Jocelyn Bell Burnell: La mujer que descubrió los púlsares

HISTORIA DE LA CIENCIA.-

Jocelyn Bell Burnell es una de las figuras más influyentes y admiradas en el campo de la astronomía, aunque por mucho tiempo su nombre estuvo al margen del reconocimiento que merecía.

Esta astrofísica británica es mejor conocida por su descubrimiento de los púlsares en 1967, un hito que cambió para siempre nuestra comprensión del universo. A pesar de la importancia de su hallazgo, fue otro científico quien recibió el premio Nobel por su trabajo, lo que ha generado controversia durante décadas.

Foto: Wikimedia Commons.

Nacida el 15 de julio de 1943 en Lurgan, Irlanda del Norte, Jocelyn Bell Burnell mostró desde joven un interés por la ciencia y las estrellas. Su padre, arquitecto de profesión, diseñó el Planetario Armagh y le inculcó la curiosidad por el cosmos. Aunque su educación inicial fue en una escuela para niñas que no ofrecía ciencia, Bell Burnell rompió barreras desde pequeña. Sus padres insistieron en que ella y otras niñas tuvieran la oportunidad de estudiar ciencia, lo que allanó su camino hacia el éxito académico.

Después de asistir a la Mount School en York, una escuela cuáquera, Bell Burnell fue admitida en la Universidad de Glasgow para estudiar física, donde se graduó con honores en 1965. Posteriormente, comenzó su doctorado en radioastronomía en la Universidad de Cambridge, donde su vida y la astronomía estaban a punto de cambiar para siempre.

El Descubrimiento de los Púlsares.

Durante su tiempo en Cambridge, Bell Burnell trabajaba bajo la supervisión del astrónomo Antony Hewish en la construcción de un radiotelescopio para estudiar quásares. Fue en ese momento, en 1967, cuando Jocelyn, aún estudiante de doctorado, notó algo inusual en los datos que estaba analizando: un patrón de señales de radio muy regulares y rápidas, que provenían de un lugar fijo en el cielo.

Inicialmente, estas señales eran tan precisas que Bell Burnell y su equipo consideraron la posibilidad de que fueran señales de vida extraterrestre, refiriéndose a ellas en broma como "Little Green Men" (Hombrecillos Verdes). Sin embargo, rápidamente se dieron cuenta de que estaban ante algo mucho más extraordinario. Bell Burnell había descubierto lo que más tarde se conocería como un púlsar, una estrella de neutrones que emite radiación electromagnética a intervalos regulares debido a su rápida rotación.

La Controversia del Premio Nobel.

El descubrimiento de los púlsares es uno de los avances más importantes del siglo XX en la astronomía, ya que proporcionó pruebas contundentes sobre la existencia de las estrellas de neutrones, un objeto que hasta ese momento solo existía en teoría. Sin embargo, en 1974, cuando el Premio Nobel de Física fue otorgado por el descubrimiento de los púlsares, los galardonados fueron Antony Hewish, el supervisor de Bell Burnell, y Martin Ryle, otro radioastrónomo destacado. Jocelyn Bell Burnell no fue reconocida, a pesar de ser ella quien había identificado y documentado las señales.

Esta decisión generó una considerable controversia dentro y fuera de la comunidad científica. Muchos cuestionaron la exclusión de Bell Burnell, argumentando que su contribución había sido crucial. No obstante, en varias entrevistas, Bell Burnell siempre ha mostrado una postura humilde, afirmando que el premio fue otorgado de manera justa a sus superiores. Sin embargo, para muchos, ella sigue siendo un ejemplo de la desigualdad de género en la ciencia.

Aportes Continuos a la Ciencia.

Aunque el incidente del Nobel dejó una marca en su carrera temprana, Jocelyn Bell Burnell no permitió que esto frenara su pasión por la investigación y la educación científica. Después de obtener su doctorado, Bell Burnell trabajó en varias instituciones académicas de prestigio y continuó contribuyendo al campo de la astronomía y la física.

En sus décadas de trabajo, Bell Burnell ha sido una defensora incansable de la inclusión y diversidad en las ciencias. En particular, ha abogado por la mayor participación de las mujeres y grupos subrepresentados en carreras científicas y tecnológicas. Su influencia no solo ha sido científica, sino también social, luchando contra las barreras que enfrentan las mujeres en campos tradicionalmente dominados por hombres.

Reconocimientos Tardíos.

Con el paso de los años, Jocelyn Bell Burnell ha recibido numerosos premios y honores en reconocimiento a su trabajo y su impacto en la ciencia. En 2018, ganó el Premio Especial Breakthrough en Física Fundamental, un galardón acompañado de un premio en efectivo de tres millones de dólares. En un gesto que refleja su carácter, Bell Burnell donó la totalidad del premio para financiar becas para mujeres, minorías y refugiados que desean estudiar física, continuando así su labor para hacer la ciencia más accesible para todos.

A lo largo de su carrera, ha sido presidenta de la Royal Astronomical Society, el Institute of Physics, y la Royal Society of Edinburgh, entre otros roles de liderazgo. Su influencia y su legado en la ciencia continúan creciendo, tanto por sus contribuciones a la astronomía como por su incansable promoción de la equidad en el campo.

¿Qué Son los Púlsares y Por Qué Son Importantes?

El descubrimiento de los púlsares revolucionó la astronomía. Un púlsar es una estrella de neutrones altamente magnetizada que gira rápidamente, emitiendo haces de radiación electromagnética desde sus polos magnéticos. A medida que la estrella rota, estos haces barren el espacio como un faro, lo que los hace detectables desde la Tierra como pulsos regulares de radiación.

Los púlsares han sido fundamentales para probar teorías fundamentales en la física, incluida la relatividad general de Albert Einstein. Estos objetos también son utilizados por los astrónomos para estudiar el espacio-tiempo y medir distancias astronómicas con gran precisión. Además, los púlsares en sistemas binarios han permitido la confirmación indirecta de la existencia de ondas gravitacionales, una de las predicciones más importantes de la relatividad general.

Inspiración para Futuras Generaciones.

El legado de Jocelyn Bell Burnell va mucho más allá de su descubrimiento de los púlsares. Su carrera es un ejemplo de perseverancia, humildad y compromiso con la ciencia. En un mundo donde las mujeres han sido tradicionalmente subrepresentadas en los campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), Bell Burnell ha desafiado las normas y ha abierto el camino para futuras generaciones de científicas.

Sus contribuciones al conocimiento científico y su dedicación a mejorar la diversidad en la ciencia han dejado una huella imborrable en la historia. Hoy, Jocelyn Bell Burnell es un ícono no solo por sus logros académicos, sino por su incansable esfuerzo por hacer del mundo un lugar donde más personas tengan acceso a la ciencia y la oportunidad de cambiar el mundo a través de ella.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings