Vitus Bering: El pionero que abrió el camino a América del Norte
HISTORIA DE LA CIENCIA.
Vitus Jonassen Bering, conocido también como Ivan Ivanovich Bering en Rusia, fue un navegante y explorador danés que transformó la historia de la exploración marítima.
Su vida, marcada por desafíos extremos y descubrimientos fundamentales, sentó las bases para la expansión rusa en el Nuevo Mundo y dejó un legado imborrable en la geografía global.
Foto: Institute of Archaeology in Russian Academy of Sciences.
Orígenes y Formación.
Nacido el 5 o 12 de agosto de 1681 en Horsens, Dinamarca, Bering se crió en una familia que, a pesar de ciertas limitaciones económicas, le permitió recibir una educación básica. Desde muy joven sintió la llamada del mar y, a los 15 años, se embarcó como grumete. Su formación naval se completó en Ámsterdam, donde también tuvo la oportunidad de explorar diversas rutas comerciales en el Atlántico y en las Indias Orientales. Esta temprana experiencia en alta mar le dotó de las habilidades necesarias para enfrentar los rigores del océano y lo preparó para un futuro en el que su pericia sería clave para la exploración de territorios inexplorados.
Servicio en la Marina Rusa.
Impulsado por la ambición de expandir sus horizontes, Bering se unió en 1704 a la emergente Marina Imperial rusa, reclutado por orden del zar Pedro el Grande. Durante su carrera en la flota rusa, participó en campañas de la Gran Guerra del Norte y en conflictos contra el Imperio Otomano, consolidándose como un oficial competente y adquiriendo un profundo conocimiento en navegación y logística. A lo largo de los años, sus ascendencias y sus habilidades le permitieron llegar a ocupar rangos cada vez más altos, pese a la fuerte competencia interna y a la presencia de oficiales de mayor renombre.
La Primera Expedición a Kamchatka.
En 1724, Pedro el Grande confió a Bering el liderazgo de la Primera Expedición a Kamchatka, con el objetivo de explorar las costas orientales de Siberia y verificar la existencia de un estrecho que separara Asia de América. Tras recorrer por tierra desde San Petersburgo hasta Okhotsk, Bering y su reducido grupo construyeron una embarcación en la península de Kamchatka. En agosto de 1728, al navegar hacia el norte, Bering descubrió varias islas y trazó la ruta que confirmaba que Asia y América eran continentes separados por el mar. Aunque no llegó a avistar la costa americana debido a las condiciones meteorológicas, su hazaña aportó pruebas cruciales para la cartografía y la comprensión geográfica de la región.
La Segunda Expedición.
El éxito parcial de la primera expedición motivó a la corona rusa a lanzar una segunda, mucho más ambiciosa, en 1733. Con un contingente que llegó a contar con miles de participantes, esta expedición tenía objetivos múltiples: explorar la costa de Alaska, cartografiar con mayor precisión la región ártica y abrir nuevas rutas comerciales hacia Asia y el Pacífico. Durante esta travesía, Bering comandó dos barcos – el San Pedro y el San Pablo – que, tras partir de Petropavlovsk (ciudad fundada por él en Kamchatka), se separaron a causa de una violenta tormenta. Bering logró llegar a la costa sur de Alaska, realizando un breve desembarco que le permitió observar el territorio y documentar aspectos relevantes de la fauna y la flora, entre ellas especies que el naturalista Georg Steller describiría posteriormente. Sin embargo, las inclemencias del tiempo, el escorbuto y la extrema fatiga cobraron un alto precio: Bering enfermó gravemente y, el 19 de diciembre de 1741, falleció en una isla que, en su honor, pasaría a llamarse Isla Bering.
Impacto en la Exploración.
El legado de Vitus Bering es innegable. Gracias a sus expediciones se estableció la existencia del estrecho que lleva su nombre, el Mar de Bering y, en términos más amplios, la separación geográfica entre Asia y América del Norte. Estos descubrimientos no solo impulsaron la expansión territorial rusa en el Pacífico, sino que también influyeron en posteriores exploraciones y en la elaboración de mapas precisos que revolucionaron la comprensión del mundo.
Entre los reconocimientos a su labor se encuentran numerosos accidentes geográficos que llevan su nombre, además del estudio de la Beringia, la antigua conexión terrestre entre ambos continentes durante la última glaciación. La precisión de sus observaciones fue validada décadas más tarde por exploradores como James Cook, quienes corroboraron la importancia y veracidad de sus reportes.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings