La Fototeca Nacional es La Meca del patrimonio visual de México

MUSEOS.

- Los 10 millones de pesos que destinó el gobierno mexicano para la adquisición del Archivo Casasola hace cuatro décadas, parecen al día de hoy, nada, comparado con los frutos infinitos que ha dado
- Ha sido el semillero de conservadores, estudiosos, gestores, críticos y un amplio público que aprecia y disfruta la imagen, tanto a nivel nacional como internacional.

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Juan Carlos Valdez Marín. Director del Sistema Nacional de Fototecas, durante su intervención.

Con 40 años de trabajo ininterrumpido.

La Fototeca Nacional es La Meca del patrimonio visual del país, coincidieron historiadores, creadores, críticos de la imagen, pero también el público joven que engrosó durante dos días el Decimoséptimo Encuentro Nacional de Fototecas. A 40 años de su fundación, este espacio ha impactado de forma positiva y, a su vez, multiplicado las formas de preservar, investigar, pero sobre todo difundir un legado, el fotográfico, con más de 170 años de historia en México.

El cierre de este festejo realizado en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, no podía ser otro que una charla compartida entre quienes han ayudado desde dentro a consolidar este espacio y aquellos que, de algún modo u otro, han crecido a su amparo. Los 10 millones de pesos que en su momento destinó el gobierno mexicano para la adquisición del Archivo Casasola, parecen al día de hoy, nada, comparado con los frutos infinitos que ha dado la Fototeca Nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

David Maawad, fotógrafo que estuvo vinculado a este lugar en sus albores, recordó que no pudo ser más oportuna esta decisión del gobierno, entonces encabezado por el presidente Luis Echeverría, debido a que desde los años 60 del siglo XX, varias instituciones estadounidenses habían intentado –infructuosamente--  comprar las más de 400 mil piezas, entre negativos y positivos, que constituyen este acervo.

Cuatro décadas más tarde, la Fototeca Nacional ha rebasado este número gracias a la adquisición y donación de otras colecciones, para ser exactos, dijo Juan Carlos Valdez Marín, su director: 897 mil 727 piezas fotográficas, distribuidas en 46 fondos, donde lo mismo se encuentran obras de la autoría de Hugo Brehme, Guillermo Kahlo, Tina Modotti, Nacho López, Semo, Cruces y Campa, que de autores contemporáneos como Gerardo Montiel Klint, Dulce Pinzón y Humberto Ríos, quienes además participaron en este edición abordando La producción fotográfica en la actualidad.

David Maawad, Juan Carlos Valdez y la investigadora Patricia Massé, recordaron que las primeras décadas de la Fototeca Nacional fueron de un involucramiento total por parte del pequeño equipo que la constituía, pues debían hacer de todo para consolidar sus cimientos. Ante la falta de una normativa, también hubo un sobreuso y manejo deficiente de las colecciones, para lo cual fue necesario que algunos integrantes, como Alicia Ahumada, viajaran al extranjero con el propósito de conocer diferentes metodologías para su preservación.

La profesionalización de los recursos humanos del que era nombrado el Archivo Histórico Fotográfico, se dio con la llegada de Eleazar López Zamora, que consciente de la necesidad de organizar todo el material, se abocó a esta prioridad. Fue a partir de esta catalogación, sistematización y una incipiente digitalización, que pudo empezar a ofrecer sus servicios al público, especializado y no, con una mayor calidad.

Servando Aréchiga, Rosa Casanova –en cuya gestión comenzó a efectuarse el Encuentro Nacional de Fototecas— y Sergio Raúl Arroyo, han sido algunas de los personajes que han comandado este barco donde muchos “nos formamos en la vía de los hechos”, comentó Juan Carlos Valdez. Asimismo, él, de formación biólogo, junto con Servando Aréchiga, fueron los primeros en emprender clases de conservación de la fotografía en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH.

Para la doctora Patricia Massé, historiadora del arte especializada en la fotografía, llegar a la Fototeca Nacional fue encontrar “los baúles donde están los tesoros”, así fue descubriendo el México que retrataron Felipe Teixidor y Juan Antonio Arzumendi, por citar algunos autores. Un tesoro inagotable que ha sido fuente de estudio e inspiración para otros investigadores como Flora Lara, José Antonio Rodríguez, John Mraz, Daniel Escorza, Rebeca Monroy y Mayra Mendoza, subdirectora también de este espacio, entre tantos otros.

De esta manera, la Fototeca Nacional ha sido el semillero de conservadores, estudiosos, gestores, críticos y un amplio público que aprecia y disfruta la imagen, tanto a nivel nacional como internacional. Y esto quedó patente cuando los asistentes tomaron el micrófono en el cierre del 40 aniversario.

“Frida”, quien se presentó como una joven pachuqueña asidua a la Fototeca Nacional desde los 7 años, agradeció a este espacio haber ampliado los referentes de su ciudad, “ahora –dijo-- somos sinónimo de fotografía y no sólo de pastes, fútbol y charrería”. Gracias a la Fototeca Nacional, que en un par de años se mudará al clúster “Pachuca, ciudad del conocimiento y la cultura”, ésta se ha convertido también en la ciudad de luz y plata.,

La Fototeca Nacional como primer centro especializado es, asimismo, el eje operativo del Sistema Nacional de Fototecas (Sinafo), es decir, que marca las pautas de organización para sus símiles, brindando asesoría a acervos nacionales, pero también extranjeros. El fotógrafo cubano Eduardo Muñoz, recordó que este lugar es un referente en el mundo y cómo, a principios de los años 90, representó “una tabla de salvación” para la Fototeca de Cuba, la cual, siguiendo sus lineamientos, puso orden en sus propias colecciones.

Y su labor no termina ahí, ha estado detrás de la consolidación de fototecas muy prestigiadas como la “Pedro Guerra” de Yucatán y la “Pedro Valtierra” de Zacatecas. Domingo Valdivieso, director de la Fototeca de Nuevo León reconoció que la madurez de este espacio que cumplió 18 años, se debe en buena medida a la generosidad de la Fototeca Nacional, la cual está apoyando a su vez para que en breve abra la Fototeca de Sonora, anunció Juan Casanova, quien se haya detrás de este proyecto.

A través de charlas con profesionales en los “Jueves fotográficos”, publicaciones para todo público, lo mismo manuales que catálogos y revistas de calidad internacional como Alquimia, con talleres en los que niños arman sus propias cámaras, las diversas ediciones del Encuentro Nacional de Fototecas, sus servicios de museo y consulta de acervos, y la organización de exposiciones, varias de ellas itinerantes, la Fototeca Nacional es una de las instituciones culturales y educativas más reconocidas de México, La Meca de su patrimonio visual.

Sitio Fuente: INAH