Los peligros ocultos de adelgazar sin control
CUIDADO DE LA SALUD.
En la era de las redes sociales y los estándares de belleza irreales, millones de personas buscan perder peso rápidamente, muchas veces sin la orientación de un profesional.
Sin embargo, adelgazar voluntariamente sin control puede convertirse en un riesgo grave para la salud física y mental. Numerosos estudios científicos advierten que las dietas extremas, el ayuno prolongado y el abuso de suplementos “milagrosos” pueden tener consecuencias duraderas y, en ocasiones, irreversibles.
El cuerpo no está diseñado para perder peso de forma brusca.
El metabolismo humano es un sistema complejo que responde a la restricción calórica severa con un mecanismo de defensa ancestral: el modo ahorro energético. Cuando el cuerpo percibe que no recibe suficiente alimento, ralentiza su metabolismo para conservar energía, lo que a la larga puede dificultar aún más la pérdida de peso y favorecer el temido “efecto rebote”.
Además, una reducción drástica de calorías puede provocar pérdida de masa muscular, déficit nutricional y alteraciones hormonales, especialmente en mujeres, donde puede afectar al ciclo menstrual y a la salud ósea.
El engaño de los “productos para adelgazar”.
El mercado de los suplementos dietéticos crece sin cesar. Pastillas, batidos, tés “detox” o quemadores de grasa prometen resultados rápidos, pero en muchos casos carecen de respaldo científico. Algunos incluso contienen sustancias prohibidas o peligrosas para el sistema cardiovascular.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha advertido en múltiples ocasiones sobre productos comercializados por internet que contienen anfetaminas, diuréticos o laxantes encubiertos, con graves efectos secundarios: arritmias, hipertensión, deshidratación y daño hepático o renal.
Las consecuencias psicológicas del adelgazamiento sin control.
Más allá de los riesgos físicos, la obsesión por el peso puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa o la bulimia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos trastornos afectan a millones de personas en todo el mundo y presentan una de las tasas de mortalidad más altas entre las enfermedades mentales.
El círculo vicioso de las dietas restrictivas, el sentimiento de culpa y la frustración por recuperar el peso perdido puede afectar gravemente la autoestima y la relación con la comida.
La importancia del acompañamiento profesional.
La ciencia es clara: adelgazar de forma segura requiere control médico y nutricional. Los especialistas recomiendan una pérdida de peso gradual (entre 0,5 y 1 kg por semana), basada en una alimentación equilibrada, ejercicio regular y apoyo psicológico cuando sea necesario.
Una dieta personalizada, adaptada al metabolismo, las necesidades energéticas y el estado de salud, es la única estrategia con resultados sostenibles a largo plazo.
En palabras de los expertos: “no hay atajos para un cuerpo sano”.
Sitio Fuente: NCYT de Amazings