Grandes desafíos del uso de la IA en la escuela

EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA.-

La apropiación de la IA ¿área de oportunidad para docentes y estudiantes?.

Desde que en noviembre de 2022, la empresa Open IA lanzó ChatGPT, un chatbot de inteligencia artificial que permite simular conversaciones humanas, responde a preguntas y es capaz de crear contenido como texto, imágenes o videos, hemos sido testigos de la extensión de su uso en diversos sectores de la sociedad, de cómo estas herramientas de Inteligencia Artificial abren la posibilidad de interactuar con la tecnología de una manera distinta a como lo veníamos haciendo.

La inteligencia artificial es una rama de la informática, un desarrollo tecnológico que se nutre de toda la información y de todos los datos que durante años se han producido y acumulado en internet. Consiste en el reconocimiento de patrones lingüísticos y la programación de los algoritmos para crear información a partir de la solicitud que le hace un usuario.

Su base tecnológica permite entrenar los algoritmos para que funcionen con base en lo que llamamos lenguaje natural, “por eso cuando interactuamos con una IA parece que estamos interactuando con otra persona”, puntualiza la doctora Janneth Trejo Quintana, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM.

Uno de los sectores en donde ha impactado el uso de la inteligencia artificial es el de la educación, donde se ha empleado sobre todo la IA generativa, aquella que se centra en la creación de contenido (texto, video, música, imagen), no sólo en analizar o procesar datos existentes.

La investigadora, quien tiene como una de sus líneas de investigación la inteligencia artificial y la educación, destaca que la IA, como muchas otras tecnologías, no estuvo por primera vez pensada o hecha con fines educativos, pero en este ámbito es muy provechosa: “los beneficios que ha traído tienen que ver con la eficiencia de ciertas actividades que realizamos en el entorno educativo”.

Sin embargo, como es una herramienta que ha impactado en varios sectores sociales, la Unesco en 2019, en el marco del Concenso de Beijing ,destacó en un comunicado los riesgos y desafíos de su uso.

“La IA proporciona el potencial necesario para abordar algunos de los desafíos mayores de la educación actual, innovar las prácticas de enseñanza y aprendizaje y acelerar el progreso para la consecución del ODS 4. Sin embargo, los rápidos desarrollos tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos, que hasta ahora han superado los debates políticos y los marcos regulatorios”.

Ventajas de su aplicación.

Entre las ventajas de la inteligencia artificial en la educación se encuentra ser una herramienta que acompañe el proceso de estudio de los alumnos, como si fuera una tutoría, ya que los estudiantes pueden usarla para resolver las guías de estudio, recibir respuestas en tiempo real e ir puliendo información sobre un tema en particular.

Además, la IA puede ser una tecnología que permita personalizar el aprendizaje de cada estudiante, ya que una vez que el docente identifica cómo aprende cada alumno puede recomendarle actividades, ejercicios o métodos de estudio, con el fin de lograr un aprendizaje de forma más eficiente.

La investigadora destaca que otra de las ventajas de la IA es que los docentes pueden programar actividades distintas para un mismo grupo o para diseñar las clases. Asimismo, en el artículo Aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) en Educación: los beneficios y limitaciones de la IA percibidos por el profesorado de educación primaria, educación secundaria y educación superior, Delgado de Frutos y colaboradores destacan otra ventaja:

“La calificación automática, agilizando el proceso de calificación y evaluando automáticamente tareas, cuestionarios y exámenes. Los algoritmos de procesamiento del lenguaje natural permiten a la IA evaluar las respuestas escritas, detectar el plagio y proporcionar comentarios inmediatos, ahorrando tiempo a los profesores y facilitando una evaluación oportuna”.-

La doctora Tejo Quintero sugiere que para que los alumnos le saquen mayor provecho al uso de la IA, lo recomendable es que los docentes también conozcan esta herramienta, con el fin de poder brindarles un acompañamiento a los estudiantes al usarla.

Principales retos.

Desde los casi tres años del boom de la inteligencia artificial generativa, sus avances han sido constantes y cada vez es más conocida. Esto ha representado varios retos y limitaciones que han trascendido el mero uso de la herramienta, pues hoy ya se piensa también en el desarrollo de políticas públicas que regulen su uso.

Una de las preocupaciones de que se use la IA es que todavía hay mucho miedo y desconocimiento de qué es y cómo funciona. “La gente en general sabemos que es una cosa en internet a la que le podemos preguntar y lo sabe todo, y que le puede escribir como si estuviera hablando con otra persona.

