Él fue Seth: el dios del caos que asesinó a su hermano para apoderarse de Egipto

HISTORIA UNIVERSAL.-

Como el dios egipcio de la violencia, la discordia y el caos, el mito dice que Seth mató a su propio hermano buscando venganza. Ésta es su historia.

Dennis Jarvis (CC BY-SA).

Seth, uno de los dioses más importantes del antiguo Egipto, era hijo de Geb (la tierra) y Nut (el cielo), por tanto, Osiris, Isis y Neftis fueron sus hermanos. Esta deidad correspondía al desierto, los eclipses, las tormentas eléctricas y los terremotos. Su representación continúa siendo tema de debate, ya que no hay claridad sobre qué animal le daba forma. Normalmente, se le asocia con un zorro, aunque, sigue sin haber consenso.

De acuerdo con Britannica, Seth figuraba como el elemento necesario de violencia y desorden dentro del mundo ordenado. En la antigüedad, fue descrito como un embaucador. Sin embargo, también se le consideraba como el protector de los comerciantes, soldados, cazadores y cualquier persona que pasara largas jornadas fuera de su hogar. Además, tenía fama de sembrar la discordia entre los enemigos de Egipto, dando con esto una ventaja a su pueblo en la batalla.

La tradición que ha designado a Seth una posición siniestra viene de antaño. Desde el mundo grecorromano, los escritos de Plutarco (c. 46-120 d.C.) dan ejemplo de lo anterior, siendo que ahí se identificaba a este dios egipcio con el monstruo griego conocido como Tifón, principal responsable de las calamidades naturales.

Seth: hijo del cielo y la tierra.

El 14 de febrero de 1992, Teresa Bedman González, reconocida egiptóloga, impartió una conferencia en el  Instituto Islámico de Madrid, la cual llevo por nombre El mito del dios Seth. En ella, se cuestionó si los egipcios en verdad habían concebido a esta deidad dentro del marco de la maldad. Partiendo de lo que la especialista narró y divulgó en su discurso, se recupera aquí la esencia de este mito.

A lo largo de 360 días, Geb y Nut fueron separados por su padre, Shu (el aire). Sin embargo, Thot, dios de la sabiduría, dio cinco días juntos a la pareja, en los cuales ésta procreo a cuatro hijos: Osiris, Seth, Isis y Neftis.

De entre todos ellos, Osiris fue el dios que adquirió mayor relevancia. Se casó con su hermana Isis y orientó al pueblo egipcio hacia el camino del trabajo, el valor de la tierra y el respeto a las otras deidades.-

Hunefer, vía Wikimedia Commons.

En la ausencia de Osiris, Isis se encargaba de mantener el orden que su pareja había establecido. Ante todo este régimen, Seth deseaba modificar el mandato impuesto por su hermano, pero no se atrevía a hacerlo, debido a que Isis siempre estaba alerta ante cualquier señal de insurrección.

Al regreso de Osiris, se planeó celebrar una fiesta. Para esta ocasión, Seth había ideado un plan con el fin de deshacerse de él. El dios del desierto mandó a construir un sarcófago a la medida de su hermano.

Un sarcófago a la medida.

En la reunión, Seth prometió que daría el sarcófago al individuo que cupiera en él. Tras varios participantes, llegó el momento de Osiris, quien, desde luego, llenó el espacio. Al momento, los cómplices de Seth se acercaron y, con presteza, sellaron el sepulcro.

Seth y sus seguidores arrojaron el sarcófago a un río. A partir de este momento, Isis comenzó un largo y angustiante camino para encontrar a su esposo. En esta aventura, se hizo de la compañía de Anubis, hijo ilegítimo de Osiris.

Isis llegó hasta la ciudad de Biblos, gracias a los rumores que se habían difundido sobre el paradero del sarcófago. Efectivamente, ahí lo halló, antes de retornar a Egipto con el cuerpo de su esposo. Para la mala fortuna de la diosa, Seth volvió a dar con ellos, y en esta ocasión se encargó de cortar el cuerpo de Osiris en 14 pedazos.

Dadas estas circunstancias, Isis volvió a emprender una búsqueda motivada por el amor y devoción hacia Osiris. Cada vez que ella encontraba uno de los restos del cadáver, mandaba a erigir un sepulcro.

Isis y Anubis pudieron reconstruir el cuerpo y regresar a Osiris a la vida, como rey de los muertos. En este proceso, la pareja engendró a Horus, quien fue adiestrado por sus padres para vengarlos y recuperar el trono de Egipto.

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DEA / A. JEMOLO/Getty Images.

Así, Horus libró una violenta batalla contra su tío. En total, fueron dos combates los que se disputaron entre ellos. El segundo ocurrió luego de que el hijo de Osiris fuera considerado legítimo ante la asamblea de los dioses.

Horus salió vencedor frente a Seth, quien tuvo que aceptar la derrota después de estar cerca de la muerte. La asamblea de los dioses tuvo que reconocer al hijo de Osiris como el único rey de Egipto. Mientras que Seth fue incluido al séquito de Ra.

Más allá del bien y del mal.

Los dioses egipcios no pueden ser limitados a una visión polarizada entre el bien y el mal. Son seres complejos que actúan conforme a su naturaleza. Claramente, esto aplica también para Seth. De acuerdo con la mitología de esas tierras, el dios del desierto era el único capaz de resistir a la mirada mortal de Apep, entidad que no permitía a Ra y a su tripulación llegar en la barca solar a su destino. Gracias a que Seth confrontó y derrotó al monstruo, la embarcación logró su propósito.

Por: Alberto Milo.

Sitio Fuente: National Geographic en Español