibrio con las formas tradicionales de preservación y gestión del conocimiento, imponen nuevos desafíos para la cultura y la memoria colectiva en un contexto en el que nuestra atención está siempre en disputa y constantemente se redefinen nuestras relaciones sociales en el mundo.

Las instituciones patrimoniales, culturales y de memoria adquieren un papel fundamental que se encuentra en un momento de activa redefinición, buscando e implementando nuevas estrategias para llevar a cabo sus funciones en el mundo actual y, en el camino, generando nuevas preguntas para un presente que no deja de estar en constante transformación, apuntó.

Al retomar su mensaje en la sesión inaugural del encuentro, López Leyva recordó que el programa Memoria del Mundo se creó en 1992, en respuesta a la vulnerabilidad del patrimonio documental ante eventos como desastres derivados de fenómenos naturales o factores humanos. Busca mostrar su importancia como un legado de la humanidad y, a la vez, promover su accesibilidad universal.

En 2015, prosiguió, el organismo internacional adoptó la recomendación relativa a la preservación del patrimonio documental que se enfoca en cinco elementos:

Determinación, preservación, acceso, medidas normativas y cooperación nacional e internacional. Ahí se estableció que “los documentos producidos y preservados a lo largo del tiempo, en todas sus formas, analógicas y digitales, a través del tiempo y el espacio constituyen el medio primordial de creación y expresión de conocimientos y tienen repercusiones en todos los ámbitos de la civilización humana y su evolución futura”.

Para la Universidad, puntualizó, es de importancia promover el encuentro de especialistas en la materia, máxime porque tiene una gran responsabilidad con la sociedad y con la preservación documental en la Biblioteca y Hemeroteca nacionales.

López Leyva estimó que esta actividad académica coloca a esos recintos y al IIB a la vanguardia en las discusiones sobre un tema que está en el centro de la identidad de la nación: la preservación del patrimonio documental como resguardo de la memoria colectiva.

Nuevos retos.

Más adelante, Andrea Giovine aclaró: “Pensar en el patrimonio documental como un concepto en transformación implica pensar en el cambio de las instituciones patrimoniales y los espacios de memoria que se encargan de recopilar, preservar, conservar, dar acceso, difundir y divulgar los acervos”.

Enfrentamos los desafíos de siempre, y nuevos, como dar cabida a la diversidad lingüística, ideológica, generacional y cultural de manera armónica, reconocer otras identidades, hacer coexistir procesos y formatos analógicos con digitales y, sobre todo, ser instituciones vigentes y significativas para la sociedad.-

Los trabajos de este primer Congreso mostrarán un amplio espectro de la versatilidad y la interdisciplina que competen hoy a quienes se dedican a trabajar con el patrimonio documental, manifestó ante Pablo Avilés y Álvaro Ruiz Rodilla, investigadores del IIB.

Memoria histórica.

En la conferencia magistral Reflexiones sobre el Patrimonio Documental y la memoria colectiva, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma señaló que las sociedades, al paso del tiempo, han sido creadoras de múltiples expresiones en las que quedó manifestada la memoria de los pueblos que nos precedieron en la historia y que continúan hasta la actualidad.

Eso quedó plasmado en evidencias que consideran la arquitectura, escultura, pintura, escritos de diversa índole y muchos elementos más portadores de ideas, sentimientos y emociones, que se constituyen en un legado invaluable para la humanidad y, en particular, para quienes nos dedicamos al estudio del devenir de las sociedades, expresó.

En la conferencia donde se refirió a la destrucción que han sufrido bienes del pasado y a acontecimientos que han afectado el legado que nos fue heredado, recalcó que deben resguardarse los documentos elaborados en papel, como libros o códices, y los vestigios arqueológicos e históricos, al igual que las películas, videos, fotografías y otros formatos, cuyo contenido histórico es rico.

Todo aquello que los pueblos consideran parte de su memoria histórica debe ser preservado. Reuniones como este Congreso van a remitir a conclusiones que ayuden de manera significativa a lo que lleve al resguardo de la memoria, a su conocimiento y difusión, expresó el doctor honoris causa por la UNAM, así como profesor e investigador emérito del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Sitio Fuente: Boletín UNAM-DGCS-810