Y la idea que circula en el ambiente es que va a suplir muchos trabajos, entre ellos el de los profesores y profesoras. Entonces esa idea, muy genérica, puede desatar algún tipo de inseguridad sobre hasta dónde vamos a llegar y si las máquinas nos van a dominar y sustituir”.

Agrega que conforme uno va conociendo cualquier tipo de tecnología va identificando tanto los beneficios como algunas consecuencias no deseadas, y en el caso de la inteligencia artificial una de ellas sería que los conocimientos que se generen en el salón de clases se queden en la superficialidad o que ni siquiera se construyan.

“Podríamos llegar a un punto en donde el profesor o la profesora de una consigna para que se trabaje sobre un tema, los estudiantes le pregunten a ChatGPT, les proporcione un esquema bastante reducido, entreguen su tarea y más o menos se enteren del tema que trataron, pero en realidad el conocimiento se puede quedar en lo superficial. Por ello, una consecuencia no deseada sería que la inteligencia artificial se incorporara en el ámbito educativo sin contar con un objetivo claro que oriente su uso”.

Lo importante es que la IA permita a los alumnos y a los docentes desarrollarse, incrementar sus capacidades de estudio y que sea una guía a la hora de generar conocimientos, pues se le saca más provecho a esta herramienta en tanto más se conozca del tema que se está consultando, ya que si se detecta cuando se equivoca, se podrán tomar decisiones respecto a la información que arroja. Por ello, es fundamental reconocer las limitaciones que tiene la IA.

“Si queremos evitar que los estudiantes se queden en la superficialidad de ciertos temas, podemos permitir el uso de la inteligencia artificial como punto de partida. A partir de ahí, es fundamental diseñar actividades, propiciar intercambios y proponer búsquedas en otras fuentes que les ayuden a construir un conocimiento más profundo y significativo”.

Otra limitante de su uso sería que no todos tienen acceso a ella, y aunque la educación a distancia ha sido benéfica para llegar a lugares lejanos, no todas las comunidades cuentan con la infraestructura (luz, internet, computadoras) para brindar este tipo de atención.

Por ello, las dificultades y las brechas que existen entre una parte de la población con respecto a otra sí profundizarían las desigualdades, además potenciarían las diferencias entre alguien que egresó de la universidad en una ciudad y alguien que está en alguna comunidad, donde difícilmente puede pensar en estudiar o terminar la educación media superior, por todas las condiciones adversas que le rodean.

Uno más de los cuestionamientos que han surgido sobre el uso de la IA en la educación es que existe el temor de que los alumnos desarrollen menos capacidades cognitivas, de memoria, aprendizaje, niveles de pensamiento crítico y de pensamiento lógico.

¿Y el futuro?

Uno de los principales desafíos de la IA en la educación está enfocado en la ética y en enseñarles a los estudiantes a usar estas herramientas con responsabilidad. Esto incluye reconocer que nuestros datos son valiosos y que muchas compañías los usan como mercancía y el usuario finalmente no sabe qué uso les pueden dar, por lo que debemos ser cuidadosos cuando los proporcionamos en cualquier herramienta tecnológica y digital.

Otro reto estaría relacionado con la generación de políticas públicas y que los gobiernos y las instituciones desarrollen acciones gubernamentales que regulen su uso.

“Regular no en el sentido de prohibir, sino de ponernos de acuerdo en qué momentos sí, en qué momentos no. O cuando la uses, cómo la usas y reportar que la usaste. Hay que usarla con responsabilidad. Es parte de la ética que hay que ir desarrollando y de los lineamientos de uso que deben ir trabajando porque en México todavía falta mucho por trabajar a nivel institucional”.

Otro desafío —agrega la doctora— consiste en mejorar las condiciones e infraestructura en las distintas regiones del país para que los estudiantes puedan acceder a ella, con el fin de no ampliar más las brechas educativas entre las comunidades.

Así, la IA irrumpió muy abruptamente en el ámbito social, lo cual causó desde asombro hasta temor, por ello los científicos sociales analizan el fenómeno y el estado de su apropiación, para impulsar un uso adecuado de esta herramienta tecnológica que ya es parte de nuestras vidas.

Por: María Luisa Santillán.

Sitio Fuente: Ciencia UNAM