Judas, patrimonio cultural intangible de la humanidad

MUSEOS

- La exposición ocupará la Galería del Tiempo de la Unidad Azcapotzalco hasta el 22 de abril.

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Manufacturados para ser destruidos o quemados el Sábado de Gloria de la Semana Santa, los Judas representan al gran traidor de la historia y, por tanto, reciben de manera simbólica un castigo a la altura de sus actos, de acuerdo con la tradición Católica.

La colección personal del doctor Segismundo Engelking Keeling, investigador de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), conforma la muestra Judas. Tradición y patrimonio cultural mexicano, que incluye piezas elaboradas entre 1975 y 1980.

El profesor relató que su padre era amigo de grandes pintores de aquellos años –entre ellos Chucho Reyes– que consideraban a los Judas como una representación popular y el alma del pueblo mexicano.

“No importa su permanencia, sólo el factor estético” de esta figura catalogada como patrimonio cultural intangible de la humanidad; esto explica que haya sido atesorada por Diego Rivera y Francisco Díaz Lozano, entre otros artistas, en un afán protector de una tradición en riesgo constante de desaparecer.

La conservación del Judas abre una ventana al pasado, al reflejar una época, pero también forma parte de la protesta política. Las figuras pueden semejar calacas o payasos, según solicite el cliente al judacero.

La técnica de fabricación en papel maché inicia con la construcción de la estructura; una vez armados pies, brazos y tronco es colocado un molde de yeso que dará lugar a la cabeza del personaje, por lo general, un político.

Las mujeres son las encargadas de empapelar, mientras que los niños pintan las piernas con anilina para que luego los varones finalicen los detalles de ojos, bigotes y colmillos. “Vemos una repetición en forma económica de los cazadores recolectores: el grupo se reparte el trabajo, así el producto es resultado de un colectivo, no de una persona”, comentó el académico del Departamento de Medio Ambiente para el Diseño.

Un total de 45 piezas de más de un metro de altura elaboradas en su mayoría por la familia de Gabina Tapia, originaria de la Ciudad de México, comprende la exposición, que en paralelo ofrece talleres impartidos por judaceros expertos en el arte de crear estas figuras.

A finales de abril se realizará una mesa redonda con especialistas en el tema de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela Nacional de Antropología e Historia y representantes de España y Perú que hablarán sobre el origen de los Judas y su papel en la literatura.

Sitio Fuente: UAM Número 161