Skimming y Scanning: Conoce estas estrategias de lectura rápida que te ayudarán en tu formación

ORIENTACIÓN ACADÉMICA.

Hoy en día, la rutina del estudio no es solo cosa de una época temprana de la vida, sino que forma parte del proceso de actualización y de reinvención de cualquier persona, a cualquier edad. La constante evolución del mundo laboral, impulsada por la digitalización, devuelve la rutina del estudio a la actualidad, bajo la premisa del lifelong learning o aprendizaje a lo largo de la vida.

Esta premisa garantiza que el currículum de una persona siga siendo competitivo, una garantía para encontrar empleo.

El estudio en profundidad de una lección se puede complementar con dos técnicas para repasarla: se trata del skimming y del scanning. Si no has oído hablar nunca de ellas o si tienes dudas sobre su utilidad, este artículo es para ti.

Una rápida definición para skimming y scanning.

¿Cuál es el significado de estos términos? Por un lado, podríamos traducir skimming en este contexto como “echar un vistazo a”. Con el skimming, echas un vistazo a un texto leyendo los párrafos clave de un apartado, que suelen ser el primero y el último, así como los títulos y los subtítulos.

Por otro lado, la traducción de scanning se nos antoja más intuitiva; pensamos en escáner, en escanear, es decir, en explorar de manera visual un texto para encontrar un dato, una fecha, un nombre, etc. Seguramente, has empleado el scanning en más de una ocasión, sin darte cuenta, para buscar una definición en un diccionario, o un concepto o nombre en una enciclopedia.

Tanto el skimming como el scanning son técnicas para repasar textos, en un contexto académico, de manera ágil y rápida, sin tener que leerlos por completo. O, dicho de otro modo, son técnicas que nos ayudan a ir al grano.

Las aliadas en el repaso de una lección.

La principal ventaja del skimming es el repaso ágil de textos que hayas estudiado antes y, por lo tanto, a los que ya has dedicado un tiempo de estudio más extenso. Es decir, ya te has empapado de la lección y buscas repasar las ideas principales.    

Por otro lado, la principal ventaja del scanning es localizar información concreta en un texto que ya conoces, para evitar tener que leerlo otra vez. Tus ojos llevan a cabo una tarea con apuntes físicos similar a la del ordenador cuando activas la función “buscar” en un texto o en una página web, e introduces una palabra concreta o un dato para asegurarte de que aparezca.

Estas técnicas no solo son útiles para prepararte para un examen, sino también para repasar la información que vayas a emplear para elaborar un ensayo académico, por ejemplo, o para preparar una exposición oral. Para estos casos también debes dedicar un tiempo de preparación, más extenso y en profundidad, y luego puedes beneficiarte de las dos técnicas que nos ocupan en este artículo para repasar ideas y datos relevantes.

Consejos sobre las técnicas de skimming y scanning.

Tal vez ya hayas intuido lo que relataremos a continuación. Es importante que también tengas en cuenta estos consejos sobre estas técnicas de repaso:

- Como toda técnica, el skimming y el scanning requieren práctica. Conserva la paciencia si te resulta complicado ejecutar estas técnicas las primeras veces. Con el tiempo, lo naturalizarás.

- Recuerda: son técnicas válidas para aplicar a textos que ya has estudiado, a los que ya has dedicado el tiempo que merecen. El skimming no te servirá para estudiar rápido una lección la noche antes del examen, ni tampoco el scanning.

- El skimming y el scanning son técnicas pensadas para textos académicos, no tanto para obras como novelas o poemas.

No olvides la comprensión lectora.

La comprensión lectora merece un punto y aparte en cuanto a los consejos sobre las técnicas de skimming y scanning; de hecho, se podría considerar como un requisito previo. Y es que sin trabajar la comprensión lectora, estas dos técnicas de repaso para textos no sirven de gran cosa. En un contexto como el actual en el que prima el formato audiovisual, es importante no dejar de lado la comprensión lectora, un hábito que, como el resto, se forja con la práctica.

Hay dos aspectos clave para trabajar la comprensión lectora. Por un lado, es preciso investigar los conceptos que no se entiendan y que, por lo tanto, dificulten la comprensión de un texto. En este caso, podemos caer en la trampa de pensar que esta investigación nos puede robar tiempo, pero no es así: la investigación ayudará a ampliar nuestros conocimientos, un factor determinante para la comprensión de cualquier texto.

Y por otro lado, resulta muy útil, una vez leído un texto, tratar de explicarlo con nuestras propias palabras, de la manera más sencilla posible. Conseguirlo es la prueba de que se ha comprendido el texto, lo que después permite hacer un repaso del mismo con las técnicas de repaso que nos han ocupado en este artículo.

Sitio Fuente: Universia México