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A 166 años de la llegada del telégrafo a México

MUSEOS / HISTORIA.

Con cada introducción de una nueva tecnología podemos pensar el territorio de manera diferente. Por ejemplo, aquellas diligencias que transportaban personas o productos crearon un orden espacial que permitía que la sociedad se comunicara y se transportara a un tiempo determinado. Tenían que pasar varios días para que un mensaje llegara a su destino.

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Porfirio Díaz aprovechó el telégrafo para la vigilancia social. Imagen: Erika López.

Posteriormente este orden fue modificado con la llegada del ferrocarril, ya que con este todo fue más rápido. El transporte tanto de personas como de mercancías y de información se aceleró por esta vía.

No obstante, la verdadera velocidad de transmisión de la información se alcanzó con la llegada del telégrafo en 1850, el cual originalmente comunicó Veracruz con la Ciudad de México.

Para Héctor Mendoza Vargas, del Instituto de Geografía de la UNAM, el telégrafo es la primera tecnología que se implementó de manera intensa económica y políticamente en el territorio nacional y es un claro ejemplo de cómo un país cambia a un nuevo orden espacial y abandona otro.

Con su llegada, el telégrafo permitió que se acelerara la comunicación y la vida social de los mexicanos en ese momento. Asimismo permitió una modernización del Estado y hubo un incremento de actividad económica y política. Revolucionó las telecomunicaciones y la manera de pensar el territorio y cómo trabajar en él.

Aparece el telégrafo.

Juan de la Granja fue quien introdujo esta tecnología en México. De 1842 a 1844 fue cónsul de México en Nueva York, en donde escuchó por primera vez de las ventajas de contar con una red telegráfica, la cual en ese momento también empezaba a tomar auge en un intento por comunicar Nueva York y Boston con la capital Washington.

A su llegada a México, De la Granja con el conocimiento de saber quiénes eran los proveedores de los aparatos y quiénes los estaban construyendo, decide traer esa tecnología a nuestro país.

Su interés principal era lograr comunicaciones con los puertos de Europa y Asia, desde México, pero en sus inicios sólo se pudo colocar la red telegráfica del puerto de Veracruz hacia la Ciudad de México.

Mendoza Vargas destacó que el telégrafo inició en nuestro país al mismo tiempo que en otros, tales como Estados Unidos, España e Inglaterra, es decir, cuando esta tecnología se ponía en servicio en estos lugares también llegaba a México.

El telégrafo fue reservado en sus inicios para negocios particulares, sin embargo para 1867 el gobierno liberal obtuvo el control de esta tecnología. Con esto llegó un crecimiento de la red, pero también un bajo rendimiento de la misma, la cual no se reorganizaría sino hasta 1891, con la creación de la Dirección General de Telégrafos y la Escuela de Telegrafía, esto con el fin de mejorar este servicio.

Tecnología para controlar y vigilar.

Uno de los gobernantes de México que mejor aprovechó el telégrafo fue Porfirio Díaz. Todos los días llegaban a su oficina docenas de telégrafos que le informaban de aspectos que ocurrían en los distintos territorios del país, desde la inauguración de una escuela, el surgimiento de una plaga, hasta la llegada de extranjeros a algunos puertos.

De acuerdo con Mendoza Vargas, el telégrafo fue importante para que Porfirio Díaz permaneciera tantos años como presidente, ya que era el primer gobernante que ejerce el poder con base en la inmediatez y sabía lo que ocurría en todo el país. A través de los telegramas era informado rápidamente de los problemas en las distintas regiones y en consecuencia podía haber mayor control.

Como nunca antes en otra época esta tecnología era utilizada con fines de control y vigilancia social, pues para finales del siglo XIX, ya existía una red que cubría regiones recónditas del país y que consolidaría la centralidad de la Ciudad de México.

Así, el telégrafo influyó en la construcción de un nuevo orden espacial en nuestro país y conforme fue creciendo su red se definieron los espacios económicos más importantes y se reafirmó la centralidad de la Ciudad de México, ya que en ésta se concentró y consolidó el poder político y económico, lo que coincidió con un crecimiento demográfico y un auge urbano en la capital mexicana.

Mendoza Vargas mencionó que esta tecnología también creó un nuevo orden espacial a nivel mundial, que revolucionó y cambió la relación con el territorio y entre distintas sociedades.

Museo del telégrafo.

El Museo del Telégrafo se ubica en la calle de Tacuba No. 8, en el elegante edificio que era la sede de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas y hoy se conoce como el Museo Nacional de Arte (MUNAL), en la plaza Tolsá.

En un ala del MUNAL, en 2006, abrió sus puertas por primera vez el Museo del Telégrafo. Ahí se puede conocer la historia de la telegrafía por medio de instrumentos, mapas y utensilios que dieron vida a las palabras que viajaban por los cables de cobre por todo el país por medio del código Morse de señales.

Sitio Fuente: María Luisa Santillán, DGDC-UNAM