Ernst Otto Fischer, pionero de la química organometálica

HISTORIA DE LA CIENCIA.-

Ernst Otto Fischer (1918–2007) es uno de esos nombres que dejaron una huella indeleble en la historia de la química. Premio Nobel en 1973, junto con Geoffrey Wilkinson, Fischer abrió las puertas a una disciplina emergente en aquel momento: la química organometálica, un campo que hoy resulta esencial para la investigación científica, la catálisis industrial y la creación de nuevos materiales.

Una juventud marcada por la guerra.

Nacido el 10 de noviembre de 1918 en Solln, un distrito de Múnich, Ernst Otto Fischer creció en una Alemania convulsa. Estudió química en la Universidad Técnica de Múnich, aunque sus estudios se vieron interrumpidos por la Segunda Guerra Mundial, en la que sirvió como soldado. Tras la contienda, Fischer retomó su formación académica con una determinación férrea, obteniendo su doctorado en 1952 bajo la dirección de Walter Hieber, otro gran químico alemán.

El descubrimiento que cambió la química: los compuestos tipo “sándwich”.

En la década de 1950, la comunidad científica debatía intensamente sobre la estructura de un nuevo compuesto metálico: el ferroceno. La molécula parecía contradecir las reglas de la química conocidas hasta entonces. Fischer, junto con Geoffrey Wilkinson, descifró su verdadera naturaleza: un complejo “sándwich” en el que un átomo de hierro se encuentra atrapado entre dos anillos de ciclopentadienilo.

Este hallazgo no solo resolvió un enigma químico, sino que también abrió un nuevo campo de investigación. Los llamados complejos sándwich dieron origen a aplicaciones prácticas en catálisis, síntesis de fármacos y diseño de materiales avanzados.

Carrera académica y reconocimiento internacional.

Tras sus contribuciones pioneras, Fischer se consolidó como uno de los líderes mundiales en química organometálica. Fue profesor en la Universidad Técnica de Múnich y mentor de múltiples generaciones de químicos. Su estilo de enseñanza se caracterizaba por la pasión y la capacidad de inspirar en sus estudiantes el deseo de explorar lo desconocido.

En 1973, la Real Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Química, reconociendo su papel crucial en la elucidación de la estructura del ferroceno y el desarrollo de la química organometálica.

Fischer no solo fue un brillante investigador, sino también un divulgador convencido de la importancia de la ciencia en la sociedad. A lo largo de su vida recibió numerosos premios y reconocimientos, y hoy se le considera uno de los padres fundadores de la química organometálica.

Gracias a sus aportes, tecnologías actuales como los catalizadores en la industria petroquímica, el desarrollo de nuevos materiales conductores o la síntesis de compuestos farmacéuticos tienen una base sólida.

Ernst Otto Fischer falleció el 23 de julio de 2007 en Múnich, pero su espíritu innovador sigue vivo en cada avance de la química moderna.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings