Recibe René Avilés reconocimiento Summa Cum Lauden
ESCRITORES
- Por su excelsa trayectoria periodística, académica y literaria que ha enaltecido las artes, la cultural y la educación en México
- El Profesor Distinguido de la UAM condensa creatividad literaria y obra narrativa en casi 40 títulos e incesante labor cultural.
El maestro René Avilés Fabila recibió el reconocimiento Summa Cum Lauden que otorga la Fundación Sebastian A. C. por su excelsa trayectoria periodística, académica y literaria que ha enaltecido las artes, la cultural y la educación en México.
En una cena de gala –amenizada con un concierto operístico previo a cargo del coro de la Sociedad Internacional de Valores de Arte Mexicano– fueron distinguidos también los actores Silvia Pinal e Ignacio López Tarso, el museógrafo Jorge Guadarrama y la crítica de arte Ida Rodríguez Prampolini.
Avilés Fabila dijo que los premios son una motivación, un estímulo y, en su caso busca “un lugar, aunque sea pequeño, en la historia del país”.
El coordinador de Extensión Universitaria de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) se mostró orgulloso de las satisfacciones obtenidas a lo largo de la vida, sobre todo en su faceta literaria, que lo encaminó al periodismo y la academia en la Casa abierta al tiempo, “que ha sido mi segundo hogar durante 41 años”.
El escultor Sebastian, doctor Honoris Causa por la UAM, se refirió a él como un amigo, que “es como deben ser los creadores: un poco loco, acelerado, pero para bien, en forma positiva; es muy creativo, aventurado y crítico, a veces sarcástico, ácido, porque todos los artistas tienen esa carga como seres inteligentes y sensibles”.
El aporte cultural de Avilés Fabila a México y el mundo está más que comprobado, pues “tiene una importante obra literaria, es un entusiasta promotor cultural a través de su fundación y el museo del escritor, y resalta como un infatigable comunicador y periodista”.
Los lazos de amistad se han fortalecido con el paso de los años al compartir múltiples viajes, conferencias y mesas redondas, por lo que haber sido objeto de este reconocimiento “sólo es un pequeño homenaje a un hombre que merece más por lo que ha aportado a la cultura del país”.
Sebastian recordó que si bien creó su fundación el 13 de noviembre de 1997 para la protección y la promoción de su obra, ahora está abierta para apoyar todas las expresiones artísticas, culturales y científicas con el objetivo de que los creadores no esperen el apoyo del Estado y se desarrollen profesionalmente; también reconoce a quienes se distinguen en sus respectivas áreas profesionales a lo largo de la vidas.
El escritor Jorge Ruiz Dueñas, orador oficial, describió los méritos profesionales del Profesor Distinguido de la UAM, quien condensa su creatividad literaria y obra narrativa en cerca de 40 títulos y una incesante labor cultural, sin olvidar una visionaria conducción de suplementos y revistas y un periodismo de opinión ágil e informado.
“Me gustaría tenerle presente como un ser impredecible e insólito en una arena dada a la repetición, el rito y el acontecimiento de lo posible. Sí, porque lo normal en Avilés Fabila es dar batallas contra corriente ante ambientes culturales convencionales.
¿Quién, sino él podría darse al empeño de construir un museo del escritor y a la tarea de reunir primeras ediciones de poetas del mundo, artículos personalísimos de primeras plumas, fotografías y testimonios diversos, para dar cuenta de la intimidad de la creación literaria?”.
Además de entregar su biblioteca y patrimonio dispuestos al mantenimiento de revistas literarias, concursos para creadores en ciernes, cursos para hacer mejores escritores y una casa de cultura abierta sin cortapisas a proyectos sostenidos con la organización de Rosario Carso costeados con su pasión por la enseñanza pública, el sudor de sus dedos y la esgrima de su inteligencia en artículos y revistas.
Ruiz Dueñas señaló que el escritor no aparenta, no transige, no renuncia a los placeres de la existencia, no halaga al poder político y menos aun a los prebostes de cualquier laya, pero sobre todo tiene un sentido de la lealtad que no hace más amarga la derrota del caído ni olvida el pasado de los demás cuando el fulgor del éxito se apaga.
Sitio Fuente: UAM Número 116