Exhibe el Museo Nacional del Virreinato “Miguel Cabrera. Las tramas de la creación”

MUSEOS

- La exposición revela las formas de colaboración entre Miguel Cabrera y la Compañía de Jesús
- El tratado sobre perspectiva de Andrea Pozzo, fuente para el programa iconográfico del Templo de San Francisco Javier.

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Muestra integrada por 71 piezas, 45 de las cuales son pinturas, 17 libros, 4 documentos y 5 esculturas, destaca el óleo sobre tela La Sagrada Familia y el hermano Pedro Basto.

Obras del pintor novohispano Miguel Cabrera, que reflejan una nueva propuesta estética y en las que logró plasmar la espiritualidad de la Compañía de Jesús, forman parte de la exposición que presenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH): Miguel Cabrera. Las tramas de la creación, que se inaugurará este sábado 7 de noviembre en el Claustro Bajo de los Naranjos del Museo Nacional del Virreinato, en Tepotzotlán, Estado de México.

Durante un recorrido realizado por la exposición, la curadora Verónica Zaragoza señaló que el pintor encontró en la Compañía de Jesús a uno de sus principales patronos para la comisión de encargos que se convertirían en proyectos artísticos prolíficos dentro de su producción, además de mantener una relación laboral fructífera que le valió el reconocimiento como artífice.

Miguel Cabrera. Las tramas de la creación refleja el vínculo entre el pintor y esta orden religiosa, así como el interés de ambos por crear un arte capaz de conmover los sentidos. Los trabajos que realizó por encargo y, de manera particular, para el Templo de San Francisco Javier del Colegio de Tepotzotlán denotan la influencia del tratado sobre perspectiva del jesuita Andrea Pozzo en la concepción del programa iconográfico y artístico de esta obra monumental.

En la muestra integrada por 71 piezas, 45 de las cuales son pinturas, 17 libros, 4 documentos y 5 esculturas, destaca el óleo sobre tela La Sagrada Familia y el hermano Pedro Basto, de 1752 (233 x 318 cm), perteneciente al MNV, en la que se representa a san José con el niño en brazos y la Virgen María acompañados por ángeles con azucenas. En el extremo inferior izquierdo se observa un hombre vestido con sotana negra y una cartela con una inscripción latina que lo identifica como el hermano Pedro Basto.

Durante el proceso de intervención de este cuadro para su exhibición, la restauradora Xochipilli Rossell, del MNV, encontró a través del análisis con luz ultravioleta que el nombre del hermano Pedro Basto de la Compañía de Jesús estaba oculto bajo una capa de pintura, por lo que procedió a descubrirlo; sin embargo, el resto de la leyenda en la que se hacía referencia a la Compañía de Jesús lo dejó escondido al considerar que es parte de la historicidad de la pieza.

La restauradora tiene la hipótesis de que la cartela fue cubierta intencionalmente luego de la expulsión de los jesuitas en 1767 para borrar todo rastro de la orden religiosa, pero se respetó la firma del pintor novohispano.

La intervención de la pieza incluyó la limpieza y el retiro de barniz oxidado que impedía la correcta visibilidad de la obra, así como algunos resanes y reintegración cromática.

La directora del Museo Nacional del Virreinato, Sara Gabriela Baz Sánchez, indicó que la pintura de Miguel Cabrera se caracteriza por imágenes suaves, con personajes de facciones amables y el uso de una paleta de tonalidades más brillantes.  

Asimismo, señaló que 30 por ciento de las obras de la muestra pertenece al Museo Nacional del Virreinato y el resto procede de otras instituciones, como el Archivo General de la Nación, el Museo Nacional de Historia, la Universidad Iberoamericana y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

Miguel Mateo Maldonado y Cabrera incursionó en ámbitos escasamente accesibles para un artista de la época. Se esforzó por que la pintura fuera reconocida como “arte” y no sólo como un oficio, y formó un vasto taller que le permitió producir obra para diferentes órdenes religiosas, personajes destacados, como el arzobispo de México, y para una amplia clientela particular.

