Analista financiero: qué es, qué hace y dónde trabaja

ORIENTACIÓN VOCACIONAL / FINANZAS.-

La figura del analista financiero vive una redefinición debido a los cambios que se están produciendo en el sistema económico en los últimos años. La reinvención de esta figura ha hecho que el sector bancario haya dejado de ser el único ámbito de su actuación, y en este momento las salidas laborales de un analista financiero son amplias y van desde la gestión de riesgos hasta el Big Data financiero.

Analista financiero: qué es, qué hace y dónde trabaja. Fuente: istock

Estos cambios hacen que muchos estudiantes tengan dudas sobre qué hace en concreto un profesional con este perfil y dónde es más probable que trabaje el día de mañana.

¿Qué es un analista financiero?

Un analista de este tipo es el encargado de examinar los datos financieros con criterio profesional y utilizar la información y las conclusiones a las que llegue para contribuir a la buena toma de decisiones de las empresas, en especial en el sector de la inversión. Un analista financiero establece predicciones sobre diversos tipos de sectores, negocios e industrias basándose en las condiciones microeconómicas y macroeconómicas  del momento. Establecer modelos financieros que predigan las condiciones económicas futuras teniendo en cuenta un amplio número de variables es una de sus prioridades, de manera que pueda recomendar acciones concretas, como por ejemplo comprar o vender acciones de una empresa considerando sus perspectivas de crecimiento o su rendimiento.

En ocasiones las empresas contratan a analistas financieros externos para estudiar la eficacia de acciones concretas, como una campaña de marketing. Los analistas, que deben mantenerse siempre actualizados de los desarrollos actuales en el campo en el que se especializan, establecen dónde están las fortalezas y las debilidades de una organización empresarial y de una línea de negocio, al tiempo que realizan también previsiones de pérdidas y ganancias.

¿Cuál es el perfil de un analista financiero?

A diferencia de lo que ocurre con otras profesiones, la de analista financiero puede realizarse con formación universitaria diversa. Aunque es imprescindible contar con un grado, con preferencia por algunos como el de Ciencias de la Economía (pero también otros, como el de Matemáticas), esta formación se consolida con la especialización, que puede llegar con cursos de posgrado. Existen numerosos másteres que se centran en aspectos concretos del análisis financiero, pero que en todo caso incluyen un alto grado de formación en contabilidad y matemáticas, e incluso biología e ingeniería.

Los analistas financieros destacan por su uso de la lógica, sus habilidades para resolver problemas, y sus habilidades de comunicación en el ámbito de las finanzas. A su alta capacidad para recopilar datos se suma una destreza especial para analizarlos. Uno de los retos a los que se enfrentan los analistas es el rápido ritmo de cambios a los que está sometido el sector financiero, lo que les obliga a una formación continuada y a mantenerse en todo momento al día de las novedades de cualquier tipo que afecten a su sector. Ser analista financiero significa también afrontar una cantidad significativa de viajes, ya que en ocasiones es necesario visitar delegaciones y empresas para conocer de primera mano las operaciones sobre el terreno. Los analistas también asisten con asiduidad a conferencias con colegas que comparten su misma especialidad. Además de participar en atractivos procesos de negocio, los analistas financieros, debido a la naturaleza de su profesión, desarrollan una sólida red profesional a lo largo de su carrera.

¿Dónde trabaja este tipo de profesional?

Los analistas financieros actuales desempeñan su labor profesional en sectores muy diversos y en muchas áreas de negocio. Las empresas que cuentan con uno o con un departamento de analistas pueden pertenecer a ámbitos muy distintos, desde los fondos de pensiones hasta las compañías de seguros, por no mencionar otros ámbitos como la construcción o la industria tecnológica, por poner ejemplos distintos. Estos profesionales son imprescindibles en empresas que manejan grandes cantidades de activos, en las que tienen un papel crucial en la recopilación de la información necesaria para tomar decisiones y desarrollar nuevas estrategias.

Sitio Fuente: Universia México