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Joan Oró: El bioquímico catalán que ayudó a desvelar los misterios del origen de la vida

HISTORIA DE LA CIENCIA.-

Joan Oró, uno de los científicos más influyentes del siglo XX, es reconocido por su trabajo pionero en el campo de la bioquímica y sus investigaciones sobre el origen de la vida en la Tierra.

A lo largo de su carrera, este destacado bioquímico catalán no solo realizó descubrimientos fundamentales que transformaron nuestra comprensión de la biología, sino que también contribuyó a misiones espaciales que buscaban la posibilidad de vida en otros planetas.

Foto: Fundació Joan Oró/Wikimedia Commons.

1. Primeros años y formación académica.

Joan Oró nació el 26 de octubre de 1923 en Lleida, Cataluña, España. Desde muy joven, mostró un gran interés por la ciencia, particularmente en el campo de la química. Tras completar su educación secundaria en Lleida, Oró se trasladó a Barcelona para estudiar Ciencias Químicas en la Universidad de Barcelona, donde se licenció en 1947.

Sin embargo, la posguerra española no ofrecía muchas oportunidades de investigación avanzada en su país natal, por lo que Oró decidió continuar su formación en Estados Unidos. En 1952, se trasladó a Houston, Texas, para trabajar en el campo emergente de la bioquímica, un cambio que definiría su carrera científica.

2. Investigación sobre el origen de la vida.

Uno de los logros más destacados de Joan Oró fue su investigación sobre el origen de la vida, un tema que ha fascinado a los científicos durante siglos. A mediados del siglo XX, el campo de la bioquímica estaba en plena expansión, y la pregunta de cómo surgieron las moléculas orgánicas complejas que dieron lugar a la vida en la Tierra estaba en el centro de los debates científicos.

En 1959, Oró realizó uno de sus descubrimientos más trascendentales: la síntesis de adenina a partir de compuestos simples, como el cianuro de hidrógeno y el amoníaco, bajo condiciones similares a las de la Tierra primitiva. La adenina es una de las cuatro bases nitrogenadas que forman parte del ADN y el ARN, las moléculas que contienen la información genética fundamental para todos los organismos vivos.

Este hallazgo fue crucial porque proporcionó una pista clave sobre cómo las moléculas necesarias para la vida podrían haberse formado de manera espontánea en la Tierra primitiva, antes de la aparición de organismos vivos. El trabajo de Oró fue un paso importante en la comprensión de los procesos químicos que dieron lugar a la vida, y sus experimentos siguen siendo una referencia en el campo de la química prebiótica.

3. Contribución a la búsqueda de vida extraterrestre.

El interés de Joan Oró por el origen de la vida no se limitaba únicamente a nuestro planeta. A medida que los programas espaciales comenzaron a desarrollarse en las décadas de 1960 y 1970, Oró jugó un papel clave en varias misiones importantes de la NASA. Fue parte del equipo científico que colaboró en las misiones Viking de la NASA, que tenían como objetivo buscar signos de vida en Marte.

Oró fue un firme defensor de la idea de que Marte podría haber tenido, o tal vez aún tenga, condiciones para albergar vida microbiana. En el marco de las misiones Viking, que se lanzaron en 1976, Oró y su equipo diseñaron experimentos para detectar compuestos orgánicos en la superficie marciana. Aunque los resultados de las misiones Viking no encontraron evidencias concluyentes de vida en Marte, la tecnología y los enfoques científicos desarrollados en estos experimentos sentaron las bases para futuras investigaciones en la astrobiología.

Además de su trabajo en Marte, Joan Oró también contribuyó a las misiones espaciales Apolo, que llevaron al ser humano a la Luna. Su papel fue fundamental en la planificación de experimentos y el análisis de muestras lunares, ayudando a desvelar más misterios sobre el origen del sistema solar.

4. El impacto de su trabajo en la ciencia moderna.

A lo largo de su carrera, Joan Oró publicó más de 200 artículos científicos, y su influencia se extiende más allá del campo de la bioquímica. Sus descubrimientos sobre la síntesis de compuestos orgánicos en condiciones prebióticas han sido fundamentales para la comprensión de cómo pudo surgir la vida en la Tierra. Estos hallazgos también han generado un interés creciente en la astrobiología, la disciplina que estudia la posibilidad de vida fuera de nuestro planeta.

Oró fue un defensor entusiasta de la búsqueda de vida en otros mundos, como Marte, Europa (una luna de Júpiter) y Titán (una luna de Saturno), todos considerados lugares potencialmente habitables. También fue un firme creyente en la importancia de la investigación científica básica y su impacto en la comprensión de grandes preguntas como el origen de la vida.

5. Legado y reconocimientos.

A lo largo de su vida, Joan Oró recibió numerosos premios y honores por sus contribuciones a la ciencia. Entre ellos, destaca el Premio Oparin en 1986, que le fue otorgado por su trabajo en el campo de la bioquímica y el origen de la vida. También fue miembro de prestigiosas instituciones científicas, como la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

En su tierra natal, Cataluña, Oró fue reconocido como una figura clave de la ciencia, y su legado sigue siendo una fuente de inspiración para nuevas generaciones de científicos. En su honor, Lleida, su ciudad natal, ha dedicado varios monumentos y centros de investigación que llevan su nombre, y su figura sigue siendo recordada como un referente del avance científico internacional.

Joan Oró falleció el 2 de septiembre de 2004 en Barcelona, dejando un legado inmenso en el campo de la bioquímica, la astrobiología y la exploración espacial.

Sitio Fuente: NCYT de Amazings