El pintor nació en la ciudad de Antequera, Valle de Oaxaca, en fecha que aún se discute, pues “hasta hace poco se pensaba que había nacido en 1695; sin embargo, algunos autores manejan actualmente el periodo entre 1715 y 1720 como posibles años de nacimiento. El argumento se basa en que su primera obra firmada data de 1740, cuando tendría 45 años; se dice que no era común que un pintor formado en la tradición gremial empezara su producción en una etapa tan tardía”, agregó Verónica Zaragoza.

Miguel Cabrera. Las tramas de la creación es una muestra organizada en cinco unidades temáticas: la primera, “La pintura novohispana del siglo XVIII”, ofrece al público un panorama sobre la producción pictórica de artistas como Juan Correa, Cristóbal de Villalpando, Nicolás Rodríguez Juárez, José de Ibarra, Francisco Antonio Vallejo, Juan Patricio Morlete Ruiz, José de Alzíbar, José de Páez y Miguel Cabrera. Este recorrido permite contextualizar la obra del pintor oaxaqueño y la posición que tenía en la primera mitad del siglo XVIII.

“La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús”, segunda unidad temática, versará sobre el estatus que la orden tenía en ese tiempo en la Nueva España y cómo inició la relación con Cabrera. Se matiza el análisis que éste y otros pintores realizaron al ayate de la Virgen de Guadalupe en 1751 y las copias que posteriormente creó, una de las cuales sirvió para la proclamación pontificia.

“Tepotzotlán, la creación total” es el núcleo central de la exposición, porque es en la monumental obra del Templo de San Francisco Javier donde se verá la mano del pintor de caballete, del diseñador y decorador de retablos pero, sobre todo, se apreciará su pintura mural, una faceta en la que se plantea la influencia de fuentes europeas, y de la que sólo dejó testimonio en el Colegio de Tepotzotlán.

Como parte de los recursos museográficos, se exhibirán los dos tomos del tratado de perspectiva del artista jesuita Andrea Pozzo, autor de las pinturas del templo de San Ignacio en Roma. En México se conserva solamente el segundo tomo en la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero de la Universidad Iberoamericana. El primero será prestado por la Compañía de Jesús de Bolivia.

La cuarta unidad temática, “La Congregación de la Purísima Concepción”, aborda la pertenencia del pintor a esta congregación mariana y la repercusión que tuvo en su vida profesional y personal, pues el hecho de que un creador formara parte de esta congregación significaba un gran reconocimiento y le daba prestigio como maestro del arte de la pintura.

En el último, “Devociones y varones ilustres”, se observará a un Miguel Cabrera en la cúspide de su carrera, un artista que supo plasmar en numerosas obras las devociones e ideales de la Compañía de Jesús para promoverla en la Nueva España. En esta sección se presentarán algunas de las piezas de las series de la Vida de San Ignacio de Loyola que realizó en el mismo año para el Colegio de Querétaro y la Casa Profesa, así como imágenes de otros santos jesuitas.

Se exhibirán cartas que dan cuenta de la profunda relación de la Compañía de Jesús con Cabrera y reflejan la cantidad de obra que se producía en el taller del maestro para distintos colegios de la Nueva España. Miguel Cabrera murió en 1768, un año después de la expulsión de los jesuitas de la Nueva España.

La muestra integra como parte de las actividades un ciclo de conferencias que impartirán especialistas, entre ellos Consuelo Maquívar, Mónica Martí Cotarelo, Rogelio Ruiz Gomar y Pedro Ángeles. También habrá visitas guiadas y una sala dedicada al público infantil.

La exposición Miguel Cabrera, Las tramas de la creación se inaugurará el próximo 7 de noviembre  a las 12:30 horas y permanecerá abierta hasta el 21 de febrero de 2016. El Museo Nacional del Virreinato se localiza en Calle Plaza Hidalgo 99, Barrio San Martín, Tepotzotlán, Estado de México. Abierto de martes a domingo de 9 a 18 horas. El costo es de 62 pesos. La entrada es gratis para menores de 13 años, estudiantes y personas de la tercera edad. El domingo la entrada es libre.

Sitio Fuente: INAH