7 claves para escribir un buen ensayo

ORIENTACIÓN ACADÉMICA.-

Si no te has enfrentado todavía a este reto, o si lo has hecho pero crees que puedes afrontarlo de manera más efectiva, este artículo es para ti.

Escribir un buen ensayo es importante en cualquier área de conocimiento. Se trata de un ejercicio que pone a prueba nuestra capacidad analítica y nuestra constancia, y lograr un buen resultado garantiza formar parte de la conversación sobre un tema que nos interesa y sobre el que podemos aportar. Estos son nuestros consejos para conseguirlo:

¿Por dónde empezar?

Paso 1: Identifica el tema. Si el tema viene dado, no hay mucho más que añadir. Ahora bien, si cuentas con un margen para elegirlo, siempre jugará a tu favor optar por un área de conocimiento en la que ya te hayas introducido o que, como mínimo, te llame mucho la atención. La motivación juega un rol fundamental cuando se trata de embarcarse en esta aventura del saber.

El año 2021 que hemos dejado atrás tuvo como Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Ensayo en España a Ramón Andrés, por su obra Filosofía y consuelo de la música. Publicado por Acantilado, este ensayo elabora una historia de la filosofía de la música, un terreno en el que Andrés se sabe mover, como su obra previa demuestra. Este ejemplo también ilustra cómo el autor de un ensayo es consciente de que, con total seguridad, no es la primera persona que aborda el asunto; otras personas han hablado antes, lo que nos lleva al siguiente punto.

Paso 2: Revisa los antecedentes. En la era de Internet, los antecedentes sobre cualquier tema pueden ser infinitos. ¿Cómo llevar a cabo en este contexto una tarea asumible y de calidad? Empleando filtros que aseguren la fiabilidad de las fuentes. Y estos filtros se aplican haciéndote preguntas: ¿Quién firma el documento que estás leyendo? ¿A qué universidad o entidad se vincula su trabajo? ¿Tiene perfil en redes profesionales como LinkedIn? Si encuentras artículos sin fuentes, no los puedes considerar como válidos para analizar el estado del tema que vas a tratar.

Esto también se aplica a vídeo ensayos e incluso a podcasts, que también pueden entrar en tu área de investigación. Todos deben citar fuentes en sus descripciones y/o en los fotogramas si se trata de un vídeo.

Paso 3: Habla con expertos siempre que sea posible. Si, además, tienes la oportunidad de hablar con una fuente de referencia de manera directa, añadirás más calidad a tu trabajo.

Paso 4: Identifica el objetivo. Seguramente, en los pasos anteriores te habrás hecho preguntas sobre el tema que has elegido. De manera indirecta, estás valorando el ángulo de tu ensayo. O tal vez, la pregunta estuvo ahí desde el inicio de este proceso. Sea como sea, ¿cuál es tu tesis?

Si el tema que vas a tratar es el lenguaje de programación Python, por ejemplo, y te has informado ya sobre él e incluso has podido hablar con voces expertas, a lo mejor te estás preguntando cómo este lenguaje puede enseñarse en las escuelas y, si es así, cuál es el método más efectivo para lograrlo. En tu ensayo deberás validar tu tesis o, por el contrario, dar con una alternativa.

Genera una estructura sólida.

Paso 5: Estructura tu argumento. No te dejes llevar por el entusiasmo en este momento de tu investigación. Para que tu ensayo sea leído, debe contar con una estructura clara y ordenada. Tal vez te resulte familiar la estructura de “introducción, nudo y desenlace” de los cuentos; en este caso, la estructura es similar, pero el registro que nos ocupa es el más alejado de la fantasía.

Tal vez te sorprenderá este punto, pero es recomendable que escribas la introducción cuando tu ensayo esté listo. La escribirás con más seguridad entonces, y definirás el objetivo de tu investigación y el proceso que has llevado a cabo para completarla sin dejar cabos sueltos.

La parte central de tu ensayo debe reflejar tu proceso de investigación, de manera ordenada. Aquí debes citar tus fuentes, empleando sistemas como el manual de estilo de Chicago, y narrar tus descubrimientos, para que luego puedas validar u orientar tu tesis en base a estas evidencias.

La conclusión es, como su nombre indica, el apartado en el que concluyes tu proceso y muestras tus hallazgos; también puedes apuntar vías para que otras personas continúen trabajando en este campo y, de este modo, enriquecer la conversación y el debate sobre el tema que te ha ocupado a ti. Y, así, te convertirás en otra fuente que se cite en un próximo ensayo.

Paso 6: Reposa el texto y revísalo. Del mismo modo que es poco recomendable estudiar el día antes del examen, es menos recomendable todavía escribir un ensayo rápido, y entregarlo sin revisarlo. Lo mejor es escribir, dejar que el texto repose, y revisarlo después. Es decir, asegúrate de tomarte tu tiempo. Y emplea siempre recursos como los softwares de corrección online para evitar erratas y faltas, que podría mermar la autoridad de tu trabajo.

Consejos finales.

Paso 7: Hazte estas preguntas. Para evolucionar con paso firme en tu investigación, es importante que te tomes un tiempo, no solo una vez hayas acabado para reposar el texto, sino entre apartados. Dar un paso atrás y observar, para corregir a tiempo si es preciso. Esto se logra planteando algunas preguntas concretas para valorar mejor el trabajo que tienes ante ti. Algunas de estas preguntas pueden ser:

¿Está claro el foco de mi tema?

¿Tengo pruebas para estos argumentos?

¿Estoy citando correctamente mis fuentes?

¿Las conclusiones se corresponden con el desarrollo del cuerpo del ensayo?

Sitio Fuente: Universia México